Los Suns llegan a las Finales tras ganar el sexto con 41 puntos de Chris Paul

Algunos sueños se persiguen tanto que terminan consiguiéndose. El de Chris Paul ya está a medio cumplir. Porque tras 16 años en la NBA llega a sus primeras Finales. Phoenix Suns se ha proclamado campeón del Oeste. Lo ha logrado en la gran noche de Paul.

Partido para enmarcar el del base de los Suns. Números de ensueño para cumplir un sueño: ¡41 puntos, 8 asistencias, 3 robos, 0 pérdidas, 16 de 24 en el tiro de campo y 7 de 8 desde el triple! Fueron 35 minutos para enmarcar en una victoria inapelable. Los Suns derrotaron a los Clippers 103-130. La serie ha acabado 4-2. Serán las terceras Finales en la historia de la franquicia. Las primeras desde 1993. Han pasado casi tres décadas desde entonces.

No se podía imaginar algo así Paul cuando se dañó el hombro ante los Lakers. Luego se presentó la Covid-19 como un nuevo obstáculo. Y la triple fractura en la nariz de Devin Booker. Pero vista la situación de los rivales... Phoenix podía considerarse un equipo privilegiado. Clippers sin Kawhi Leonard, Serge Ibaka e Ivica Zubac. Sosteniéndose en el filo. Más allá de lo imaginable. Hasta que hoy Phoenix ha sacado su mejor versión como equipo. Y Paul se ha sacado de la chistera una actuación mágica. Baloncesto de altos vuelos el del equipo de Arizona.

El partido lo rompió el genial base de los Suns. En la cancha en la que fue rey durante muchos años jugando con los Clippers. Su final de tercer cuarto e inicio de último lo definió todo. Cerró el tercer acto metiendo 8 puntos consecutivos para poner el 83-97 a favor de los suyos. Y machacó en el inicio del último período a su exequipo hasta el 92-118. Nada menos que 26 puntos de ventaja para quebrar la resistencia rival.

¡Qué manera de sentar cátedra! Un máster acelerado de baloncesto apto para todos los públicos. Muy al contrario que la actitud de Pat Beverley. Apta para ningún público. Con 5:48 para el final la frustración le llevó a empujar por la espalda a Paul. Expulsión de libro. Un triste final. Pero un final acorde a la personalidad desbaratada de Beverley (grandes playoffs los suyos).

Phoenix dominó el partido de principio a fin. Al descanso se fue ganando 57-66. Un dominio que se acrecentó en el tercer cuarto. Y que se volvió tiránico en el último.

Los Suns defendieron. Los Suns bordaron el baloncesto ofensivo (56,4% en campo). Con un enorme acierto desde el triple (17 de 31). Con una fluidez en ataque maravillosa. El rebote fue visitante. No es fácil ganar por 27 puntos disponiendo de 21 tiros libres menos que el rival. Phoenix lo hizo.

Devin Booker tardó 6 años en jugar sus primeros playoffs. Pero en su primera postemporada llega a las Finales. Hoy jugó sin máscara. Solo se la puso al final cuando el partido ya estaba decidido. Eso le costó un peligroso golpe en la nariz. Aguantó bien el tipo. Metió 22 puntos.

Importantísimo Jae Crowder (19 puntos y 5 triples). Además de defender tuvo una primera parte excelente en ataque. Sobresaliente su segundo cuarto. Y crucial también el paso adelante de Deandre Ayton. Nada que ver con su deficiente quinto partido. En el sexto supo moverse frente al small ball de Clippers. Dominó los tableros y siempre estuvo activo. Sumó 16 puntos y 17 rebotes con 8 de 10 en el tiro.

Ayudaron al logro Mikal Bridges, Cameron Payne y Torrey Craig. Hoy sin Cam Johnson. Suns fue una fiesta. A medio minuto del final, el abrazo entre Paul y Monty Williams. Con una carga emocional mucho más allá del baloncesto. Una carga muy profunda. Un tándem hermoso Williams-Paul.

Clippers, mientras, se quedó muy cerca de la orilla. Esta vez con Kawhi siguiendo el partido desde la banda. El equipo de Lue llegó hasta donde pudo.

No sirvió el partidazo de Marcus Morris. Este tipo responde ante la presión. Hoy hizo 26 puntos y 9 rebotes. El mejor jugador del equipo local.

Esta vez los angelinos contaron con un Paul George humano. No terminó de romper nunca. Acabó con 21 unidades anotadas y 9 rebotes. Reggie Jackson fue de más a menos. DeMarcus Cousins nos dejó 5 minutos en la primera parte en los que sumó 10 puntos. Incluido un triple contra tablero sobre la bocina del primer cuarto. Y Beverley brilló en ataque en la primera mitad. Volvió a ser una pieza intensa. Volvió a ser un tipo que aporta. Hasta que en el cuarto final perdió la chaveta. Tampoco la tiene muy bien hallada.

Suns ya ha de pensar en las Finales. Ante Bucks o Hawks. En busca de su primer título. Unas Finales que comenzarán en Phoenix. Porque el factor cancha está de su lado. Chris Paul empezará entonces a luchar por su gran sueño. Aunque lo de hoy ya ha sido un aperitivo maravilloso para él. Ahora está en el lugar en el que nunca estuvo.