La inútil comparación de las audiencias televisivas de la NBA
Jamás las Finales se jugaron en octubre y a la vez las otras tres Grandes Ligas
Las reivindicaciones sociales no parecen haber influido en la caída de la audiencia
Muchos medios de comunicación y muchos aficionados se están rasgando las vestiduras por el desplome de las audiencias televisivas de las Finales de la NBA en Estados Unidos. Es cierto que estas se han venido abajo, pero las circunstancias que rodean a las Finales son insólitas.
Parece poco útil comparar las bajas audiencias de las Finales entre Lakers y Heat con Finales de la NBA pretéritas.
Los cuatro primeros partidos de las Finales han presentado una audiencia menor en un 48% a las Finales de 2019 que enfrentaron a Warriors y Raptors. Pero todo es distinto.
Para empezar, jamás la NBA había resuelto su título en el mes de octubre. Las Finales se disputan siempre en junio, y en esta ocasión la burbuja arrancó en pleno verano y buena parte de los playoffs se jugaron igualmente en verano, arrancando las Finales ya en el inicio del otoño boreal.
Pero si hay un factor que está haciendo daño a las audiencias, este radica en el hecho de que la pandemia de Covid-19 obligó a paralizar el deporte estadounidense y ahora se están jugando a la vez las cuatro Grandes Ligas (baloncesto, fútbol americano, béisbol y hockey sobre hielo), algo que no había pasado antes.
Ello ha supuesto un desplome en las audiencias de los cuatro deportes, resintiéndose en menor medida la NFL (fútbol americano).
Yahoo! Sports cifra las bajadas de audiencia de este modo: la MLB (béisbol) ha bajado un 39% en los playoffs con respecto a 2019, la NHL (hockey) descendió un 25% en postemporada y se desplomó en la Stanley Cup con una caída del 61% y la NFL ha descendido en un 14%.
Ello no quita para que en la NBA exista una honda preocupación por los ratings de las Finales. Es un hecho que el comisionado de la liga, Adam Silver, y su equipo más cercano no esperaban una caída tan espectacular. Pero hay que poner los datos en valor.
Ese descenso de telespectadores no tiene que ver, por las cifras que hay sobre la mesa, con el carácter reivindicativo de la liga y sus jugadores en el aspecto social, como algunos sectores están intentando hacer creer.
Según las mediciones de Nielsen Media Research, las composición racial de la audiencia apenas ha variado entre 2019 y 2020. En 2019 el 46% de la audiencia de la NBA era blanca y el 54% no blanca; en 2020 esos porcentajes son del 45 y 55%.
Lo cierto es que todo lo que está ocurriendo en el deporte mundial en este 2020 hay que analizarlo con precaución, porque jamás se dio una circunstancia social así y porque jamás los calendarios de todas las disciplinas deportivas se concentraron de este modo. Comparar números en bruto sin un análisis más pormenorizado no lleva a extraer conclusiones válidas. Ya veremos qué dan de sí los análisis más profundos.