ANÁLISIS / previa ESTE 2019-2020
CONFERENCIA ESTE: Bucks y Sixers parten como favoritos
El Este sigue perdiendo fuelle con respecto al poderío de la Conferencia Oeste
Abordamos nuestro habitual análisis previo de lo que ha de dar de sí la temporada 2019-2020, una temporada marcada por un mercado estival histórico que supuso una gran movilidad entre equipos de jugadores de gran nivel.
Nos ocupamos del Este, una conferencia marcada por el desequilibrio entre la potente División Atlántico y las dos restantes, una conferencia que sigue viendo cómo se agranda su brecha, en negativo, con el Oeste, y una conferencia que tiene a dos grandes equipos que parten como favoritos: Bucks y Sixers, especialmente los primeros liderados por el MVP de la pasada temporada, Giannis Antetokounmpo.
En un segundo escalón aparecen equipos como Nets y Raptors, que defiende título, y en un tercero otros como Heat y Celtics. El acceso a puestos de playoffs estará muy abierto, aunque hay equipos que desde un primer momento pueden ser descartados a la hora de aspirar a jugar la postemporada.
DIVISIÓN ATLÁNTICO
TORONTO RAPTORS (58-24 la pasada temporada).- El vigente campeón de la NBA se encuentra en una tesitura ciertamente anómala: tiene que defender el título sin la gran estrella que impulsó el gran éxito del equipo. Sin Kawhi Leonard nada será lo mismo y las posibilidades de título descienden hasta niveles nulos, pero que nadie infravalore a un equipo que sigue teniendo un gran núcleo central a pesar de perder a Kawhi y Danny Green.
Masai Ujiri fabricó una composición increíble desde los despachos y, luego, Nick Nurse la llevó a la práctica con un pequeño milagro encarnado en jugadores que todavía están en el plantel. Ha de ser el año en el que Pascal Siakam se convierta en el líder indiscutible del equipo. A su lado experiencia y calidad en las figuras de Kyle Lowry, Marc Gasol y Serge Ibaka (¡qué lujo es que no compartan pista más minutos los dos españoles!). Fred VanVleet ascenderá al puesto de titular y Anunoby tendrá que crecer esta temporada, mientras que Norman Powell será referencia en la segunda unidad.
Al equipo le falta profundidad de banquillo y Kawhi Leonard, claro. No ha habido fichajes de calidad. A ver qué puede hacer el cuerpo técnico de Nurse, con Sergio Scariolo de nuevo incluido en él.
PHILADELPHIA 76ers (51-31).- Los Sixers han hecho cambios, pero siguen siendo un equipazo llamado a aspirar a todo. Para empezar, el equipo tiene a una estrella rutilante capaz de liderar las operaciones en cancha: el camerunés Joel Embiid. Su físico parece estar ya fuera de peligro y sus números crecen y crecen, como su juego. Es un supercrack.
El dúo Embiid-Ben Simmons puede causar estragos, aunque habrá que ver si Simmons da el paso adelante que no dio en su segundo año NBA y si empieza a aventurarse desde el triple. Sigue Tobias Harris, un jugadorazo de equipo, y llega Al Horford, otro jugadorazo de equipo que puede aportar mucho a los Sixers. Estos 4 están llamados a ser el núcleo duro de Brett Brown, sin olvidar a otra adquisición que ha pasado más desapercibida pero que puede aportar mucho. Se trata del ex Heat Josh Richardson, que será titular y que ya ha dado muestras de su baloncesto en este mes de octubre.
El equipo ha perdido a Jimmy Butler, que no se integró mucho en él, y a J.J. Redick, una garantía ofensiva bien suplida por Richardson, jugador más joven y con mejores dotes defensivas. Ya no está el luchador T.J. McConnell, adorado por el público de Sixers, pero los de Filadelfia tendrán una buena segunda unidad con jugadores como Mike Scott o los recién llegados Trey Burke y Kyle O'Quinn, entre otros.
BOSTON CELTICS (49-33).- Los Celtics han perdido fuerza de una temporada para otra. El mercado fue cruel con ellos y ahora el equipo afronta una campaña llena de dudas en la que, más allá de su lógica clasificación para los playoffs, no parece que tenga muchas oportunidades de luchar realmente por cosas importantes.
Brad Stevens ya mostró su maestría para dirigir equipos sin estrellas increíbles, tal y como hiciera en la NCAA o en la NBA con Boston hace 2 años. El pasado curso encalló Celtics justo en el momento en el que contó con un Kyrie Irving sanó. Las piezas no se ensamblaron. Y este verano la sangría ha sido brutal. ¡Se han ido Irving, Al Horford, Marcus Morris y Terry Rozier! Demasiadas pérdidas como para ser optimistas.
El equipo es una incógnita. Sí, llega un All-Star como Kemba Walker, de perfil más bajo que Irving, lo que ayudará a hacer equipo. Habrá que ver cómo se adapta Enes Kanter, si Tacko Fall juega algún partido, si el joven Carsen Edwards hace proezas como sus 8 triples en 5 minutos de la pretemporada... Pero más allá de eso las piezas claves deberían ser Kemba Walker y Jayson Tatum, que tienen que poner toda la carne en el asador. Además, foco en jugadores como Jaylen Brown, Marcus Smart o Gordon Hayward. ¿Volverá Hayward a acercarse algún día a su nivel en Jazz? En fin, demasiadas preguntas en este equipo.
BROOKLYN NETS (42-40).- Los Nets armaron un trabajo sobresaliente la pasada campaña al meterse en los playoffs contra todo pronóstico. Kenny Atkinson dirigió una proeza que en la pista lideró D'Angelo Russell, jugador que ya no está en el equipo, pero ahora los Nets tienen a Kyrie Irving y a Kevin Durant, si bien el alero resulta intrascendente de cara a la próxima campaña.
Los Nets alucinaron a todos en el mercado haciéndose con dos superestrellas (y dejando a la altura del betún a sus rivales locales, los Knicks). Pero no solo llegaron Irving y Durant, también lo hicieron DeAndre Jordan, Taurean Prince, el sancionado Wilson Chandler o David Nwaba, entre otros. Es decir, experiencia y buen nivel defensivo.
El equipo contaba ya con un núcleo más que solvente con jugadores como Spencer Dinwiddie, Caris LeVert, Joe Harris o Jarrett Allen en un marco de muchos cambios que supusieron las partidas de DeMarre Carroll, Allen Crabbe y Ed Davis. Cuidado con estos Nets. Son poderosos. ¡Y con Kevin Durant sano serían directamente un equipo aspirante al anillo!
NEW YORK KNICKS (17-65).- La temporada de los Knicks fue simplemente bochornosa: 17 victorias sin alzar nunca la vista. En realidad, el camino de James Dolan como propietario de la franquicia no es más que un rosario de varapalos y decepciones. La última llegó con la agencia libre, momento en el que Knicks no consiguió firmar a una sola figura. Eso sí, no hay que ser agoreros: estos Knicks tienen un equipo muy completo.
A la hora de analizar con brevedad al conjunto neoyorquino aparecen las contradicciones. ¿Tiene una plantilla completa y con gran profundidad en su segunda unidad? Sí; ¿tiene una gran estrella para tirar del carro? No; ¿tiene un plan a largo plazo? No. Y aquí, en este último punto, radica el problema. New York cuenta con una plantilla cortoplacista. Todos sus jugadores importantes tienen contratos a muy corto plazo, lo que ayudará, tal vez, a que rindan en el plano individual, pero no beneficia mucho al rendimiento colectivo y, menos aún, a desarrollar conceptos de juego duraderos.
La plantilla es completa y muy profunda (en algunos puestos hay hasta 3 jugadores de garantía). Lo más notable son las llegadas de Julius Randle y Marcus Morris (tras su desaire a los Spurs), así como la del novato RJ Barrett, que ha causado muy buena impresión en pretemporada. Habrá que ver cómo evolucionan jóvenes como Mitchell Robinson y Kevin Knox, así como otros como Dennis Smith Jr. o Allonzo Trier. Y también habrá que estudiar las contribuciones de nuevos jugadores como Taj Gibson y Bobby Portis. El equipo ha mejorado bastante con respecto al pasado año y tendría que luchar por entrar en los playoffs.
DIVISIÓN CENTRAL
MILWAUKEE BUCKS (60-22).- Nada menos que 60 victorias la pasada temporada bajo el incontnible liderazgo del MVP de la NBA, Giannis Antetokounmpo. Por eso, y viendo cómo el equipo ha mantenido de forma espectacular este verano a su núcleo central, los Bucks están llamados esta vez a luchar por el título sí o sí. No llegar a las Finales sería una decepción, aunque los Sixers estén como gran escollo en el Este.
Bucks ha hecho encaje de bolillos desde sus despachos para aguantar el mercado perdiendo solo a Malcolm Brogdon, su baja más importante, y a Nikola Mirotic, que se fue a Europa. Por lo demás, el equipo conserva en torno al sobrecogedor Antetokounmpo a jugadores como Khris Middleton, Eric Bledsoe y Brook Lopez. También a importantes jugadores como George Hill y Ersan Ilyasova, además de todo un ejército de secundarios y terciarios de lujo.
Además, llega experiencia en las piernas y manos de Kyle Korver, que puede ser un gran maestro de tiro para Anteto, y Wesley Matthews. Y el equipo incluye a dos parejas de hermanos. Robin Lopez, un gran refuerzo, acompañará a Brook y Thanasis Antetokounmpo hará lo propio con Giannis, siendo esto muy importante, lo de dar calor familiar a Anteto en el vestuario. Todo esto bajo la sabia batuta de un maestro como Mike Budenholzer. Estos Bucks quieren el anillo. Y en ello están.
INDIANA PACERS (48-34).- La clave para Indiana será el físico de Victor Oladipo. Habrá que ver cuándo y en qué estado se recupera la estrella de Pacers de su lesión. Con Oladipo los playoffs parecen asegurados, sin él todo se vuelve más difuso por mucho que Nate McMillan saque petróleo de su plantilla a partir de sus esquemas marcadamente defensivos.
Indiana ha perdido esta temporada a Bojan Bogdanovic, Wesley Matthews, Cory Joseph y Darren Collison. Mucho armamento de menos, al que hay que sumar al lesionado Oladipo. A cambio han llegado jugadores como T.J. Warren -interesante añadidura-, Jeremy Lamb o T.J. McConnell. Pero lo más importante es que el equipo se ha hecho con Malcolm Brogdon, un auténtico jugador que hace piña en la pista con su juego generoso y sus excelentes porcentajes de tiro.
Brogdon ha de formar el trío crucial con Myles Turner y Domantas Sabonis mientras Oladipo no esté en pista. Pero el problema surge a la hora de aunar minutos en pista de Turner y Sabonis, dos jóvenes talentos interiores. Y habrá que ver cómo funciona el novato Goga Bitadze. El georgiano tiene calidad, pero sabida es la dureza de McMillan a la hora de dar tiempo en la cancha a sus novatos, y más cuando la pintura está muy bien cubierta en estos Pacers.
DETROIT PISTONS (41-41).- Los Pistons se metieron de modo gris en los playoffs la pasada campaña. Por ello, su objetivo este año ha de ser alcanzar con más holgura la postemporada y dar batalla en ella amparados en el poder interior que les otorga la pareja formada por Blake Griffin y Andre Drummond. No conseguir ese objetivo sería un sonoro fracaso.
Al equipo ha llegado un jugador llamado a ser importante, Markieff Morris, así como dos nombres propios que se quieren reivindicar. Por un lado, el gran Derrick Rose, al que se le ha visto con un excelente físico esta pretemporada. Por otro, el veteranísimo Joe Johnson, rescatado para la NBA tras su enorme juego en la BIG3. Llegan también al club jugadores de rol con experiencia, tales como Tim Frazier y Tony Snell.
Será esta una nueva temporada en la que poner a prueba al base Reggie Jackson, aunque ya están prácticamente agotadas las esperanzas que muchos tenían sobre su posible explosión un año de estos. Lo cierto es que Jackson se ha quedado con un buen jugador y punto. Luke Kennard tendrá peso en el juego y Thon Maker y Christian Wood suponen sólidos recambios en la pintura.
CHICAGO BULLS (22-60).- Chicago se quedó con 22 victorias en una campaña en la que sus jóvenes talentos no dieron el paso que se esperaba o bien por no cumplir con las expectativas deportivas o bien por episodios físicos negativos.
Este es un equipo que ha de liderar en la ofensiva Zach LaVine. Y eso ya es un pequeño lastre. Porque LaVine es tan bueno en el ataque como inoperante en la defensa y porque, sobre todo, LaVine es un líder que no hace equipo, tal y como ha demostrado hasta ahora en su carrera profesional. Él, el finlandés Lauri Markkanen y Otto Porter Jr. tienen que formar el triángulo estelar de este equipo que está llamado a hacer muy pocas cosas.
Otro jugador joven importante que puede ayudar, si crece, es Wendall Carter Jr., al igual que lo puede hacer, en menor medida, el novato Coby White, que ha exhibido juego y capacidad anotadora en la preparación del equipo. No se puede decir lo mismo del decepcionante Kris Dunn, que sigue sin mostrar su pretendida calidad. Además, buenos fichajes de dos jugadores con experiencia: Tomas Satoransky, que será el base titular del equipo, y Thaddeus Young.
CLEVELAND CAVALIERS (19-63).- Cleveland es una verdadera ruina desde la marcha a Lakers de LeBron James. La pasada temporada el equipo logró solo 19 triunfos y en la presente todo apunta a que no irá más allá de eso, ya que su plantilla no da para más.
Estamos ante un equipo de saldo en una liga como la NBA. El líder indiscutible de este equipo tiene que ser Kevin Love, que debería de volver a los números que le hicieron All-Star de primera calidad con Timberwolves. Pero Love es una incógnita dado el físico que exhibió el pasado curso y dada la apatía que ha mostrado últimamente. Su mejor oportunidad para renacer es un equipo como Cavs, hecho para que pueda volver a lucir su mejor juego.
Salvo Love, poco que ver aquí. Tal vez el poder físico en la pintura de Tristan Thompson y el buen tono anotador de Jordan Clarkson, seguir la evolución del joven Collin Sexton, así como de los europeos Cedi Osman y Ante Zizic, así como estudiar cómo es el aterrizaje en la NBA del talentoso novato Darius Garland. El equipo solo ha tenido 5 altas y de ellas 4 son novatos. Ese doble dato lo dice todo: otra temporada para olvidar.
DIVISIÓN SUDESTE
ORLANDO MAGIC (42-40).- Orlando Magic se metió en playoffs la pasada campaña y esa ha de ser su meta también en esta que está a punto de empezar. Steve Clifford firmó un buen trabajo con los suyos en una temporada que encumbró definitivamente a Nikola Vucevic como All-Star.
Vucevic tiene 28 años, está en plena madurez deportiva y ha de seguir liderando a este equipo con la ayuda del infravalorado Evan Fournier, un anotador sólido en esta NBA, y el espectacular Aaron Gordon. Luego está la gran incógnita de este equipo, que no es otra que la que genera el que fuera número 1 del draft Markelle Fultz. El base está bien físicamente y llega la hora de que ponga todo su talento en cancha, algo que no ha sido capaz de lograr debido a sus persistentes lesiones.
Orlando cuenta con jugadores de garantía como Terrence Rose y D.J. Augustin, jóvenes que tienen potencial como Jonathan Isaac y Mo Bamba y la incorporación de un Novato del Año caído en desgracia al que se le ha visto bien en octubre, Michael Carter-Williams. El equipo ha tenido poco movimiento en la agencia libre (4 altas y 4 bajas). Es decir, ha apostado por conservar el plantel que le llevó a la postemporada el pasado mes de abril.
CHARLOTTE HORNETS (39-43).- Charlotte se ha quedado sin Kemba Walker, y eso es mucho. Con Kemba en su máxima expresión el equipo fue incapaz de acceder a los playoffs, así que sin él todo apunta a un mismo camino, el de una campaña sin pena ni gloria en la que el equipo no tendrá oportunidades de éxito.
Lo mejor de Hornets en el mercado estival fue el fichaje de Terry Rozier. El ex de Celtics está ante su gran oportunidad y tiene todas las destrezas para saber aprovecharla, tal y como ha empezado a mostrar en la pretemporada.
Más allá de la llegada de Rozier no hay nada. Hornets perdió a Frank Kaminsky, Jeremy Lamb y el retirado Tony Parker, y ahora ha de fiarse de la solidez interior de Cody Zeller y el crecimiento deportivo de jóvenes como Malik Monk, Miles Bridges o el novato P.J. Washington. Poco se puede esperar del avejentado Nicolas Batum, que solo tiene 30 años pero está en pleno estancamiento, o del decepcionante Michael Kidd-Gilchrist, que tiene 26 y sigue sin llegar a nada. ¿Qué será del español Willy Hernangómez? Pues no está claro. Está Willy en los 25 y por momentos se le pasa el arroz en la NBA. El madrileño tiene que forzar su juego o lo tendrá difícil ante Zeller y Biyombo.
MIAMI HEAT (39-43).- No fue la pasada temporada el año de los Heat. Los de Florida se quedaron sin playoffs y lo único que llenó al público de emoción fue la despedida del baloncesto de Dwyane Wade. Sin Wade y Josh Richardson, jugador ahora de Sixers, todo podría ir a peor, pero no va a ser así porque Pat Riley se ha movido rápido desde los despachos en connivencia con el entrenador del equipo, Erik Spoelstra. Ese movimiento ha tenido premio con la llegada de un All-Star como es Jimmy Butler.
Butler se convierte en el jugador franquicia de Miami, acompañado por tipos de calidad. Esa nómina de calidad la encabezan Goran Dragic y el joven Bam Adebayo, referencia crucial en la pintura del equipo tras la marcha de Hassan Whiteside, un jugador que empezaba a ser un lastre para Spoelstra y sus compañeros. A ellos hay que añadir en un segundo plano a Justise Winslow -capaz de dar 12 asistencias en un juego de pretemporada-, la incorporación de Meyers Leonard y los importantes, pero con dudoso físico por razones distintas, Kelly Olynyk, que parece ya recuperado, Dion Waiters -que tendrá peso si vuelve a ser el de antes- y James Johnson, que ya ha dejado atrás su divertido verano.
Además, la pretemporada ha dado motivos para la esperanza a la afición de Miami por lo que respecta a jóvenes jugadores. Tremendo el novato Tyler Herro, que tendrá minutos en este equipo, increíbles los 40 puntos anoche de Kendrick Nunn y notable la preparación de Duncan Robinson.
WASHINGTON WIZARDS (32-50).- La temporada 2018-2019 resultó calamitosa para la franquicia capitalina. Lesión gravísima de John Wall y el equipo claramente fuera de los playoffs tras solo conseguir 32 victorias. Lo único positivo fue el temporadón que hizo Bradley Beal, que acaba de extender su contrato con Wizards y que se presenta como líder indiscutible del equipo toda vez que John Wall se va a perder la campaña al completo.
La baja de Wall deja huérfanos a unos Wizards que lo tendrán francamente difícil a la hora de buscar la postemporada. Ish Smith se presenta como el posible base titular, ya que el físico de Isaiah Thomas sigue siendo un enigma de consideración. Lo más novedoso es la incorporación del novato japonés Hachimura, sobre el que hay depositadas grandes esperanzas deportivas y de mercadotecnia. También llegó Davis Bertans desde los Spurs, un jugador, el letón, que puede ayudar al equipo.
Los de Scott Brooks no pueden mirar con optimismo la temporada una vez se quedaron sin Trevor Ariza, Jeff Green, Dwight Howard, Jabari Parker, Bobby Portis y Tomas Satoransky, una sangría de considerables proporciones. Solo quedan 6 jugadores de la pasada campaña. En realidad 5, porque Wall no se vestirá de corto.
ATLANTA HAWKS (29-53).- Este es un equipo sin opciones, pero que al menos tiene una serie de alicientes que despiertan interés en torno a él. La meta de Atlanta tiene que ser superar las 29 victorias del curso pasado y acercarse a los playoffs. Para ello, las oficinas del club han trabajado de forma diligente con el objetivo de mejorar el plantel, y lo han conseguido.
Dos jugadores jóvenes llevarán el peso del equipo, tal y como sucediera el pasado año. Son el base Trae Young y el interior John Collins. A ellos se añade un novato de sumo interés, Cam Reddish, y 3 notables fichajes, los de Allen Crabbe, Jabari Parker y Evan Turner. Además, Atlanta conserva en sus filas al joven Kevin Huerter, jugador llamado a crecer, y al gran Vince Carter, que se convertirá en unos días en el primer jugador de la historia en sumar 22 temporadas en la NBA, un récord alucinante que le ha llevado a jugar en la liga en 3 décadas distintas.
Los Hawks han hecho pocos movimientos este verano, apenas 6, pero han sido de una precisión quirúrgica, y eso les puede llevar a soñar con unos playoffs que resultan bastante baratos en el Este. Eso sí, de momento, solo es un sueño, un sueño que, siendo objetivos, será muy difícil de alcanzar.