Tatum lidera a los Celtics y Horford remata en la prórroga a los Sixers

El tercer partido de la eliminatoria entre Celtics y Sixers ahondó en la herida. Los Sixers no supieron jugar los finales de un partido resuelto con prórroga y terminaron perdiendo 98-101 para quedarse al borde del K.O. con un 3-0 en la serie que les deja prácticamente fuera de las Finales del Este.

Solo un tiro memorable de Marco Belinelli permitió a Philadelphia mantener sus esperanzas, pero Al Horford se encargó de hacer trizas esas esperanzas en los últimos segundos de la prórroga. Decisivo para bien el dominicano, como decisivos para mal Joel Embiid y Ben Simmons. A los dos les falta experiencia en estas lides y bien que se ha notado hoy.

Otro gallo ha cantado con otro novato, Jayson Tatum. No solo ha sabido jugar el partido, sino también los momentos calientes. El alero ha sido el máximo anotador de Boston con 24 puntos.

El final nos dejó también una gran verdad: Brad Stevens es un entrenador del más alto calado. Ganó la batalla táctica a lo grande en los momentos decisivos.

El partido había sido tremendamente igualado. Lo fue durante todos los cuartos: 20-19 al final del primer cuarto, 51-48 en el descanso, 68-68 en el tercer cuarto, 89-89 en el tiempo reglamentario y 98-101 tras el tiempo extra. Emoción máxima, equilibrio extremo.

El milagro de Belinelli

Sixers murió dos veces en el partido, solo que la primera vez resucitó gracias al milagro de Belinelli.

El italiano puso el 87-85 desde el tiro libre, pero 2 canastas del joven Jaylen Brown colocaron el 87-89 poniendo un nudo en la garganta de la afición local. Con 87-87, atacó Sixers para ganar, pero J.J. Redick dio un horroroso pase a nadie, cuando Simmons ni siquiera le miraba, y el balón fue robado por Terry Rozier, que se fue al contraataque y asistió para Brown: 87-89 con 1,8 segundos por jugar. 

Entonces emergió Belinelli para enloquecer a la afición local. Canastón pisando la línea de 3 sobre la bocina, en desequilibrio, con muñeca prodigiosa... y partido a la prórroga.

Ya en el tiempo extra, otro mal final de Philadelphia en un encuentro que por momentos pareció el reino de los rookies con dos canastas seguidas de Tatum y entre ambas un jugadón de dos de Simmons. Luego, vino Horford, claro, para decidirlo todo. Solo llevaba 8 puntos en un partido gris en ataque. Pues bien, ¡anotó 5 en los últimos 42 segundos, incluidos los 4 finales  ganadores!

El final de Horford

Con 98-97 para Sixers, falla Embiid, captura el rebote ofensivo Simmons para errar también. Balón a banda con 8 segundos por jugar, pizarra de Stevens, balón a la pintura para Horford -mal defendido por delante por Robert Covington- y Horford anota el 98-99 con 5,5 segundos por jugar sin que el árbitro pite 2+1.

Todavía tenía Sixers bola para ganar. Banda tras tiempo muerto, saca Simmons para Embiid, pero se interpone Horford, roba el balón y le hacen falta. No le tiembla el pulso al de Puerto Plata: 2 libres anotados y 98-101 a 3 segundos del final y los locales sin tiempos muertos.

Así, desnudos, sin pizarra, los Sixers se encomiendan a otro milagro de Belinelli, pero el milagro no llega, y ahora necesitan un milagro mayúsculo para pasar: ¡remontar un 3-0!

Philadelphia acaba por debajo del 40% en el tiro. Embiid roza el doble 20 con 22 puntos y 19 rebotes, pero 10 de 26 en el lanzamiento, Redick añade 18, Simmons suma 16 con 8 rebotes y 8 asistencias y Ersan Ilyasova aporta desde la segunda unidad, mientras Covington acaba con 0 de 8 en el tiro y defendiendo mal en la jugada crucial ante Horford.

En Boston, 24 puntos de un gran Tatum, 18 más 7 rebotes de Rozier, ¡que no perdió un solo balón en 44 minutos de acción y defendió muy bien!, y 16 tantos y 9 rebotes como suplente de Jaylen Brown, crucial al final del último cuarto.

Horford defendió bien y decidió el partido, acabando con 13 puntos, 6 rebotes y 3 tapones en 42 minutos. El dominicano sitúa a Boston prácticamente en las Finales del Este.