JORNADA NBA / playoffs 2018-finales nba
Warriors acaricia el título con un inmenso partido de Kevin Durant
Durant anota 43 puntos para poner a Warriors 3-0 a pesar del triple-doble de James
Stephen Curry vivió una horrible noche en el Quicken Loans Arena, pero poco importó porque los Warriors gozaron de la mejor versión de Kevin Durant. El alero ofreció un formidable partido y dejó a su equipo con el título de la NBA prácticamente en el bolsillo.
Victoria de Warriors 102-110 en Cleveland para ponerse con un incontestable 3-0 en las Finales y dejar todo visto casi para sentencia, toda vez que nadie ha remontado jamás un 3-0.
Durant hizo un partido simplemente espectacular: ¡43 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 6 triples! Con un triplazo desde su casa para definir el partido con 49 segundos por jugar. Para enmarcar su actuación. Inmenso el alero, que se postula como posible MVP de las Finales.
De nada sirvió el triple-doble de LeBron James, autor de 33 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias tras volver a exprimirse en la pista con 47 minutos de juego y 28 lanzamientos de campo. Animal el mate con autopase contra tablero que se marcó en el primer cuarto.
Cavaliers llegó a tener 12 puntos de ventaja en el inicio del partido con un más que intenso arranque que arrojó un parcial de 16-4 y acumuló 13 jugándose el segundo cuarto con marcador de 50-37 tras una muy buena racha ofensiva de Kevin Love, pero Golden State sobrevivió en el primer tiempo, marcó tendencia en el tercer acto y supo resolver de forma brillante en la recta final del partido con una ofensiva maravillosa.
Iggy vuelve a la acción
Warriors contó esta vez con el recuperado Andre Iguodala y tiró del mejor Kevin Durant y de una gran defensa en la segunda parte para vencer a pesar de que Curry solo hizo 11 puntos con 3 de 16 en el tiro de campo (1 de 10 desde el triple) cuando venía de meter 9 triples en el partido anterior.
Entre Draymond Green, Klay Thompson y Stephen Curry solo anotaron 31 puntos con Thompson y Curry ofreciendo un 7 de 27 en el lanzamiento.
Esta vez, Warriors se comportó como Cavs, con un tipo, Durant, metiendo 43 puntos y nadie más superando los 11, mientras que LeBron en los Cavaliers tuvo más colaboración de la habitual, con buenos números de Love (sobre todo en una formidable primera mitad), renacimiento de Rodney Hood y aportación irregular, pero aportación en suma, de J.R. Smith.
En Golden State, ayudaron al juego jugadores como Iguodala, JaVale McGee (estupendo en el inicio del tercer cuarto), Jordan Bell o Shaun Livingston, ¡que solo ha fallado un tiro de campo en los 3 partidos de las Finales!
Los ganadores terminaron por encima del 50% en el tiro y con solo 10 pérdidas de balón, salvaron bien los problemas de faltas de Green y Curry, tuvieron a 6 jugadores en dobles dígitos anotadores y sobrevivieron a un deficiente trabajo en el rebote defensivo en un encuentro que solventaron finalmente con brillantez.
Final ejemplar y brillante de Warriors
Cleveland dominó la primera parte y estuvo metido en el partido hasta el final, un partido equilibrado y competido en el que la diferencia la marcó Golden State en los últimos minutos, con capacidad defensiva y, sobre todo, brillantez ofensiva. Porque el equipo de Steve Kerr estuvo estupendo cuando había que estarlo.
Rodney Hood sobresalió en el inicio del último cuarto y terminó jugando los minutos esenciales en lugar de George Hill, pero ni su brillantez ni la negada jornada de Curry sirvieron para despegar a los locales en el marcador.
Mediado el último cuarto LeBron completó ya su triple-doble y minutos después Durant alcanzaba los 40 puntos. Y así fue transcurriendo el tiempo con alternativas hasta que Warriors puso la directa con una concatenación de jugadas intachables.
Curry despertó de repente y con 5 puntos -incluido su único triple del partido- puso a los suyos con ventaja de 4 puntos (97-101). LeBron respondió con un triple (100-101) y Golden State apretó el acelerador a lo grande con un mate de Iguodala (100-103) a 1:37 del final tras asistencia de Durant y un triple definitivo de Durant que le encumbró definitivamente.
El mejor jugador del partido se cascó un triple desde su casa en el momento más importante, un triplazo incontestable que puso el 100-106 con 49 segundos por jugar. La suerte estaba echada.
Lo más que pasó fue una canasta de James, pero de poco sirvió, ya que la siguiente jugada fue una conexión Curry-Green que puso el 102-108 en el luminoso. Faltaban 25 segundos y todo el pescado estaba vendido.
De nada le había servido a Cleveland hacer una gran primera parte, una primera mitad que supo a poco a los locales al irse al descanso con escaso bagaje de puntos, 58-52, tras un triplazo de Durant, ¡cómo no!, en el último segundo.
Por entonces, Green, Thompson y Curry solo le habían dado 11 puntos a Warriors con un 4 de 18 en el tiro. Poco importaba, porque Durant ya llevaba 24 puntos y 8 rebotes, el mismo Durant que martirizó a los Cavs jugada tras jugada, el mismo Durant que colocó a su equipo al borde de un nuevo título.