Warriors convence con gran estreno de Poole en el regreso de Curry

Warriors dejó en su primera comparecencia de postemporada una imagen bastante aproximada a lo que puede llegar a ser el equipo cuando su juego empiece a funcionar a toda máquina.

Volvió Stephen Curry, Jordan Poole ejerció de Curry en un estreno de nivel, Klay Thompson sigue mostrándose razonablemente bien, que no es poco, Draymond Green se acerca a su yo más competitivo... y con el maestro Steph todavía lejos de su pico ofensivo los de San Francisco derrotaron con total holgura a unos Nuggets desangelados.

Regresó Curry tras un mes en el dique seco y le costó entrar en faena. Fue el de Curry un desembarco en la cancha progresivo, con un inicio desalentador en el tiro que no le hizo rendirse. A estas alturas ya no cabe la desconfianza en su forma de proceder en la pista. Sabe que más tarde o más temprano entrarán los tiros y todo volverá a su redil básico, a ese instintivo escenario en el que todo fluye.

Pero mientras Curry iba poco a poco entrando en materia partiendo de la suplencia con minutos restringidos, Jordan Poole iba haciendo en pista un Curry en su debut como jugador de playoff, un estreno realmente brillante que le llevó a anotar 30 puntos con excelentes porcentajes de tiro en el triunfo de su equipo ante Denver (123-107).

Todo parece en orden en Golden State, y más que lo estará si Curry regresa a su yo más perfeccionado, una cuestión para la que a lo mejor precisa aún algunos días.

El equipo de Steve Kerr defendió a un nivel impecable en los tres primeros cuartos y se marchó en el marcador tras firmar un 64-43 en los cuartos centrales, 24 minutos que le llevaron a tener una máxima ventaja de 22 puntos en el tercer episodio del partido para cerrarlo con marcador de 90-70.

Lo demás fue un puro pasatiempo de 12 minutos para cumplir con el trámite reglamentario de jugar 48.

Warriors, que movió muy bien el balón hasta asistir 33 de sus 43 canastas, se mostró, en definitiva, muy superior a unos Nuggets con poca identidad colectiva.

Los de San Francisco tuvieron a Klay Thompson con 19 puntos (5 triples en su haber), a Andrew Wiggins con 16 más 9 rebotes, al regresado Curry con 16 puntos y 4 asistencias en 22 minutos de acción y a Draymond Green con 12 tantos, 9 asistencias, 3 tapones y sabor a versión potente de sí mismo.

Es decir, cada pieza clave estuvo en clave 'mayor' a su manera todavía limitada, y el conjunto hizo el resto, con buenas labores de intendencia de Porter Jr., Payton II, Bjelica o Looney, que se encargó con Green de intentar detener esa horda baloncestística llamada Nikola Jokic que hoy pareció humana.

El serbio no lo pasó bien ante la defensa rival, con Green aplicándose con firmeza sobre él, aunque todavía le alcanzó para sumar 25 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias. Así son los partidos humanos de Nikola.

Lo peor para Denver es que Jokic solo tuvo el acompañamiento de Will Barton, autor de 24 puntos. El resto de jugadores visitantes fueron meros figurantes sin gracia, con un mal Aaron Gordon, un Monte Morris que apareció solo a ratos, un Bones Hyland sin la chispa de otros partidos... y un DeMarcus Cousins que acabó expulsado en el último cuarto tras recibir dos técnicas seguidas cuando solo había estado en pista 10 minutos.

El mexicano Juan Toscano-Anderson hizo 3 puntos en 4 minutos de juego y el argentino Facu Campazzo tuvo que ver los toros desde la barrera en cumplimiento de su sanción de un partido.