Atlanta arrasa a los Suns en el último cuarto para ganar por 32 puntos

Se acabó la racha triunfal de los Suns. Llevaba el equipo de Monty Williams 5 victorias seguidas. Pero los Hawks y el apretado calendario hicieron estragos en la buena marcha de Phoenix. El último cuarto del partido fue un auténtico baile. Fiesta local por todo lo alto.

Venía Phoenix de jugar 24 horas antes contra Cleveland. Dicho así, no parece gran cosa. Pero el problema es que el partido de los Cavs acabó con prórroga y exprimió a los Suns.

Esa puede ser una de las causas del desastre del equipo en el último cuarto. Pero no la única. El rival se merece todos los elogios del mundo. Atlanta Hawks defendió de forma excelente en la segunda parte. Esa forma de ver el baloncesto está en el ADN de su entrenador. Nate McMillan combina perfectamente a sus jugadores para buscar el equilibrio y no perder defensa. Porque el arsenal ofensivo de estos Hawks no hace falta descubrirlo. Atlanta tiene puntos guardados en su genética para regalar.

El momento clave del Hawks-Suns llegó en el inicio del último cuarto. El tercero había acabado 97-88. Fue el novato Okongwu el que lo inició todo. Tres canastas suyas para arrancar los últimos 12 minutos. Para poner el marcador 103-88. Para ser la avanzadilla de un parcial de 16-0 que definió el partido. Porque ese parcial dejó el luminoso en un harto elocuente 113-88 a 8:02 del final. Expediente resuelto.

El cuarto final acabó con un tremendo varapalo para Phoenix: 38-15. Parcial de la segunda parte: 68-38. Y los Hawks vencieron 135-103 a uno de los gallitos de la competición. El pequeño imperio que quiere construir McMillan ya tiene otro hito que recordar.

Atlanta tuvo a 7 jugadores en 10 o más puntos. Clint Capela sumó 18 puntos y 10 rebotes en 24 minutos; Trae Young hizo 16 tantos, 12 asistencias y solo una perdida de balón; Bogdan Bogdanovic logró 16 puntos, 6 asistencias y 4 de 6 en el triple; Danilo Gallinari y Lou Williams también firmaron 16 por cabeza... Y el novato Okongwu, el que inició el baile, se fue con muy buenos números. Logró 14 puntos, 7 rebotes y 3 robos. Jugando solo 18 minutos.

El equipo local acabó el partido con un 63% en el tiro de campo. Lanzó de 3 con efectividad del 50%. Acumuló 35 asistencias. Se dio, en definitiva, un auténtico homenaje.

En los Suns, 30 puntos de Devin Booker. Y 18 de Mikal Bridges. Poco más que añadir. Chris Paul tuvo una noche gris. Y ya se sabe... no Paul, no party. La segunda unidad aportó poco. Deandre Ayton pasó desapercibido. El pívot de Suns no es un gran generador de canastas. Y con Paul gris, menos.

El partido tuvo dos partes antagónicas. Una primera tejida por la igualdad. Con una primera mitad que finalizó 67-65 tras el festivo 42-38 del primer cuarto. Un primer cuarto con los dos equipos rozando el 70% de efectividad en el tiro. Con acierto de todos desde el triple. Con solo una pérdida de balón de Phoenix. Con 8 jugadores locales anotando. Ese tipo de fiesta ofensiva tan propia de esta NBA pandémica. Pero llegó la segunda mitad y todo cambió. A Suns no le dio el cuerpo para seguir de fiesta, a Hawks, sí.