Lakers brilla en el back-to-back con triple-doble de LeBron y 25 de Harrell

Lakers se ha dado un homenaje ofensivo en 24 horas. Espectacular back-to-back ante Warriors y Timberwolves. Dos victorias anotando 128 y 137 puntos. Dos triunfos sumando 73 asistencias. Dos alegrías con sendos triples-dobles de LeBron James. Dos éxitos con 52 puntos de Montrezl Harrell.

Minnesota era la víctima propiciatoria. Pero que no engañe el resultado. Los Timberwolves tutearon a los Lakers en la primera parte. Y se resistieron hasta los comienzos del cuarto final. Pero los locales pusieron la directa en el momento de la verdad. Pisó el acelerador el equipo angelino y allí se quedaron los Wolves, tirados como colillas.

Lakers cerró el partido anotando 14 de sus 23 tiros en el último cuarto. El parcial de la segunda parte fue de 66-51. Porque la clave del triunfo fue que Lakers apretó en defensa tras el descanso.

Victoria local por 137-121. Para ponerse 27-13. Con LeBron firmando 2 triples-dobles en 24 horas. Esta vez, 25 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias. Ya suma 99 en su carrera. Pero lo mejor fue ver su exhibición física. Es un portento. A nadie se le escapa. Y con Harrell sumando otros 25 puntos más 6 asistencias. Con 11 de 16 en el lanzamiento de campo. Ha dado un gran paso adelante ante las bajas de Davis y Gasol.

Además, 16 puntos de Kyle Kuzma, Tylen Horton-Tucker y Dennis Schröder. Con el alemán dando 7 asistencias. ¡Los suplentes de Lakers anotaron 68 puntos! Excelentes los porcentajes del equipo en el tiro. Y 37 asistencias al final de la noche.

Minnesota contó con 3 grandes piezas: Karl-Anthony Towns, Anthony Edwards y Ricky Rubio.

Towns sumó 29 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias. Edwards hizo 29 cuando venía de anotar 34 en el anterior partido. Y Rubio terminó con 19 puntos, 12 asistencias y solo una pérdida. Metió 8 de sus 11 tiros de campo y robó 3 balones. Muy bien el español, que suele hacer buenos partidos ante los Lakers. El también español Juancho Hernangómez sumó 5 puntos y 3 rebotes. Estuvo 19 minutos en juego. Pero poco se puede hacer encajando 137 puntos. Poco o nada, a pesar de vivir en la NBA del 'despilfarro' anotador.

La primera parte fue un festival ofensivo. Una fiesta del espectáculo. Un olvido premeditado de cualquier actitud defensiva. Nos dejó un gran inicio de Ricky Rubio. Un mal golpe de Karl-Anthony Towns contra el suelo. Y un resultado de 71-70 al final de la primera parte.

Luego llegó el tercer cuarto. Y ahí disfrutamos todos de lo mejor de la noche. Puro espectáculo. Pudimos ver un canastón abracadabrante de LeBron a aro pasado. Tremendo despliegue de poderío y coordinación. ¡Pudimos ver a Layman poner 2 tapones seguidos a LeBron James y Markieff Morris para terminar anotando a la carrera! Y pudimos ver la jugada de la noche. ¡Madre mía, qué tapón le plantó James a Layman cuando este intentaba el mate! Aquí está la jugada.

Ese tercer acto nos dejó un gran arranque del novato Anthony Edwards. Y a un LeBron encendido e hiperactivo. Al final, 102-94.

Fue en el cuarto cuarto cuando Lakers ya no se anduvo con remilgos. Montrezl Harrell le hizo un tapón salvaje a Reid. Y los locales se pusieron 116-104 con un triple de Wes Matthews. A partir de ahí todo fue coser y cantar. La defensa inexistente de Minnesota siguió siendo inexistente y Lakers dio la puntilla. Hasta escaparse cómodamente en el marcador y ganar 137-121.