JORNADA NBA / Playoffs 2020
LeBron y Rondo doblegan a los Rockets en el tercer partido
Forman con Davis un trío letal para ganar 102-112 y colocar a los Lakers con 2-1
Grandes actuaciones de Harden y Westbrook y lesión de Covington en Houston
Rozan los 70 años. Y sin embargo siguen siendo una fuerza motriz en los playoffs. LeBron James y Rajon Rondo le hicieron un Cocoon a los Rockets. Entre ambos doblegaron la resistencia texana. Para ganar 102-112. Los Lakers se adelantan 2-1.
Lo de James no necesita carta de presentación. Con 35 años tiene un físico insuperable. Pero lo más increíble en él no es solo su físico. Lo más alucinante es cómo mantiene intacta su vena competitiva. Animando a sus compañeros. Cabreándose con los árbitros. Eludiendo la gravedad en ataque y en defensa. Echándose el equipo a la espalda.
Su primera parte fue simplemente prodigiosa. Se fue al intermedio con 29 puntos en su haber. Y acabó el partido con 36 puntos, 7 rebotes, 5 asistencia, 4 triples y 4 tapones. Tapones de quitar el hipo. Todo para convertirse en solitario en el jugador con más victorias en playoffs. Suma ya 162. Por las 161 de Derek Fisher.
Rondo es otra historia. Parece la reencarnación del gran Rondo. Una revisitación a su mejor yo. Como si hubiera adquirido una máquina del tiempo. Eso le permitió entrar en éxtasis en el último cuarto. En el momento de la verdad. Metió 8 puntos en fila para abrir el hueco en el marcador. El que luego Houston ya no recobraría. Ya lleva el bueno de Rondo 2 partidos segidos a gran nivel. Y Lakers lo celebra.
Terminó el base con 21 puntos y 9 asistencias. Metió 3 triples de 5 intentos. Jugó 30 minutos. Resultó decisivo. Y también nos dejó una marca de playoffs. Llegó a las 1.000 asistencias en partidos de postemporada. Solo 12 jugadores han conseguido eso en la historia de la NBA.
Junto a ellos, Anthony Davis. Logró el nuevo pívot de Lakers (porque ahora sí que se ha adueñado del puesto) 26 puntos. Los aderezó con 15 rebotes y 6 asistencias. Y fue protagonista involuntario de la jugada desgraciada del partido. Una colisión de alto voltaje con Robert Covington que liberó energías indeseadas. Davis sobrevivió. Covington tuvo que irse a vestuarios. Con la cara ensangrentada. Tremendísimo el golpe. Ocurrió en el último cuarto. Con 89-101 a favor de Lakers. Restaba 4:37 para acabar el partido.
Houston no tuvo mucha suerte. No pudo jugar Danuel House Jr. por razones personales. P.J. Tucker se quedó medio cojo en la recta final del segundo cuarto. Pero aguantó el resto del partido. Covington tuvo que retirarse lesionado. Y los Rockets cruzan los dedos.
De nada sirvieron las grandes actuaciones de sus dos grandes estrellas. James Harden terminó con 33 puntos. Rozando el triple-doble. Con solo 2 pérdidas de balón. Russell Westbrook firmó su mejor partido. Estuvo francamente bien. Sumó 30 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. Anduvo por encima del 50% en el tiro de campo.
También brilló Jeff Green. Desde la segunda unidad. Y el trabajo de contención de los de siempre. Los ya mencionados Tucker y Covington. Mientras que Eric Gordon tuvo un día negado en ataque. Solo se despertó algo en el tercer cuarto.
El partido tuvo dos partes bien diferenciadas. La primera fue un canto al jolgorio. A la alegría de vivir. Ofensiva de altos vuelos. Partido de ida y vuelta. Para un marcador al descanso de 64-61.
Una locura la de LeBron en los primeros 24 minutos. Llevaba ya al descanso 29 puntos. Y 4 de 5 desde el triple. Solo Davis le apoyaba. Y ya dejaba traslucir Rondo lo que vendría. Aunque nadie esperaba que iba a dar tanto en ataque.
Los equipos se movían con elevados porcentajes de tiro. Harden y Westbrook ya sumaban 38 puntos. LeBron se mostraba muy molesto con los árbitros. Y la gran diferencia era que Houston había perdido solo 3 balones. Y Lakers, 10.
La indignación de James con los colegiados fue creciendo. En el inicio del tercer cuarto no le cabía la bronca en el cuerpo. Y razón no le faltaba. Hubo un momento que pareció que Lakers podía irse del partido. Más centrados en los árbitros que en el juego. Pero no fue así.
El tercer cuarto fue otra película. Adiós las ofensivas festivas. Tocaba defender. Y se defendió. LeBron puso 2 tapones seguidos de impresión. Davis hacía daño en los tableros. Gordon despertaba un poco. Houston aguantaba el tirón. Igualdad máxima. Otro tapón inmenso de James para cerrar el cuarto: 82-82.
Y todo se decidió en el cuarto acto. En gran parte con la racha de Rondo. Un par de triples y una canasta fácil. Metió 8 puntos seguidos en un parcial triunfal. Para poner a Lakers 87-97 con triple de Caruso. En 5 minutos... ¡Rondo 8 Rockets 5! Tal cual. Y sin LeBron en pista. No pintaba la cosa bien para Houston. Y no pintó. Por más que se esforzara en la recta final Russell Westbrook.
Luego vino la colisión Davis-Covington. Lo que le faltaba a Houston. Porque Davis siguió en pista y Covington no. El final del partido fue un intento desesperado de Russ por fabricar un milagro. Todo el mérito por su empeño.
Lakers acababa con un 55,1% en el tiro de campo. Viendo cómo Kuzma progresaba en su juego. Y con el equipo perdiendo solo 3 balones en la segunda mitad. Pero lo más importante es que Lakers acababa con la victoria. Y se vuelve a adelantar en esta serie. Una serie bien igualada hasta la fecha. Veremos cómo quedan los Rockets tras esta batalla.