La maldición de Derrick Rose no tiene fin
Además de sus graves lesiones ha sido testigo de las de Paul George, Hayward y LeVert
Derrick Rose estaba anoche en el Target Center cuando el jugador de Brooklyn Nets Caris LeVert se rompió literalmente la pierna. Una lesión escalofriante que puso a prueba nuevamente la fortaleza mental de un Rose al que persigue una especie de maldición.
El base de los T-Wolves está viviendo un momento dulce, pero con anterioridad sufrió hasta 4 lesiones de rodilla que truncaron su espectacular carrera deportiva. Pero lo más sangrante es que Rose no solo tuvo que soportar graves lesiones y larguísimos períodos de inactividad, sino que también ha tenido que ver gravísimas lesiones muy cerca de él.
¡Sí, Rose ha vivido en primera persona 3 de las lesiones más sonadas de los últimos años! ¡Estuvo presente en las lesiones de Paul George, Gordon Hayward y Caris LeVert!
George se lesionó en el verano de 2014 cuando jugaba un partidillo de preparación de la selección de Estados Unidos, que perfilaba su estado de forma de cara al Mundial de España de ese año. Rose estaba en la pista cuando sucedió la tremenda lesión que destrozó la pierna derecha del alero.
También estaba en el encuentro inaugural de la pasada temporada. Octubre de 2017, se enfrentaban Cavaliers y Celtics, y al poco de empezar se rompió Gordon Hayward en otra imagen para el recuerdo (negativo).
Anoche, una más. Caris LeVert, gran temporada la suya, se partió la pierna en el Timberwolves-Nets, partido en el que también jugaba Rose, que nada más acabar el partido se mostró desolado y pidió rezar por su rival caído.
Una carrera impregnada de dolor
Rose solo se perdió 6 partidos en sus primeras 3 temporadas en la NBA, 3 años que culminaron con el premio de MVP de la liga, siendo el jugador más joven en lograrlo.
A partir de ahí, un calvario. Lesiones de rodilla en 2012, 2013, 2015 y 2017.
A pesar de ello, el jugador está de vuelta. En la presente temporada promedia 19,2 puntos y 4,8 asistencias anotando el 48% de sus triples. Está sano, pero con este historial personal y ajeno, no es de extrañar que no termine de estar tranquilo.