Phoenix Suns reivindica su poder ganando por 29 puntos a los Warriors

El camino por recorrer es todavía muy largo, pero en este arranque de temporada Phoenix Suns está sentando las bases para arruinar los pronósticos de todos los agoreros que han descartado al equipo en temporada regular antes de tiempo.

Esta noche, sin ir más lejos, los Suns han reivindicado su poder como equipo, como grupo que viene de ganar 64 partidos la pasada temporada, como grupo que quiere superar la crisis institucional de la franquicia, como equipo que desea limar determinadas asperezas existentes con algún integrante de la plantilla, y han reivindicado ese poder como grupo en la más alta instancia, ante el defensor del título, Golden State Warriors.

Partido intenso y tenso, en especial en el tercer cuarto, un encuentro este en el que se pitaron 7 técnicas y en el que Klay Thompson, pelado en ataque toda la noche, sufrió su primera expulsión en los 651 partidos de fase regular que ha jugado en la NBA. Sucedió en el tercer cuarto, justo en el momento en el que a su equipo se le fue por completo el partido de las manos.

La primera mitad había sido un juego de tanteo en todos los sentidos, de tantear al rival y de anotar tantos por doquier, sin defensas, a la buena baza de la ofensiva sin más, para llegar al descanso con marcador de 72-66.

Fue en el tercer cuarto cuando se fraguó la victoria local, que terminó siendo abrumadora. Y se fraguó desde el mayor compromiso defensivo de los Suns, que en la segunda parte dieron toda una lección en materia defensiva, con un baile conjuntado en todos sus movimientos de retaguardia que dejó a Golden State con solo 39 puntos en los últimos 24 minutos del partido.

Un parcial de 22-5 en ese tercer cuarto puso el 103-82 en el marcador, un parcial finalizado con 5 puntos de Jock Landale, que hizo un partidazo. Lo demás fue un suplicio para Warriors, que llegó a acercarse a 12 puntos en el último cuarto, para inmediatamente caer a los abismos hasta terminar el partido con la máxima desventaja de la noche, nada menos que 29 puntos, 134-105, luego de un ejercicio más que deficiente en defensa.

Devin Booker lideró el incontestable triunfo local con 34 puntos, 7 asistencias y 3 robos, volviendo a mostrar que está hecho con la materia genuina de la que están hechos los All-Star.

A su lado, Mikal Bridges, ejemplar en defensa e importante en ataque en el decisivo tercer cuarto. Sumó 17 puntos, con 7 de 8 en el tiro.

Partidazo de Landale, que jugó los últimos minutos del partido tras cargarse con 5 faltas Deandre Ayton y no volver a sacarlo a pista Monty Williams. No hizo falta, el ex de Spurs se bastó y se sobró, sumando 17 puntos, 7 rebotes y 2 tapones en 22 minutos. Noche feliz para él. Ayton terminó con 16 puntos y 14 rebotes y Chris Paul con 16 tantos, 7 rebotes y 9 asistencias, mientras que Damion Lee jugó su primer partido ante Warriors después de salir del equipo de la Bahía.

Phoenix estuvo por encima del 50% en el tiro, lanzó el doble de tiros libres que su rival, se mantuvo sólido en el triple y en el rebote y fue inmensamente superior en el capítulo defensivo.

En Warriors, 21 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias para Stephen Curry, 17 puntos de Jordan Poole, 16 de Andrew Wiggins, 14 más 8 rebotes y 5 asistencias de Draymond Green y apoyos ofensivos de Wiseman y Moody.

Todo en una noche para olvidar de Klay Thompson, que estaba con 2 puntos y una serie de 1 de 8 en el tiro cuando fue expulsado. Hay días que es mejor meter en un cajón y no removerlos y hay días en los que el poder de un gran equipo no se puede esconder, por mucho ruido que haya a su alrededor.