JORNADA NBA / PLAYOFFS 2018-FINALES oeste
Curry y Durant remontan en Houston y llevan a Warriors a las Finales
El big four de Warriors impulsa el triunfo (92-101) para conseguir un nuevo título del Oeste
Houston Rockets nota la baja de Chris Paul y se hunde tras fallar 27 triples consecutivos
Otra vez remontando, otra vez tirando de la inmensa calidad de su big four, otra vez demostrando que cuando el equipo acelera pierde de vista a cualquier rival. Warriors ganó el 7º en el Toyota Center 92-101 después de ir perdiendo por 15, se hizo con el título del Oeste y jugará sus cuartas Finales consecutivas. El rival, otra vez, Cleveland.
Houston completó una gran primera parte a pesar de no poder contar con Chris Paul, una primera parte que alimentó el sueño texano y que llevó el marcador a un 54-43 al descanso tras llegar a dominar por 15 puntos (48-33). Pero luego se hundió irremediablemente según el equipo se ahogaba en ataque y según el rival empezaba a explotar de verdad todo su potencial, que parece infinito.
Parcial de 38-58 en la segunda mitad para el 92-101 final a partir del crecimiento en el juego de Stephen Curry, que explotó en el tercer cuarto, y la inmensa seguridad de Kevin Durant en su talentoso baloncesto. También a partir de la defensa y de la calamitosa actuación de Houston en la segunda mitad en el juego del perímetro.
¡Los Rockets llegaron a fallar 27 triples consecutivos y terminaron con una serie de 7 de 44! Tanto esa racha negativa como los 37 triples errados constituyen sendos récords de la historia de la NBA en playoffs. Esos 27 fallos seguidos enterraron las opciones del equipo de Mike D'Antoni. ¡Curry metió tantos triples en el encuentro, 7, como todo el equipo de Houston!
El 15-33 del tercer cuarto resultó demoledor para los locales, que vieron con impotencia cómo Curry y Durant -con la ayuda de Draymond Green y Klay Thompson- hacían lo que querían en la recta final del partido.
Durant y Curry al frente
Al final, triunfo visitante con 34 puntos, 3 tapones y 5 triples de Durant, 27 puntos, 10 asistencias, 9 rebotes, 4 robos y 7 triples de Curry, 19 tantos de Thompson a pesar de cargarse rápidamente de faltas y 1o más 13 rebotes y 5 pases de canasta de Green. Un big four con todas las de la ley. El equipo volvió a jugar sin el lesionado Andre Iguodala.
En Houston, 32 puntos y 4 robos de James Harden y 23 puntos y 6 asistencias de Eric Gordon, aunque entre ambos sumaron 4 triples de 25 intentos. Clint Capela hizo 20 puntos y 9 rebotes con 9 de 10 en el tiro y P.J. Tucker se fue a 14 tantos, 12 rebotes y 4 recuperaciones.
En el lado más negativo, Trevor Ariza. Triste su final. El alero hispano capturó 7 rebotes en 42 minutos, ¡tiempo en el que no anotó un solo punto acabando con 0 de 12 en el tiro de campo, incluyendo un 0 de 9 desde el triple!
Los dos partidos finales de la serie han resultado tremendos para Rockets. En el sexto dominó por 17 y en el séptimo lo hizo por 15 para perder ambos a partir de segundas partes demoledoras de Warriors que se han saldado uniendo ambos partidos con un brutal 122-63. Impresionante es poco.
Primera parte de Rockets, segunda de Warriors
El partido no pudo empezar peor para Warriors: ¡Klay Thompson acumuló 3 faltas en 3 minutos y 39 segundos! Houston arrancó con mucha más hambre de victoria que Golden State, pero tampoco se tradujo esa mayor intensidad en un marcador claro a su favor en el primer cuarto (24-19 al final), básicamente porque el primer cuarto resultó decepcionante.
Houston lo acabó con un 31,8% en el tiro de campo, con 7 rebotes ofensivos y 5 pérdidas y Rockets lo hizo con un 36,8%, 4 capturas en ataque y 6 pérdidas. Es decir, nulo control del rebote defensivo, muchas pérdidas, muy bajos porcentajes y, en definitiva, juego embarullado, escaso de belleza y poco edificante. Lo mejor en el primer cuarto, Harden con sus 14 puntos. Curry, mientras, ni se había desperezado.
Los Rockets siguieron dominando el segundo cuarto, un cuarto que en un momento dado vio cómo se animaba el juego ofensivo con un toma y daca espectacular de canastas. No duró mucho, pero al menos duró. Prueba de ello es que con 6 minutos jugados el parcial era de 20-14. Eso sí, dominio local que llegó a poner a los texanos con 15 puntos de ventaja (48-33). Capela y Gordon estaban haciendo mucho daño a Golden State, que era incapaz de cerrar el rebote en su aro y que tenía un gran déficit en puntos anotados en la pintura.
Se llegó al descanso con 54-43 tras un canastón sobre la bocina de Gordon tras atravesar la cancha al galope. Un dato hacía que la situación resultara muy preocupante para Warriors. ¡En el segundo cuarto, de los 30 puntos de Houston solo 2 procedieron de Harden!
Empezó el tercer cuarto con Klay Thompson cometiendo su cuarta falta, pero a partir de este cuarto todo cambió. Houston entró en una racha infame desde el triple, Curry despertó de su letargo hasta anotar 14 puntos en el cuarto, Durant le secundó en la cancha y la masacre comenzó según Harden seguía fallando cada vez más tiros y la sombra de Paul se hacía más y más alargada. Al final del cuarto, 69-76 tras un parcial de 15-33. Golden State había vuelto a la vida y parecía imparable.
Y así fue. Warriors alcanzó 13 puntos de ventaja (76-89) a base de triples y electricidad en el juego, partiendo eso sí de la defensa y lo más que consiguió Houston fue ponerse a 6 puntos (83-89), pero ese pequeño aprieto duró un suspiro, ya que los californianos se volvieron a escapar con Durant, Thompson y Curry haciendo de las suyas.
Al final, el favorito ganó exprimiendo a sus mejores hombres (44 minutos jugaron Curry, Durant y Green) y permitiéndose el lujo de ceder 17 rebotes en su canasta, porque la diferencia en el triple fue abismal (16 de 39 por 7 de 44). Y es que Houston murió ahogado en una de sus mejores armas.