El exjugador y técnico Sean Rooks fallece a los 46 años
El actual asistente de Sixers sufrió un infarto horas después de entrevistarse con los Knicks
Sean Rooks acababa de regresar a Filadelfia desde Nueva York tras entrevistarse con el nuevo entrenador de los Knicks Jeff Hornacek acerca de la posibilidad de sumarse a su equipo técnico y cenaba tranquilamente anoche en un restaurante cuando la muerte le sorprendió. Tenía solo 46 años.
Rooks, un pívot que jugó durante 12 años en la NBA y que desde hace unos años trataba de labrarse una carrera como técnico en la liga, sufrió un infarto masivo y se desplomó muerto, sin que las asistencias sanitarias pudieran hacer nada más que certificar su muerte.
Pocas horas antes se había reunido con Hornacek y los máximos directivos de los Knicks, Phil Jackson y Steve Mills, y todo apuntaba a que podría unirse al equipo neoyorquino, un avance importante en su carrera en los banquillos, que durante los 2 últimos años había transcurrido como asistente encargado del desarrollo de jóvenes jugadores en los Sixers.
Según Yahoo! Sports, Rooks también tenía una oferta para entrenar al filial de Charlotte Hornets en la NBADL, una liga en cuyos banquillos tenía amplia experiencia. Todo esos proyectos de futuro quedaron truncados de la forma más trágica e inesperada.
Formado en la Universidad de Arizona, Rooks jugó 12 temporadas en la NBA, pasando por Mavericks, Timberwolves, Hawks, Lakers, Clippers, Hornets y Magic, casi siempre, con excepción de sus primeras temporadas en la liga, en un papel secundario como pívot defensivo.
Se retiró de la NBA en 2004 y tras un breve paso por España, donde jugó en el Unicaja de Málaga y el Joventut de Badalona, había estado en los últimos 10 años intentando hacerse un hueco en el lado técnico de una liga en la que era muy apreciado.