ANÁLISIS / PREVIA OESTE TEMPORADA 2022-2023
PREVIA OESTE: Warriors, equipo a batir con Clippers y Suns al acecho
Denver, Memphis, Minnesota y Dallas darán batalla; Lakers y Pelicans son un misterio
Momento para el análisis correspondiente a lo que puede dar de sí la Conferencia Oeste en la ya inminente temporada. Los Warriors, vigentes campeones, son el equipo a batir, con Clippers y Suns al acecho.
Luego, un grupo de escuadras competitivas que han de estar arriba, tales como Nuggets, Grizzlies, Timberwolves y Mavericks. Y dos grandes misterios: Lakers y Pelicans.
Se cae de la batalla por las primeras plazas Utah Jazz, tras su desmembramiento, mientras que un buen número de equipos simplemente pelearán por curtir a sus jóvenes y buscar un buen premio en el próximo draft.
Empecemos con el análisis, estructurándolo por divisiones:
DIVISIÓN NOROESTE
UTAH JAZZ (49-33, marca en la pasada temporada regular)
Descomposición completa de un equipo con trayectoria ganadora durante años. Se fue Quin Snyder, fueron traspasadas las dos vacas sagradas del equipo, Donovan Mitchell y Rudy Gobert, también partieron Bojan Bogdanovic y Royce O'Neale... el equipo quedó en los huesos, pasó a una reconstrucción pura y dura por la vía rápida y más expeditiva posible, sin medias tintas.
Frente a esa inmensa sangría, un entrenador novato y jovencísimo, Will Hardy (34 años), y la llegada de Collin Sexton, Lauri Markkanen y Talen Horton-Tucker, nada que ver con lo que se fue. Tres jugadores con necesidad de reivindicarse, nada más que eso. También se integró en el equipo el argentino Leandro Bolmaro y el italiano Simone Fontecchio, procedente del baloncesto español.
Quedan entre las ruinas como veteranos Mike Conley, Jordan Clarkson y Rudy Gay. Malos tiempos los que se avecinan esta temporada en Salt Lake City. Se acabó la fiesta.
DENVER NUGGETS (48-34)
Camino contrario a Utah, no por la vía de los despachos, sino por la vía del vaciado de la enfermería. Listos para jugar tras lesiones de largo alcance Jamal Murray y Michael Porter Jr., para formar de nuevo un variopinto big three con Nikola Jokic, 2 veces ya MVP. Fue un verdadero milagro deportivo que este equipo con solo Jokic al frente lograra 48 triunfos la pasada temporada, pero es que el serbio es caviar del bueno. Ahora todo promete ser mejor, aunque habrá que ver en qué estado físico se muestran Murray y Porter Jr.
Más allá de su trío estelar, Michael Malone tiene mimbres para hacer algo importante con su equipo. El talentoso Bones Hyland tendrá que seguir en ascenso, Aaron Gordon y Jeff Green aportarán al grupo y han llegado como jugadores interesantes Bruce Brown y Kentavious Caldwell-Pope, además del nunca bien ponderado por su tremendo oficio Ish Smith y de un DeAndre Jordan que está para pocas alegrías, junto a 4 novatos, solo 2 por vía draft.
Desaparecieron del plantel Monte Morris, Will Barton, Austin Rivers, JaMychal Green y Facu Campazzo, que no es poco. Tiene Denver una plantilla interesante, pero que se antoja algo corta para afrontar la larga temporada regular.
MINNESOTA TIMBERWOLVES (46-36)
El núcleo estelar joven de Timberwolves ya generó buenas vibraciones la pasada campaña con la consecución de 46 triunfos, pero este verano el bueno de Tim Connelly le ha dado una vuelta de tuerca al proyecto para alzarlo hasta la competencia al máximo nivel con la llegada del All-Star defensivo Rudy Gobert.
Palabras mayores para Chris Finch el disponer en el vestuario y la pista de un cuarteto formado por Karl-Anthony Towns, Rudy Gobert, Anthony Edwards y D'Angelo Russell. A ver cómo encajan las piezas, pero esto suena muy bien, más aún cuando a ese póker de jugadores les acompañan otros de rol como Jaden McDaniels, Taurean Prince o Naz Reid, y cuando llegan al plantel otros también muy definidos en sus roles como Kyle Anderson, Bryn Forbes y Austin Rivers, que buscan poner coto a las salidas de jugadores con cierto peso como Patrick Beverley, Jarred Vanderbilt o Malik Beasley.
Son estos Wolves un equipo cargado de calidad, compensado y profundo. Por todo ello, las exigencias que ha de tener Minnesota esta temporada han de ser muy elevadas.
PORTLAND TRAIL BLAZERS (27-55)
Hace ya un cierto tiempo Damian Lillard planteó su salida de Portland si desde los despachos no se potenciaba la plantilla de Blazers. Desde entonces poco ha mejorado el equipo, por no decir nada, mientras Lillard va a seguir encerrado en un colectivo con clara dinámica perdedora, salvo que medie una gran sorpresa.
Lillard es un jugadorazo, de eso no hay ninguna duda, Anfernee Simons (17,3 puntos de media el último año) es un joven en ascenso, está claro, y Jusuf Nurkic tiene una provada solvencia como jugador interior, pero estos Blazers no van a dar para mucho más de sí a pesar de que hayan llegado Jerami Grant (que hizo caja en Detroit y va de mal en mal equipo tras dejar Denver), Gary Payton II y el novato Shaedon Sharpe, número 7 del draft procedente de Kentucky. A todo ello se puede sumar Josh Hart... y pare usted de contar.
No lo va a tener fácil Chauncey Billups con estos mimbres, y habrá que ver hasta dónde llega la paciencia de Lillard.
OKLAHOMA CITY THUNDER (24-58)
Equipo que deambula por la competición estos últimos años en busca y captura de jóvenes y más jóvenes y con sobredosis de picks de draft acumulados desde los despachos por el coleccionista Sam Presti, que este 2022 cazó en el draft premio gordo con Chet Holmgren, un regalo de los dioses que se rompió ya en el verano y que constituye ahora mismo el primer gran fiasco para el equipo, que tendrá que estar toda la temporada sin él.
No Holmgren, no focos puestos en Thunder, que volverá a ser un equipo ninguneado en todos los aspectos, algo que se ha ganado a pulso.
Thunder volverá a tener como piezas vertebrales a Shai Gilgeous-Alexander, Josh Giddey y Lu Dort. El draft fue generoso con el equipo, porque también llegaron en 2022 el francés Ousmane Dieng, número 11, y Jalen Williams, 12. Veremos cómo evolucionan jóvenes como Tre Mann y Aleksej Pokusevski, porque Darius Bazley parece involucionar.
DIVISIÓN PACÍFICO
PHOENIX SUNS (64-18)
Temporadón de quitarse el sombrero el que protagonizó en fase regular Phoenix Suns con la friolera de 64 victorias, aunque después los playoffs no le sonrieran un año más tarde de alcanzar las Finales de la NBA, perdidas ante los Bucks.
Estamos ante un equipo excelentemente armado, dirigido por un entrenador de primer nivel, Monty Williams, que tiene en pista su extensión perfecta en la figura del incombustible Chris Paul, que ahí sigue impartiendo cátedra con 37 años. Paul, Devin Booker y Deandre Ayton son los jugadores que deben marcar el paso de un equipo que si por algo se caracteriza es por su conjunción -llevan ya tiempo jugando juntos- y por su profundidad estructural.
Larga rotación con jugadores como Cam Johnson, que asciende a la titularidad en perjuicio de Jae Crowder, que quiere salir del equipo, el titular Mikal Bridges y los suplentes Cameron Payne, Landry Shamet, Torrey Craig o el ya por fin recuperado Dario Saric. Ha habido pocos cambios este verano. Suns apuesta por la continuidad, y mientras el cuerpo le aguante a Chris Paul... este equipo será candidato a todo, por mucho que más de uno afirme que la química del equipo genera algunas dudas.
GOLDEN STATE WARRIORS (53-29)
Equipo a batir, sin duda. Mejor dicho, equipazo a batir. Los vigentes campeones suman al ya por fin recuperado James Wiseman a todo lo que pusieron en cancha para ganar el título, y el joven pívot ha hecho una pretemporada a grandísimo nivel, lo que podría ser un muy buen indicio.
Al trío imperecedero formado por el mágico Stephen Curry, el milagroso Klay Thompson y el necesario Draymond Green, hay que sumar a los recién extendidos Jordan Poole y Andrew Wiggins. Pero es que además el equipo cuenta con una nómina casi interminable: el citado Wiseman, Kevon Looney, Jonathan Kuminga, el ya al borde de la retirada Andre Iguodala y, por si fuera poco... han llegado dos jugadores que pueden ser excelentes complementos ganadores: Donte DiVincenzo y JaMychal Green. Lo dicho, una señora plantilla, muy profunda, en manos de Steve Kerr y diseñada por ese arquitecto maravilloso llamado Bob Myers.
Se fueron jugadores que aportaban dureza competitiva (Otto Porter Jr., Gary Payton II, Juan Toscano-Anderson), pero Warriors sigue gozando de un equipo brutal al que solo le puede matar la implosión desde el vestuario, cuyo ejemplo más claro fue esta pretemporada el lamentable altercado entre Draymond Green y Jordan Poole.
LOS ANGELES CLIPPERS (42-40)
Aspirantes a todo estos Clippers por un simple y crucial cambio con respecto al pasado curso: Kawhi Leonard vuelve al ruedo tras una larguísima lesión. Si Kawhi vuelve bien, Clippers aspirará al título, sin lugar a dudas.
No se ha movido casi nada la plantilla. Apenas 3 altas y 4 bajas, destacando la llegada de John Wall, un jugador en solfa por sus gravísimas lesiones, pero que si pudiera estar a un porcentaje decente de su antiguo yo, supondría una gran ayuda.
Kawhi, como número 1, y Paul George, como indiscutible 2, tendrán que liderar a un equipo con una nómina larga y competente integrada por jugadores como Reggie Jackson, que parece que seguirá como titular, Norman Powell, al que se ha visto muy bien en pretemporada, Terance Mann, Luke Kennard, Ivica Zubac, Marcus Morris, Robert Covington, Nico Batum... Lo dicho, Tyronn Lue tiene un gran equipo en sus manos, si no median desgracias de primer orden. Clippers tiene que luchar por el título.
LOS ANGELES LAKERS (33-49)
La etapa de LeBron James en Lakers se resume en un título pandémico en la burbuja de Orlando y 3 sonoros fracasos, y parte de esa falta de constancia con el éxito, además de las lesiones, ha radicado en el empecinamiento desde los despachos por cambiarlo todo de una temporada para otra. Cada verano Lakers no desciende de las 10 bajas y las 10 altas, y el verano de 2022 no ha sido distinto: Lakers se ha desprendido de 11 jugadores y se ha hecho con 11 nuevos. Así es muy difícil generar rutinas compartidas. Y, por si fuera poco, Rob Pelinka y los suyos han hecho rectificaciones continuas, con jugadores que salieron y volvieron a entrar (Dwight Howard, Rajon Rondo...). Esta vez el repescado es Dennis Schröder.
Lakers es un monumental misterio. LeBron, incombustible, sigue sumando años, Anthony Davis, enorme jugador, sigue acumulando lesiones, y Russell Westbrook podría ejercer de sexto hombre ganando 47 millones de dólares. Pero a pesar de todo esto y a pesar de que en el banquillo habrá un debutante (Darvin Ham), Lakers puede ser capaz de lo mejor, y olvidarse de su espantoso 33-49 del pasado curso, que fue un auténtico esperpento.
Parecen buenos movimientos las llegadas de Dennis Schröder, Patrick Beverley, Thomas Bryant, Lonnie Walker IV y Juan Toscano-Anderson, aunque habrá que ver cuál es el físico de Bryant y cuánto suman las mentes de Schröder, un muy buen jugador, Beverley y Westbrook en el puesto de base. Otra duda radicará en cómo será la vuelta de Kendrick Nunn tras una baja de larga duración. Lo dicho, Lakers es un mar de dudas e incógnitas. Veremos hacia qué lado caen las respuestas. Al menos desde los despachos se ha conseguido rejuvenecer la plantilla.
SACRAMENTO KINGS (30-52)
Equipo acostumbrado a la nada. Años y años sin rumbo en una franquicia que ya ni se acuerda cómo huelen los playoffs, y que se empeña cada temporada en apartarse de cualquier aspiración competitiva mínima.
De'Aaron Fox y Domantas Sabonis han de ser sí o sí los dos jugadores que tiren del carro, sobre todo si el lituano consigue adaptarse definitivamente al fucionamiento de estos Kings que tienen como jugadores de apoyo esenciales a Harrison Barnes, al joven Davion Mitchell y al pívot Richaun Holmes, entre los que ya estaban en el equipo.
Como jugador que va a atraer todas las miradas: el novato Keegan Murray, ex de Iowa y número 4 en el último draft. Además, se unen a la causa Kevin Huerter y Malik Monk, que fue de lo más pasable en Lakers, así como el veterano Matthew Dellavedova. Pero bueno, ¿qué se puede esperar de un equipo que dejó pasar en el draft a Luka Doncic y que se desprendió de Tyrese Haliburton? Poco, sin duda.
DIVISIÓN SUDOESTE
MEMPHIS GRIZZLIES (56-26)
Brutal temporada 2021-2022 la de los Grizzlies con un líder espectacular como es Ja Morant, una campaña que puede dar paso a otra gran campaña vista la lucidez de Taylor Jenkins desde el banquillo y la apuesta por continuar con un núcleo joven cargado de baloncesto y de futuro. Y es que no hay que olvidar que estos Grizzlies tienen una edad media de 24,3 años, que es la sexta de la NBA y la más joven entre los equipos competitivos de la liga.
De las 6 incorporaciones al equipo, 5 son novatos, destacando la buena pretemporada del 19 del draft, Jake LaRavia. El sexto fichaje es el veterano Danny Green, que le vendrá muy bien como punto de apoyo profesional a los jóvenes jugadores de Memphis, que perdió a Kyle Anderson y De'Anthony Melton.
Morant estará secundado por un emergente Desmond Bane, pero también por un Jaren Jackson Jr. que ahora está lesionado, lo que abre la puerta a Santi Aldama, que ha sido titular durante toda la pretemporada. Además, Dillon Brooks, Steven Adams, el recién extendido Brandon Clarke, el joven Ziaire Williams, Tyus Jones... un equipo muy bien estructurado y cuyos jugadores ya saben lo que es jugar muy bien todos juntos. Memphis está llamado a afrontar cualquier reto.
DALLAS MAVERICKS (52-30)
Gran éxito de Mavericks con esas 52 victorias en el primer año de Jason Kidd en el banquillo, aunque ahora habrá que ver si el equipo puede estar a ese nivel tras la salida de Jalen Brunson, una salida que no se repuso, lo mismo que se hizo en su día con la salida de Kristaps Porzingis. De hecho, Luka Doncic, gran candidato a ser MVP, es hoy por hoy una estrella sin un acompañante estelar a su lado, algo poco común en la NBA.
Todo partirá de Doncic y todo acabará en Doncic. Lo bueno para Dallas es que tiene un plantel que lleva ya una buena cantidad de años jugando junto, jugadores como Tim Hardaway Jr., Maxi Kleber, Dwight Powell o Dorian Finney-Smith se conocen bien, y las contribuciones el año pasado de Spencer Dinwiddie y Reggie Bullock le vinieron muy bien al equipo, que vio partir además a Boban Marjanovic, el gigante que siempre hace equipo.
Dallas reforzó el puesto de pívot esta temporada contratando a Christian Wood y JaVale McGee, dos muy buenos fichajes, llega a última hora el argentino Facu Campazzo y habrá que ver cómo empieza su andadura profesional el novato Jaden Hardy.
NEW ORLEANS PELICANS (36-46)
Pelicans sigue ajeno al éxito desde que llegó Zion Williamson a sus filas, un Zion Williamson al que se le empieza a pasar el arroz como líder. Y ahí está la clave. Con Zion, una bestia de la naturaleza, sano, y con Brandon Ingram y C.J. McCollum en la plantilla este equipo no puede no estar en los playoffs. Lo contrario sería un nuevo fracaso.
La temporada pasada, con Zion en blanco, fue un fiasco que el equipo quiere olvidar en esta que está a punto de empezar. Y hay equipo para ello. Por ese camino apuesta David Griffin, que apenas ha movido el plantel este verano: 2 llegadas (2 novatos) y 3 bajas.
El big three, más Jonas Valanciunas, es un seguro de vida, si no hay lesiones. Y además están Devonte' Graham, Herb Jones, Larry Nance Jr., Jaxson Hayes, que sigue sin romper, el español Willy Hernangómez (el equipo vuelve a tener sobredosis de hombres altos), flamante MVP del Eurobasket, Garrett Temple, Jose Alvarado... y la apuesta por el rookie Dyson Daniels, el 8 del pasado draft. Plantilla hay para llegar a playoffs, ya sea por vía directa o a partir del play-in. Pero este equipo depende de que Zion sea Zion al por mayor.
SAN ANTONIO SPURS (34-48)
La vida ha cambiado mucho en los últimos años en San Antonio, siendo el punto de inflexión cuando la franquicia se vio obligada a prescindir de Kawhi Leonard, su líder a futuro. Desde entonces todo fue a peor, pero nunca Spurs había tenido una plantilla tan desmejorada, por ser suave, como la de esta temporada.
En mitad del curso pasado Derrick White acabó en Boston y este verano salieron, entre otros, Dejounte Murray, gran referencia del equipo, y Lonnie Walker IV, jugador ahora de Lakers. Spurs está en la actualidad en un proceso en el que la plantilla tiene 23,8 años de media y Gregg Popovich va a desarrollar más un papel de formación de sus jóvenes cachorros que de entrenador abonado al perfil competitivo. Porque la temporada se presenta para los texanos como un desierto interminable.
Popovich, Brett Brown y el eterno Will Sevening no podrán fabricar un milagro, pero al menos habrá que atender a las evoluciones de jóvenes como Devin Vessell, Josh Primo o Keldon Johnson, mientras Jakob Poeltl siga impartiendo inteligencia en la cancha. También habrá que estar atentos al número 9 del draft, Jeremy Sochan, que es uno de los 5 rookies que se incorporan a Spurs este año.
HOUSTON ROCKETS (20-62)
Houston fue el equipo que menos victorias consiguió la campaña pasada, solo 20. El equipo texano sigue en plena reconstrucción, siendo de hecho el equipo más joven de toda la NBA. Y este año será más de lo mismo: perder para seguir creciendo.
La gran alegría para Rockets es la llegada como número 3 del draft de Jabari Smith Jr., que se ha perdido casi toda la pretemporada por un esguince de tobillo, y el buen desarrollo que sigue teniendo el joven Jalen Green. Son estos dos jugadores sus grandes esperanzas de futuro, con permiso del turco Alperen Sengun, del alocado Kevin Porter Jr. y de un interesante rookie, Tari Eason, que ya ha sacado la cabeza en la preparación en este mes de octubre.
El veterano Eric Gordon tendrá que ejercer de padre en un equipo en el que el español Usman Garuba intentará ganar minutos y al que Boban Marjanovic llega para imponer buena química en el vestuario, algo que siempre viene bien en una escuadra tan joven.