Jeremy Evans y Shabazz Napier abandonarán Dallas y Orlando en sendos traspasos
Evans irá a Indiana para dar mayor espacio salarial a los Mavs y Napier se marchará a Portland
Los diversos movimientos que está habiendo estos días en el mercado están generando a su vez otros, que se hacen necesarios para dar encaje a los acuerdos pactados. Es el caso de los traspasos de Jeremy Evans, de Mavericks a Pacers, y Shabazz Napier, que irá de Magic a Blazers.
Evans irá a Indiana junto con el dinero para pagar su sueldo a cambio de los derechos de algún jugador europeo con escasas opciones de llegar a la NBA, según ha adelantado Yahoo! Sports. Los Mavs quieren quitarse de encima sus 1,2 millones de dólares de salario para tener un mayor margen salarial en el que encajar la llegada de sus nuevas adquisiciones.
El alero apenas ha tenido presencia en la rotación de Dallas. Sólo ha jugado, y poco, en 30 partidos, tras llegar el pasado verano como agente libre desde Utah, donde había jugado sus primeras 5 temporadas en la liga.
Napier, de una punta a otra del país
Mientras, Napier viajará de una punta a otra del país, de Orlando a Portland, 4.884 kilómetros por carretera y casi 7 horas de avión. Del Atlántico al Pacífico, del cálido clima de Florida a los húmedos bosques del lluvioso Oregón.
La llegada de D.J. Augustin a Orlando le había dejado como 4º base del equipo tras su decepcionante temporada, por detrás también de Elfrid Payton y C.J. Watson. Un puesto sin sentido en una plantilla NBA. Así que los Magic le han buscado una salida y los Blazers les abonarán una compensación en efectivo a cambio de hacerse con el jugador.
Portland será el tercer equipo en 3 temporadas del base de origen puertorriqueño, que no acaba de despegar y que, de no hacerlo en su nuevo destino, podría terminar siendo más corta de lo que se esperaba cuando fue elegido en la primera ronda del draft de 2014.
El año pasado, promedió 3,7 puntos y 1,8 asistencias con flojos porcentajes de tiro en los 11 minutos por noche que jugó en un total de 55 partidos. Los Blazers serán una nueva oportunidad, tal vez la última, que Napier tendrá que intentar aprovechar.