Los Clippers se desprenden de Delfino y Raduljica 3 días después de ficharles
El argentino sigue lesionado, será un mero espectador del Mundial y ahora se queda sin equipo
Ha sido un visto y no visto. El paso del argentino Carlos Delfino y el serbio Miroslav Raduljica por los Clippers ha parecido más bien una visita relámpago, pues en apenas 3 días han pasado de ser adquiridos a ser cortados.
Y es que lo que venía siendo un secreto a voces se ha convertido en una verdad oficial: los Clippers han anunciado el descarte de ambos jugadores.
La situación del jugador argentino no puede ser más preocupante. Lleva 16 meses de baja por una lesión que no termina de superar, no puede juegar el Mundial que comienza mañana en España y ahora se queda sin equipo. Malas perspectivas para el Lancha, que ha visto rápidamente cómo la operación de Clippers era simplemente un movimiento estratégico.
Delfino ya se perdió al completo la pasada temporada y no estaría listo para afrontar aún la próxima si algún equipo de la NBA se interesa por él y se hace con sus servicios.
Una decisión financiera
La decisión de los Clippers tiene un fundamento básicamente financiero ya que su inversión salarial está estrictamente limitada esta temporada tras haber hecho uso de la excepción de nivel medio para equipos que no pagan la tasa de lujo al contratar a Spencer Hawes.
Así, el despido de Delfino y Raduljica les permite situarse casi 4 millones y medio de dólares por debajo del límite salarial existente para los equipos que utilizan la mencionada excepción y que no puede superarse bajo ningún concepto. Un margen que les podría permitir contratar hasta 4 jugadores por el salario mínimo para completar una plantilla que ahora mismo sólo tiene 11 jugadores.
Para maximizar el espacio logrado, los Clippers aplicarán la conocida como 'stretch provision' a los contratos de ambos jugadores, lo que quiere decir que el importe de sus salarios se repartirá a lo largo de las próximas 5 temporadas, ya que a ambos jugadores les restaban 2 años de contrato aunque el segundo de ellos no lo tuvieran garantizado ninguno de los dos. El plazo límite para que dicha provisión pudiera surtir efecto era el próximo 31 de agosto, de ahí la celeridad en la decisión de despedir a los dos jugadores.