Cleveland derrota al big three de Milwaukee con un gran Love

Si hasta ahora había algo fiable en los Bucks era su big three. El balance del equipo con su trío estelar en juego es realmente notable. Pero poco ha importado hoy. Porque enfrente estaban los Cavaliers, un equipo exitoso a prueba de bombas.

Los Cavs siguen y siguen ganando pese a sus adversidades. Hoy jugaron sin Lauri Markkanen. Y no contaron con la versión más excelsa de Darius Garland. Pero dio igual. Este equipo defiende. Esta escuadra rema al unísono. Este conjunto tiene una intensidad general en el juego que abruma. Y goza de una gran confianza en sí mismo.

Hoy dos suplentes como máximos anotadores para ganar 115-99 a los campeones. Kevin Love, el renacido. Y Cedi Osman. Love sumó 25 puntos, 9 rebotes y 5 triples en 27 minutos; Osman hizo 23 puntos y 6 triples.

Tras ellos... Darius Garland (19 puntos y 8 asistencias) y Evan Mobley (16 tantos y 7 rebotes). Jarrett Allen hizo un muy ajustado doble-doble. Y los Cavaliers ya están con 30 victorias. Su 30-19 les encarama a la tercera plaza del Este. ¡Por delante de Nets y Bucks (30-20)! Verdaderamente espectacular. Para hacer estallar los pronósticos en cualquier casa de apuestas.

Cleveland rompió los esquemas de Milwaukee en el tercer cuarto. Con parcial de 39-22. Metiendo 7 triples en el cuarto. Y remató a los Bucks con la concatenación de los cuartos 2 y 3... 24 minutos con resultado de 69-42. Un auténtico palo para los de Budenholzer.

Los de Ohio metieron 19 triples. Y sus suplentes arrasaron a los de Bucks (57-15). Cleveland suma ya 8 victorias en sus últimos 9 juegos. Con Rondo alcanzando hoy las 7.500 asistencias en su carrera. Una cifra registrada por solo 14 jugadores en la historia de la NBA.

Milwaukee se hundió en los cuartos centrales. El equipo perdió en todo el partido 19 balones. Y Jrue Holiday tuvo una noche verdaderamente gris.

Giannis Antetokounmpo acabó con 26 puntos y 9 rebotes. Pero extravió 7 balones. Bobby Portis sumó 22 puntos. Khris Middleton hizo 21. Y poco más. Algo de Pat Connaughton, y se acabó.

No fue desde luego la noche de Milwaukee. Justo en el partido de suspensión del vilipendiado Grayson Allen.