Los ex compañeros Derek Fisher y Matt Barnes se enfrentan por una mujer
La relación de Fisher con la todavía esposa de Barnes habría llevado al segundo a agredir al primero
Derek Fisher y Matt Barnes fueron compañeros y amigos durante los 2 años que ambos compartieron en el vestuario de los Lakers, pero parece que poco queda ya de aquella amistad y camaradería. La relación de Fisher con la todavía esposa de Barnes sería el motivo de la discordia.
Una discordia que habría alcanzado su punto máximo el pasado fin de semana cuando el jugador de los Grizzlies acudió al domicilio de su mujer, Gloria Govan, de la que está separado desde 2014, para encararse con su antiguo compañero y actual entrenador de los Knicks, al que habría llegado a golpear con el puño.
Los hechos habrían ocurrido en Los Ángeles, donde viven Barnes y su familia y a donde Fisher habría acudido aprovechando un descanso en la preparación para, según él, visitar a sus hijos, que viven junto a su madre en la ciudad californiana después de que el técnico de los Knicks y su mujer decidieran divorciarse el pasado mes de marzo tras 10 años de matrimonio. Fisher habría aprovechado también para visitar a Govan, con la que mantiene una relación sentimental.
Fisher no regresó a tiempo de estar en el entrenamiento del lunes con el equipo y aunque lo achacó a un problema con el vuelo de vuelta, diversos medios han relacionado el retraso con su incidente con Barnes, que la policía llegó a investigar sin que, finalmente, se presentaran cargos contra ninguno de los implicados.
La versión de Barnes y la investigación de la liga
Barnes, conocido por tener un carácter temperamental que le ha llevado a protagonizar múltiples incidentes dentro y fuera de las pistas a lo largo de su carrera incluido un episodio de violencia doméstica en 2010, habría conducido, según diversos medios, 150 kilómetros desde la concentración de los Grizzlies en la californiana Santa Bárbara para enfrentarse a Fisher.
El jugador niega ese extremo y, en unas declaraciones a ESPN, ha asegurado que vive a 15 minutos de sus hijos y su mujer y que simplemente se acercó para ver a sus hijos porque sintió que se sentían incómodos con la presencia de Fisher tras hablar por videoconferencia con uno de los menores.
Barnes reconoce que su llegada llevó a que se produjera una discusión entre él y Fisher aunque no ha querido entrar en detalles sobre la misma. Según el New York Post, el enfrentamiento habría tenido lugar cerca de la medianoche del pasado sábado en el patio trasero de la casa, donde un grupo de unas 10 personas se encontraba reunido en torno a una hoguera.
El alcance de la confrontación física entre Fisher y Barnes sigue sin estar claro y pese a que algunos medios aseguran que Barnes atacó y llegó a golpear a Fisher con el puño cerrado, lo cierto es que ninguno de los dos ha mostrado estos días signos aparentes, como hematomas o erosiones superficiales, de haber intervenido en una pelea.
Tanto Grizzlies como Knicks han sido informados por los implicados de lo ocurrido y la NBA está investigando también lo sucedido por si Barnes y Fisher pudieran ser merecedores de sanción por sus respectivos comportamientos.