Marcus Morris incendia la NBA con su mentalidad troglodita
Morris y Payton protagonizan declaraciones vergonzosas tras su expulsión ante Memphis
Los Knicks tienen algo más que un problema deportivo en su plantilla... por lo que parece, tienen también un problema educativo grave en algunos de sus jugadores. Las acciones y palabras de Marcus Morris y Elfrid Payton en las últimas horas así lo atestiguan.
Morris y Payton fueron expulsados anoche en el Knicks-Grizzlies (nueva derrota de los neoyorquinos), así como también fue expulsado el visitante Jae Crowder.
La peor de todas fue la acción de Payton, agrediendo con un empujón a Crowder cuando este no se podía defender, pues tenía el balón en las manos. Puede gustar más o menos la acción deportiva de Crowder en el último minuto del partido con el choque ya decidido, pero la agresión de Payton no tiene justificación alguna.
Por si fuera poco, Payton afirmó tras el partido que volvería a hacer lo mismo de nuevo. Vamos, que volvería a agredir a su rival al considerar que no había tenido Crowder un comportamiento profesional, como si empujar a un contrario fuera una actitud profesional.
Marcus Morris fue expulsado por participar en la trifulca que protagonizaron ambos equipos. Sus palabras tras el partido son de las que causan vergüenza ajena. Llámenle retrógrado, machista, troglodita, lo que ustedes prefieran, más propias sus palabras del siglo XIX que del XXI.
Morris dijo esto sobre Crowder: "Tiene muchas tendencias femeninas en la cancha, simulando y dejándose caer hacia atrás. Es muy blando, como una mujer. Este es un juego de hombres y acabas harto de estas cosas".
Luego, al ver el revuelo formado en las redes sociales por sus palabras, Morris pidió disculpas y dijo que todo fue producto de un calentón.
Llama la atención que Morris eche mano de la hombría cuando el pasado verano demostró su escasa talla personal al comprometerse verbalmente con los Spurs, incumplir su palabra, dejar tirado al equipo texano y fichar por Knicks. Todo un ejemplo de ética profesional. Tras aquel episodio, el técnico Gregg Popovich afirmó que Morris actuó de una forma poco profesional.
En las últimas horas hemos podido apreciar que aquello no fue una cuestión puntual. Por lo visto, el cerebro de Morris no da para más.
Desde luego, bastante mejor les iría a los Knicks si pusieran tanto énfasis en la cancha para jugar al baloncesto como el que pusieron anoche para montar bronca y después para descalificar a Crowder tras el partido.