Indiana Pacers arrasa a los Hornets de principio a fin

Domantas Sabonis y Malcolm Brogdon sentados en la banda todo el último cuarto. Lujo asiático en una competición tan exigente como es un play-in sin tiempo para el descanso, un lujo producto de la soberana paliza que Indiana Pacers ha endosado a Charlotte Hornets.

Resultado final: 144-117. En un partido con un recorrido bien significativo: 40-24 en el primer cuarto, 69-45 al descanso, 108-78 en el tercer cuarto, ventajas de más de 30 puntos en el último acto y ese 144-117 final. Un auténtico paseo militar.

Indiana tuvo a 7 jugadores en dobles dígitos anotadores, metió el 55,2% de sus tiros de campo lanzando 105 tiros, acometió bien el triple (especialmente en la primera mitad), dominó el rebote y sumó 35 asistencias.

Oshae Brissett fue el máximo anotador local con 23 puntos (10 de 14 en el tiro), Doug McDermott añadió 21 en 26 minutos (16 en el primer cuarto), T.J. McConnell tuvo 17 y 4 robos, Malcolm Brogdon hizo 16 puntos y 8 asistencias jugando 21 minutos y Domantas Sabonis mejoró su anotación en el tercer cuarto para terminar con 14 puntos, 21 rebotes y 9 asistencias sin jugar todo el cuarto final. ¡Al final del tercer cuarto llevaba el lituano la mitad de los rebotes de su equipo: 21 de 42!

Decepcionante partido de los Hornets. El play-in arrancó sin competencia. Lo más suave que se puede decir es que no hubo partido. Las antagónicas intensidades de juego de unos y otros dejaron todo visto para sentencia desde el primer momento. Indiana dominó a placer el primer cuarto con un enorme McDermott y a partir de ahí ya no hubo emoción alguna.

Partían los Pacers con la sensible baja de Caris LeVert, un duro golpe, una baja que se sumaba a las muchas que arrastra el equipo, pero a cambio pudieron contar con Malcolm Brogdon, al que se vio bastante bien.

El primer cuarto fue un abuso. Parcial de 20-7 de inicio. A mediado de cuarto, McDermott llevaba 14 puntos y Charlotte sumaba 9. Los locales acumulaban 30 puntos en los primeros 8 minutos del partido y se fueron del primer cuarto ganando 40-24 tras una canasta sobre la bocina de Edmond Sumner, que no fue la única del partido para Indiana, ya que terminó el tercer cuarto con otra cesta sobre la bocina de McConnell.

Un primer cuarto de Indiana para enmarcar: 15 de 25 en campo, 7 de 14 en triples, 11 asistencias y 1 pérdida de balón.

El segundo cuarto fue más de lo mismo. Charlotte seguía sin comparecer en el encuentro y los Pacers se iban y se iban en el marcador pese al día negado de Sabonis en la anotación, un Sabonis que, eso sí, dominó los tableros a su antojo y encauzó la ofensiva de los suyos con su visión de juego. Un Sabonis, por cierto, peleado con los árbitros durante toda la primera parte, y razón no le faltó en más de una jugada.

Se fueron al descanso los Pacers con la máxima ventaja de la primera parte: 69-45. McDermott llevaba 20 puntos, Brogdon sumaba 13 y 6 asistencias, funcionaban Oshae Brissett, T.J. McConnell y Edmond Sumner, y Sabonis sumaba 2 puntos ( 1 de 8 en el tiro), ¡pero acumulaba 12 rebotes y 5 asistencias!

Charlotte, una pena, una profunda decepción, con Gordon Hayward contemplando el desastre desde la banda. Intensidad nula, una falta de concentración apabullante, defensa desastrosa, incapacidad desde el triple y un LaMelo Ball para olvidar que solo fue capaz de maquillar su pobre estadística en el último cuarto, cuando ya todo resultaba intrascendente.

El máximo anotador visitante fue Miles Bridges con 23 puntos, a los que añadió 8 rebotes, pero el jugador con mayor intensidad, con diferencia, de todo Charlotte fue Cody Zeller, que defendió, luchó, sumó 17 puntos y no falló un solo tiro (7 de 7 en campo). Terry Rozier falló más que una escopeta de feria: 16 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias, 7 de 20 en campo y 0 de 9 en triples. Y los números finales de Ball -14 puntos y 4 asistencias- no reflejan su nefasto partido. Desaparecido Devonte Graham, cuyo único momento positivo del partido fue el triple desde el logo que anotó en el primer cuarto cuando se agotaba la posesión de su equipo.

Muy mala imagen la que ha dado el equipo de James Borrego en su último partido de la temporada.