José Manuel Calderón se defiende de sus detractores
El base de los Knicks asegura que más allá de su papel lo importante es que el equipo gane
Tras varios días siendo para algunos el centro de las críticas a la hora de hablar de los malos resultados de los Knicks, José Manuel Calderón ha decidido responder a sus detractores. Lo hizo tras la victoria de su equipo sobre los Lakers para defender su labor dentro del conjunto.
El base español tuvo ante los Lakers su mejor actuación en lo que va de temporada -14 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias- y eso parece que le animó a hablar de la situación del equipo y de la suya como aparente chivo expiatorio de los males colectivos y con más de un analista dándole como acabado.
“Prefiero que habléis de mí que de mis compañeros”, aseguró Calderón a los periodistas respecto a las críticas recibidas, según publica el New York Post. “Está bien, seguid hablando. No tengo problemas respecto a eso… Si habláis de mí, no habláis de los Knicks y de que estamos perdiendo. Sería bueno para nosotros”.
El extremeño asegura que le importa más el respeto que sabe que tiene de sus compañeros que las cosas negativas o positivas que la prensa o ciertos sectores de aficionados puedan decir de él.
Su objetivo es ayudar a sus compañeros
Calde quiere, sobre todas las cosas, ayudar a su equipo a ganar y a sus compañeros a mejorar. “Estoy aquí para ayudarles a ser mejores jugadores y tener una larga carrera en la NBA”, afirma cuando le preguntan por la competencia con sus jóvenes compañeros Langston Galloway y Jerian Grant. "Eso es lo que quiero hacer. Quiero ayudarles. Si es desde el banquillo, desde el banquillo. No importan los minutos. Estoy aquí por ellos”.
El base titular de los Knicks cree que tanto él como sus compañeros están haciendo un buen trabajo, pese a que los resultados no acompañen, y que sus diferentes estilos son complementarios, algo que es bueno para el equipo.
El internacional español ha jugador hasta el momento 7 encuentros, todos ellos como titular y ha promediado 5,3 puntos y 2,9 asistencias en 23 minutos de juego con pobres porcentajes de tiro, un 32% de campo y un 27% desde el triple, muy lejos de las cifras a las que nos ha tenido acostumbrados a lo largo de su carrera.
Aun así, su entrenador, Derek Fisher, mantiene de momento su confianza en él a la espera de que sus números mejoren.