ANÁLISIS / PREVIA CONFERENCIA OESTE
PREVIA OESTE: ¿Algún equipo podrá acercarse a los Lakers?
Lakers es el rey del Oeste con Clippers y Nuggets como segundo y tercero en las proyecciones
Nos ocupamos ahora de las previsiones correspondientes a la Conferencia Oeste, una conferencia que va a presentar una batalla salvaje por los playoffs, pero que a la vez se identifica con el potencial poder hegemónico de los vigentes campeones, Lakers.
El equipo angelino se ha reforzado de forma espectacular. Su plantilla asusta. Lakers es el indiscutible favorito para ganar en el Oeste y para repetir título, con Clippers como segundo de a bordo en la conferencia y Nuggets como tercero.
Luego, una pelea sin fin entre equipos como Jazz, Pelicans, Suns, Blazers o Warriors, toda vez que Houston Rockets es hoy por hoy una incógnita dada la química existente en la franquicia.
Equipos como Thunder, Kings o Spurs parecen fuera de playoffs sí o sí, mientras que otros como Grizzlies o Timberwolves tendrán que hacer una gran campaña si quieren aspirar a la lucha por la postemporada.
Aquí está nuestro análisis por divisiones.
NOROESTE
DENVER NUGGETS
Los Nuggets de Mike Malone son un seguro de vida, pero les falta ese pasito que transforma un equipo potente en un equipo realmente aspirante al título. Que van a estar en el Top 4 de la Conferencia Oeste nadie lo duda, pero lo que está por ver es qué paso pueden dar para llegar lo más lejos posible en los playoffs.
Denver cuenta con dos líderes jóvenes muy sólidos. De Nikola Jokic, poco que descubrir. Es un base encerrado en un cuerpo de pívot, un tipo que hace mejor todo lo que le rodea, un auténtico cerebro privilegiado vestido de corto. A su lado, un Jamal Murray que demostró en la burbuja hasta donde puede llegar. ¡Menudo dúo este!
El equipo ha perdido a dos grandes piezas para su juego colectivo, Jerami Grant y Torrey Craig. Mientras, han llegado al estado de Colorado JaMychal Green y el argentino Facundo Campazzo, dos excelentes incorporaciones. Campazzo es un jugadorazo, pero ha elegido un difícil reto individual. Veremos cómo se integra en la rotación del equipo.
Por lo demás, Denver mantiene intacta gran parte de su plantilla. Habrá que estar atentos al desarrollo de Michael Porter Jr., se ha visto muy bien en la pretemporada a Paul Millsap y el equipo sigue contando con secundarios de nivel como Gary Harris, Will Barton o Monte Morris.
OKLAHOMA CITY THUNDER
Increíble el 44-28 operado por Thunder la pasada temporada. Un auténtico milagro. Pero esa hazaña es ya historia. Ahora, OKC está en otra pantalla, la de la reconstrucción, y el mago Sam Presti ha decidido hacerla a las bravas, a lo grande, en un ejercicio extremo de malabarismo. Para ello, se ha desprendido de todos sus hombres importantes y ha acumulado elecciones de draft hasta la saciedad, como no se había visto antes. Un modo de proceder inteligente.
¡Ha habido 11 bajas y 11 altas! De una tacada se han ido del equipo Chris Paul, Dennis Schöder, Danilo Gallinari y Steven Adams, entre otros. A eso se le llama desmantelar un equipo pensando en el futuro.
Llegan jugadores en la recta final de sus carreras, jugadores como Al Horford (gran estado de forma en los partidos de preparación), George Hill o Trevor Ariza, que no parece que vaya a incorporarse al equipo por ahora. Horford tendrá una gran ocasión para reivindicar su estatus de All-Star, pero caer a su edad de Sixers a Thunder constituye una auténtica pesadilla a nivel competitivo.
Debuta a los mandos del equipo el joven técnico Mark Daigneault (35 años), que trabajaba como secundario de Billy Donovan. En sus manos jugadores que pueden ir mejorando con Shai Gilgeous-Alexander al frente (gran campaña la que dejó atrás) y con Leguentz Dort a la espera de ratificar su poder defensivo y ¿ofensivo? Además, habrá que poner el ojo en los novatos Theo Maledon y Aleksej Pokusevski. Pero no hay que equivocarse: este equipo está llamado a quedar último en el Oeste.
UTAH JAZZ
No parece que el movimiento de Mike Conley mejorara mucho a Utah Jazz la pasada temporada, algo que sí pareció provocar la llegada de Bojan Bogdanovic. Ha pasado un año y estos Jazz tienen la obligación de ratificar su poder en el Oeste, con un objetivo que podría trazarse en quedar entre la cuarta y la sexta posición. Es Utah un equipo para estar sin problemas en la postemporada, pero ha de tener cuidado, porque los de Salt Lake City no se han reforzado.
Utah apuesta por la continuidad. Quin Snyder tendrá nuevamente como dúo estelar al ofensivo Donovan Mitchell (¡enorme su duelo en playoffs con Jamal Murray!) y al defensivo Rudy Gobert, que acaba de extender su contrato. Son las dos piezas esenciales del engranaje de Jazz.
Habrá que ver el estado físico de Bogdanovic, pero él, Conley, que está en el último año de su contrato, y Joe Ingles son piezas vitales para el equipo, como han de ser importantes Jordan Clarkson en ataque partiendo desde la segunda unidad y Royce O'Neal en defensa.
El equipo ha rescatado a Derrick Favors, que regresa tras una breve experiencia en Pelicans.
PORTLAND TRAIL BLAZERS
Portland sufrió mucho la pasada temporada para meterse en los playoffs, justo cuando venía de hacer una postemporada 2019 enorme. El equipo de Oregón no suele fallar. Tiene un gran técnico, Terry Stotts, muchas veces minusvalorado, y una notable plantilla con un líder espectacular, Damian Lillard, y un dúo de enganche notable formado por el propio Lillard y C.J. McCollum.
El tercer jugador de esta plantilla es, sin duda, el bosnio Jusuf Nurkic. Dejada atrás la grave lesión que sufrió, Nurkic es un jugador completísimo, de eso no hay ninguna duda. Y el cuarto seguirá siendo Carmelo Anthony, que se ha quedado en Portland porque en este equipo encontró un acomodo que no sintió en sus polémicos pasos por Thunder y Rockets que tan tocado le dejaron.
Pero es que más allá de sus figuras más emblemáticas, la franquicia se ha reforzado con mucha inteligencia. El fichaje más interesante es el de Robert Covington, un jugador que siempre hace mejor al equipo donde juega. Además, regresa Enes Kanter, que puede aportar minutos de refresco a Nurkic a partir de su fantástica ofensiva y que ya conoce la franquicia, y llega Derrick Jones Jr., procedente de Miami Heat. Son tres buenos refuerzos, cada uno con sus propias limitaciones, claro.
Junto a todos ellos, secundarios como Gary Trent Jr., que ha progresado mucho, Zach Collins o Rodney Hood. También Harry Giles, que ha hecho una muy buena pretemporada, pero que casi siempre se queda en tierra de nadie.
MINNESOTA TIMBERWOLVES
Mejorar el horrible 19-45 de la pasada campaña será tarea fácil. Otra cosa será el poder meterse en los playoffs. Minnesota ambiciona algo así, pero la tarea se antoja titánica.
Los Timberwolves cuentan con dos estrellas jóvenes en crecimiento, dos estrellas de una inmensa calidad a las que le falta dar el paso definitivo. Tanto D'Angelo Russell como Karl-Anthony Towns están llamados a liderar al equipo, pero al dominicano le falta implicación defensiva y grupal. Eso sí, Towns es hoy por hoy uno de los mayores talentos ofensivos de la NBA, un jugador excepcional.
Esta es una franquicia que tiene puestas muchas esperanzas en que un tercer joven sea capaz de darles un big three ganador. Se trata del número 1 del último draft, Anthony Edwards. No se sabe muy bien cómo será su adaptación, pero lo que está claro es que le sobra calidad para causar impacto en su primer año como profesional. Atrás quedó la decepción de Andrew Wiggins.
Regresa al equipo Ricky Rubio, al que fuera su hogar durante tantos años. Seguro que el jugador español aportará, y mucho, a estos Wolves. La madurez en su juego es indudable, y ha ido mejorando poco a poco su disparo exterior. Edwards, Rubio y Ed Davis constituyen las tres incorporaciones de más enjundia. Incorporaciones que se unen a los aportes de Malik Beasley, que será importante en los esquemas de Minnesota, Josh Okogie, vital pieza defensiva, y el español Juancho Hernangómez, que tiene una nueva oportunidad de brillar, tal y como lo hiciera a su llegada al equipo.
PACÍFICO
LOS ANGELES LAKERS
Tremendo trabajo de Rob Pelinka y todo su equipo en el reciente mercado. Lakers es el mejor ejemplo posible de cómo mejorar un proyecto ganador que defiende títutlo. Si en el Este los Bucks pueden parecer favoritos con varios equipos pisándoles los talones; en el Oeste el favoritismo de Lakers parece intocable, hegemónico, casi tiránico. Plantilla tienen para eso y más.
No sería la primera vez que un proyecto de Lakers que parece inalcanzable para el resto de los equipos acaba derrapando, pero no parece el caso. Porque estos Lakers presentan ya una línea triunfal. Hoy por hoy, LeBron James y Anthony Davis conforman la mejor dupla de la liga. De eso no hay duda.
Pero es que la renovación del equipo ha sido espectacular. Se fue mucha experiencia para bien y para mal. Se marcharon Avery Bradley, Danny Green, Rajon Rondo, Dwight Howard, JaVale McGee... pero es que a cambio llegaron Montrezl Harrell, Dennis Schröder, Marc Gasol y Wesley Matthews. Tremendos sumandos. Harrell y Schröder pueden dar al equipo un extra inalcanzable para los rivales y Marc Gasol y Wes Matthews van a aportar defensa y experiencia, con el español ofreciendo su sabiduría en la pista a partir de su brillante visión de juego.
El infravalorado Fran Vogel va a tener una plantilla pluscuamperfecta en sus manos. El equipo ha retenido en sus filas a Kentavious Caldwell-Pope, ha renovado a Kyle Kuzma, que está ante una campaña crucial para él, y sigue teniendo en nómina a Markieff Morris y al siempre intenso Alex Caruso. Y por si fuera poco ha descubierto en la pretemporada un as bajo la manga, una inesperada perla llamada Talen Horton-Tucker. ¿Qué puede salir mal?
LOS ANGELES CLIPPERS
Los Clippers parecen haber perdido la mano con los Lakers. Al menos, en teoría. El conjunto menos exitoso de L.A. a lo largo de la historia sigue teniendo un equipo muy competitivo, pero parece abocado a ser el segundo del Oeste.
Perder a Harrell a manos del gran rival no debió gustar demasiado a gran parte de los aficionados de Clippers, como tan poco fueron plato de buen gusto las salidas de buenos jugadores como Landry Shamet o JaMyChal Green. Eso sí, la partida de Harrell fue compensada con un fantástico fichaje, el de Serge Ibaka.
Ibaka es lo más novedoso y más positivo en Clippers de cara al inminente inicio de la competición junto al cambio de entrenador (esto tal vez más novedoso que positivo): el sobrevalorado Tyronn Lue ocupa el lugar de su ya exjefe Doc Rivers. Llegaron también Nicolas Batum (habrá que ver qué Batum tenemos en Clippers) y Luke Kennard, que es un jugador que no engaña, un tipo que hace lo que se espera de él.
Este equipo es el equipo de Kawhi Leonard, el jugador que ha demostrado tener más instinto asesino en los momentos de la verdad en los últimos años. Pero también tendría que ser el equipo de Paul George, un fantástico jugador que tendrá que acallar algunas críticas con su mejor juego. A su alrededor, la dureza competitiva de tipos como Patrick Beverley o Marcus Morris, así como la calidad inmensa de Lou Williams y las aportaciones de jugadores como Reggie Jackson, Ivica Zubac o Patrick Patterson. Este equipo sigue teniendo una fantástica plantilla. ¿Le dará con ella para batir a los Lakers?
PHOENIX SUNS
El equipo se ha movido con inteligencia en el mercado, aunque a más de uno le asaltan algunas dudas respecto a los movimientos que ha llevado a cabo. Lo cierto es que ha llegado Chris Paul a Arizona después de fabricar el milagro Thunder y revelar que su contrato tóxico ya era menos tóxico. Pero no solo llega Paul, también aterriza en Phoenix Jae Crowder, un muy buen jugador cuya última demostración de fuerza la llevó a cabo en la burbuja con los pujantes Miami Heat.
Las adiciones de Paul y Crowder resultan suculentas, más aún si se unen a Devin Booker y Deandre Ayton -las dos grandes referencias del equipo-, pero es que además han llegado jugadores de rol interesantes como E'Twaun Moore, Abdel Nader o Langston Galloway, que se suman a otros que ya estaban en el equipo, tales como Cam Johnson, Dario Saric o Mikal Bridges.
Eso sí, han partido del equipo Ricky Rubio y Kelly Oubre Jr., dos piezas que parecían realmente imporantes, así como Aron Baynes y Frank Kaminsky, todos ellos pertenecientes a un proyecto que se quedó a un tiro (literalmente a un tiro) de los playoffs tras una gran temporada.
Veremos qué dan de sí estos Suns que reúnen de nuevo a Monty Williams y Chris Paul en un proyecto común. Al equipo parece faltarle profundidad de miras en su segunda unidad, pero no es menos cierto que el quinteto titular va a resultar ciertamente espectacular.
SACRAMENTO KINGS
Unos Kings sin la pareja Vlade Divac-Peja Stojakovic en los despachos, pero con el criticado Luke Walton permaneciendo en el banquillo. No hay que engañarse: este equipo no va a jugar los playoffs. Porque este equipo necesita aún un gran trabajo para ser realmente competitivo.
Aterrizan en Sacramento Hassan Whiteside, un jugador lleno de luces y sombras, y el novato Tyrese Haliburton, que apunta a ser uno de los grandes robos del draft. Pero los Kings se han quedado sin la enorme calidad de Bogdan Bogdanovic, que tras su esperpento con Bucks terminó en Hawks.
Este ha de ser el equipo de De'Aaron Fox, por contrato y por posición en la cancha. Buddy Hield está llamado a elevar sus prestaciones acorde a lo que la franquicia pide de él. No quiere Hield volver a ser suplente, y desea con todas sus fuerzas, o al menos eso parece, demostrar su valía ofensiva. Y Harrison Barnes seguirá como una pieza importante en el ataque, aunque este jugador siempre se creyó mejor de lo que es, y resulta a todas luces muy lineal.
La gran pregunta radicará en saber con qué Marvin Bagley III y Jabari Parker nos encontramos. Son dos jugadores de enorme calidad, pero al primero le ha faltado por ahora coraje y ambición y al segundo le han sobrado lesiones. Porque sobre Nemanja Bjelica, Cory Joseph o Richaun Holmes no parece haber dudas: son secundarios que van a contribuir. Pero aporten lo que aporten todos... esta plantilla parece insuficiente a la hora de estar en la postemporada.
GOLDEN STATE WARRIORS
El equipo que pasó de disputar 5 Finales consecutivas a ganar solo 15 partidos. Esos son los Warriors, una franquicia que se tiene que reinventar tras el estrepitoso fracaso sufrido en su traslado estelar a San Francisco. Y esa reinvención pasaba por un Klay Thompson sano. Con él en pista, Warriors podía aspirar a grandes cosas; con él fuera de juego, Warriors tendrá que adaptar sus objetivos.
Eso sí, aun sin Thompson, Golden State tiene equipo para aspirar a la postemporada. Stephen Curry ha causado una grata impresión en la pretemporada tras venir de una delicada lesión, y eso es lo más importante.
Curry es el gran líder que le queda a estos Warriors, pero no está solo. Lo peor es que los dos jugadores que han de ser sus lugartenientes de lujo siembran muchas dudas. Hablamos de Draymond Green, que viene de hacer una pésima temporada, y de Andrew Wiggins, que parece más musculado, pero que sigue inmerso en un eterno estancamiento. Y luego están, claro, las inclusiones del número 2 del draft, James Wiseman, y del alero Kelly Oubre Jr., dos grandes incorporaciones que pueden dar un salto de calidad imprevisible al equipo.
Steve Kerr tiene además un buen grupo de secundarios como Marquese Chriss, Kevon Looney o Eric Paschall, a los que se suman las llegadas de Kent Bazemore y Brad Wanamaker. Es decir, algo de profundidad de banquillo tiene el equipo. Eso sí, tampoco para lanzar las campanas al vuelo.
SUDOESTE
HOUSTON ROCKETS
Escribir sobre Rockets es escribir sobre una franquicia inestable por su falta de química, es escribir sobre un equipo arrastrado por las circunstancias hacia un lugar que nadie conoce. Por no saberse, no se sabe ni siquiera dónde está el futuro de su gran jugador franquicia, James Harden, un jugador impresionante que fue incapaz de convivir con Chris Paul y con Russell Westbrook, y que parece ahora incapaz de convivir con la franquicia con la que ha alcanzado el máximo estrellato.
Los Rockets son una jaula de grillos, una especie de gran granada a punto de explotar, y eso es lo que les convierte en imprevisibles, eso y el hecho de que los grandes refuerzos que han llegado, John Wall y DeMarcus Cousins, crean confusión en todos, porque han sido dos grandes estrellas, porque han acabado destrozados por las lesiones y porque han presentado signos para la esperanza en la pretemporada, con un Wall excelso y con un Cousins más que correcto.
Más allá de Wall y Cousins, que se reúnen tras jugar juntos en la universidad, estamos ante una franquicia que perdió de golpe a su eterno general manager, Daryl Morey, y a su más exitoso entrenador en el siglo XXI, Mike D'Antoni, y que ahora deja esas dos responsabilidades en manos de Rafael Stone y Stephen Silas, dos continuadores faltos de experiencia que han visto marchar a jugadores como Robert Covington, DeMarre Carroll, Austin Rivers o Jeff Green, con especial dolor para la marcha de Covington.
Aún así, Rockets, vista su plantilla, conserva todavía poder. Tiene a los citados Harden, Wall y Cousins (aunque todos, por una causa o por otra, estén bajo sospecha), conserva a P.J. Tucker y Danuel House y ha fichado a Christian Wood, un jugador que merece tener de una vez una gran oportunidad, porque produce a lo grande en la cancha. Pero a pesar de todos esos nombres, Houston Rockets es ahora mismo un galimatías difícil de descifrar.
DALLAS MAVERICKS
Equipo al alza con estrella al alza que maneja desde la banda un entrenador mayúsculo como es Rick Carlisle. Luka Doncic es Luka Doncic y lo permea todo en esta franquicia. El esloveno ha causado un impacto brutal en sus dos primeras temporadas en Estados Unidos y más de uno lo ve ya como futuro MVP de la liga.
Doncic es el rey de los Mavs, pero la clave del equipo, llamado a estar sí o sí en los playoffs, radicará en la salud de Kristaps Porzingis, un jugador excelso cuyo talón de Aquiles es la fragilidad de sus rodillas, algo normal dada su altura.
Dallas se ha reforzado de forma inteligente en el mercado. Ha fichado a Josh Richardson, que puede aportar en los dos lados de la cancha, y a James Johnson, que es una especie de jugador orquesta que cuando está centrado rinde a gran nivel. Pero tanto o más importante que eso ha sido renovar a Tim Hardaway Jr., el tercer anotador de Mavericks, y recuperar al lesionado Dwight Powell, que viene de una terrible lesión.
Sin Barea en sus filas, algo que se nos hará a todos un poco raro, Dallas conserva un buen elenco de secundarios, un elenco conformado por jugadores como Jalen Brunson, Trey Burke, Max Kleber, Dorian Finney-Smith, Willie Cauley-Stein o Boban Marjanovic, todos ellos ya con la química a punto tras jugar juntos en el pasado. No llegó todavía la tercera estrella que algunos predecían, pero este equipo tiene marchamo de futuro.
MEMPHIS GRIZZLIES
La burbuja y el calendario dejó finalmente fuera de los playoffs a Memphis Grizzlies tras una temporada increíble en la que el ninguneado Taylor Jenkins supo sacar el máximo provecho de una plantilla joven liderada por Ja Morant.
Llega ahora una nueva temporada y ese pequeño gran milagro de los Grizzlies parece aún más complejo de llevar a cabo, ya que la franquicia no se ha reforzado. Bueno, tanto es así que... ¡el equipo ha hecho cero incorporaciones si exceptuamos a los 4 novatos que se suman a sus filas! Un hecho insólito entre los 30 equipos de la NBA.
Memphis apuesta de manera extrema por la continuidad. Ja Morant es el líder indiscutible del equipo. Tras su liderazgo compañeros que están llamados a hacerlo bien: Jaren Jackson Jr., Jonas Valanciunas, Dillon Brooks y Brandon Clarke por encima de todos. Más la incógnita de Justise Winslow, un jugador muy aprovechable al que los problemas físicos le han ido relegando un poco.
Estamos ante un equipo compacto que se conoce bien a la hora de jugar junto, pero también ante una plantilla insuficiente para afrontar los grandes retos que requiere el Oeste.
SAN ANTONIO SPURS
Ni siquiera el bueno de Popovich va a poder obrar un milagro con este equipo. A San Antonio Spurs le espera un año en el infierno, más lo que pueda venir después. Esta plantilla no va a ninguna parte.
Spurs tiene ahora mismo al frente a dos estrellas envejecidas. DeMar DeRozan en menor medida; LaMarcus Aldridge ya muy lejos del mejor LaMarcus Aldridge. También andan envejecidos sus espadas siguientes: Rudy Gay y Patty Mills. Y los jóvenes del equipo no dan para demasiado. Ni Dejounte Murray, ni Derrick White, ni Keldon Johnson, ni Lonnie Walker IV, ni Trey Lyles, ni Jakob Poeltl invitan a un gran optimismo. Eso es lo que hay.
El equipo tuvo poco movimiento. Se marcharon Marco Belinelli, ya al final de su carrera, y Bryn Forbes, un jugador que ofrecía tiro, y la única llegada que invita al optimismo es la del novato Devin Vassell. Lejos de la ilusión de ver el posible crecimiento de Vassell, estos Spurs están llamados a ver desde casa los playoffs.
Está claro que la ruptura con Kawhi Leonard supuso un antes y un después para la franquicia texana. Y de lo que pudo ser a lo que hay media un abismo.
NEW ORLEANS PELICANS
Estamos ante el núcleo joven más prometedor de toda la NBA. Y a ese núcleo cargado de futuro le tendrá que sacar el máximo partido un nuevo entrenador, Stan Van Gundy, que sustituye en el cargo a un Alvin Gentry que no fue capaz de exprimir a estos chicos.
Este es el equipo de Zion Williamson, pero también el de Brandon Ingram. El primero, que no tendrá restricciones de minutos, cumple todos los requisitos para ser uno de los reyes de la NBA en la próxima década; el segundo, ya con el estatus de All-Star, ha sido capaz de quitarse de encima a un buen número de detractores.
Junto a ellos, un grupo pleno de calidad con los ex Lakers Lonzo Ball y Josh Hart, así como J.J. Redick, Jaxson Hayes o Nicolo Melli, un jugador de equipo que le viene muy bien a esta plantilla. Se marcharon Jrue Holiday, una baja de mucho peso, y Derrick Favors, que volvió a Utah, pero llegaron Eric Bledsoe y Steven Adams, dos jugadores veteranos que le vendrán bien a los jóvenes a la hora de afianzar su experiencia NBA. También llegó el español Willy Hernangómez, que no parece que vaya a tener un escenario propicio en Nueva Orleans para incrementar su presencia en la pista respecto a las pasadas temporadas.
Este es un equipo que habrá de mejorar sus prestaciones en esta segunda temporada juntos. Los playoffs han de ser un objetivo accesible. Brillar en postemporada será otra historia.