JORNADA NBA / PLAYOFFS 2020-FINAL OESTE
Monumental partido de LeBron, Lakers a las Finales
Lakers gana 117-107 a Denver para imponerse 4-1 con 38 puntos y triple-doble de James
LeBron alcanza sus décimas Finales de la NBA y Lakers llega a ellas tras 10 años de ausencia
LeBron James. Otra vez LeBron James. Eterno LeBron James. El Rey volvió a ser el Rey. Mayúsculo partido del de Akron para llevar a los Lakers a las Finales. Lakers luchará por el título 10 años después. Y James alcanza sus décimas Finales de la NBA.
Triunfo por 117-107 para dejar fuera a Denver. Campeones de la Conferencia Oeste por 32ª vez. Tras imponerse 4-1 a Denver. Y pasar las tres series de los playoffs de la burbuja por idéntico 4-1.
No hay palabras para lo de LeBron. Encaminándose a los 36 hizo un partido asombroso. Se acaban los adjetivos. Merecidos todos los halagos. Es un fuera de serie. En lo físico y en lo mental.
LeBron firmó un monumental triple-doble. Con 38 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias. Su 27º en playoffs. Va a la caza del récord de Magic Johnson. Metió 15 de sus 25 tiros de campo. Defendió a notable nivel. Y, por si fuera poco, resultó crucial en el último cuarto metiendo 16 puntos.
Su recta final de partido fue alucinante. Con 103-99 en el marcador, explosión definitiva. Dio una asistencia para el triple de Danny Green. Y ahí firmó ya el triple-doble. Acto seguido... ¡9 puntos consecutivos para su equipo! Para llevar a los Lakers hasta un 115-103. Para doblegar la numantina resistencia de los Nuggets. Para rematar una noche antológica.
Parece increíble que Denver pudiera llegar vivo a la recta final del partido. Con Nikola Jokic metido en problemas de faltas desde el principio. Con Jamal Murray roto físicamente. Sin más fuelle. Tras jugar minutada tras minutada en estos playoffs. Y aparentemente con un golpe en la rodilla. A pesar de ello, Denver llegó a empatar a 84 en la recta final del tercer cuarto. Y estaba a 4 puntos del rival quedando 4 minutos para el final del encuentro.
Eso sí, Lakers dominó siempre. Llegó a tener una ventaja de 16 puntos en el tercer cuarto. Ventaja que se esfumó en ese mismo cuarto. Pero poco importó. El partido siempre fue de los angelinos. Más frescos físicamente. Algo lógico a tenor del discurrir de la postemporada.
Lakers no falló en el cuarto final. Metió 10 de sus 19 tiros de campo en dicho cuarto. Estuvo acertado desde el triple (4 de 7). Dejó al rival en 23 puntos a partir de una buena defensa. Y cumplió con su infabilidad. Ha ganado el partido cada vez que esta temporada ha terminado por delante el tercer cuarto. Tanto en fase regular como en playoffs. Hoy volvió a cumplir esa premisa.
Además de LeBron, 27 puntos de Anthony Davis. Esta vez, el segundo de a bordo. Pero lo importante es que pudo jugar. Era duda por culpa del tobillo. Y buenas contribuciones de Alex Caruso, Dwight Howard, Danny Green y Rajon Rondo.
El mejor de Denver fue Jerami Grant. Gran serie la de Grant. Sumó 20 puntos y 9 rebotes. Tras jugar 46 minutos. Jokic firmó 20 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Y Murray se fue a 19 tantos y 8 asistencias. Aunque se le vio tocado físicamente. Muy tocado.
Denver ha llegado hasta donde ha llegado. No hay que olvidar que venía de jugar 14 partidos en las dos series anteriores. Y remontando. Un desgaste brutal en lo físico y en lo mental.
A eso tuvo que añadir jugar 16 de los primeros 24 minutos del partido sin Jokic. Se metió otra vez en problemas de faltas. Aunque a Davis no le fue mucho mejor. Solo estuvo 13 minutos en pista en la primera mitad.
Dwight Howard volvió a ser titular. Caruso brilló sobremanera en el primer cuarto. Como lo hicieron los suplentes de los dos equipos. Sumaron 33 puntos en ese primer cuarto (17 los de Lakers y 16 los de Nuggets). Y 50 puntos al descanso (25 cada segunda unidad). Fueron importantes los secundarios en este partido. Aunque al final el que decidiera y se elevara a los cielos fuera LeBron. El de siempre. El eterno. Un jugador que lleva viviendo en las alturas toda la vida.
Bastante hizo Denver con sobrevivir a la primera parte. El 61-51 al descanso dejaba vivo el partido. Por entonces, LeBron ya estaba en 16 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Caruso andaba infalible (5 de 5 para 11 puntos). Rondo y Howard funcionaban. Lakers presentaba un 57,9% en el tiro de campo. Sumaba 15 asistencias y solo había perdido 5 balones.
Jokic había echado del partido a JaVale McGee en un par de minutos. Pero Howard era harina de otro costal. Otra vez le defendió bien. Además, LeBron tomó en defensa más de una vez a Murray. Se aplicó con ganas en la marca. Denver estuvo bastante perdido en pasajes del segundo cuarto. Caruso le sacó la tercera a Jokic al poco de empezar el cuarto. Malone puso en pista a P.J. Dozier. Y lo hizo bien. Descanso con Lakers en la plataforma de lanzamiento. Dominando.
Y llegó el tercer acto. Lakers buscó romper el partido. Se puso con 16 de ventaja (72-56). LeBron andaba inmenso. Howard hizo una flagrante innecesaria a Millsap. Jerami Grant sostuvo a su equipo. Metió 14 puntos en este tercer cuarto. Y Anthony Davis le puso un tapón antológico a Porter Jr. Y a pesar de todo... ¡Jamal Murray colocó el 84-84 en el marcador! Ver para creer. Al final del cuarto, 87-84.
El último cuarto fue un escaparse sin escaparse de los Lakers. Denver hacía la goma. La gran especialidad de la casa. Pero llegado el momento de la verdad... emergió LeBron. Con toda su crudeza. Con todo su poderío. Con toda su genialidad. Imparable. Camino de los 36 años. Inabordable. Con el voraz apetito competitivo de un chico de 18 años. Y la resistencia de Denver se quebró.
LeBron, LeBron y más LeBron. Ese fue el final del partido. Un reflejo del resto de la noche. Reinado absoluto de James. Y Lakers vuelve a su escenario histórico. El que llevaba sin alcanzar desde hace una década. Cuando el desaparecido Kobe Bryant y Pau Gasol dieron el último título a la franquicia.
Tras el desenlace de la Conferencia Oeste ya sabemos algo con total seguridad: no habrá un campeón inédito de la NBA esta temporada.