Nikola Jokic, o cómo un pívot puede dar 54 asistencias en 4 partidos
El serbio empieza la temporada promediando un triple-doble en sus primeros 4 juegos
Se llama Nikola Jokic y no es un pívot al uso. En realidad, es un base todoterreno encerrado en un corpachón de pívot, un tipo con una creatividad desbordante que sostiene todo el esqueleto competitivo de los Denver Nuggets.
El serbio es un fuera de serie, de eso no hay ninguna duda, pero es que su inicio de temporada está resultando apoteósico a nivel individual, aunque a su equipo no le estén acompañando los resultados (marca de 1-3 para Denver).
Es verdad que Jokic perdió 10 balones en su último partido, pero ese es el único pero que se le puede poner a su fulgurante arranque de curso.
¡Jokic promedia un triple-doble en los primeros 4 partidos: 24,5 puntos, 11,8 rebotes y 13,5 asistencias, sí, 13,5 asistencias! Además, 1,5 robos de balón, un 62,5% en el tiro de campo, un 40% desde el triple y un 80% desde la línea de castigo. Su único lunar, las 6 pérdidas de balón que acumula por partido, algo que debe enmarcarse en una realidad que no es otra que todo el juego ofensivo de Nuggets pasa por él.
La cifra que deja a todos sin aliento es la que le lleva a ser un pasador sin parangón en este arranque competitivo: ¡Jokic ha repartido 54 asistencias en los primeros 4 encuentros del curso!
En 4 partidos ha firmado 3 triples-dobles (en el único que no lo ha hecho se quedó a un rebote de conseguirlo), lo que le lleva a acumular ya 44 triples-dobles en temporada regular a lo largo de su carrera NBA. Se sitúa el serbio en el noveno puesto de la lista histórica de triples-dobles, una lista que tiene a 4 jugadores por encima del centenar: Oscar Robertson (181), Russell Westbrook (149), Magic Johnson (138) y Jason Kidd (107).
Jokic, que está promediando 38,3 minutos por partido, se muestra aún más capaz físicamente desde que perdió kilos durante el parón pandémico. Es un jugador que engaña porque a pesar de que su físico esté a años luz de los de otras estrellas de la liga, su fondo y su capacidad resultan notables. De su mente, ni hablamos. Y tiene solo 25 años. ¡Qué tipo más a contracorriente este Jokic! ¡Qué gran soplo de aire fresco para el baloncesto!