Miami domina a Indiana con 32 puntos de LeBron y se pone ya con un 3-1

Miami Heat ha derrotado 102-90 a Indiana Pacers para colocarse con un 1-3 en las Finales del Este y quedarse, por lo tanto, a un paso del título de conferencia y de la clasificación para sus cuartas Finales de la NBA consecutivas.

El triunfo ha resultado incontestable, con un LeBron James como pleno dominador de la situación con 32 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y excelentes porcentajes y un Chris Bosh (25 puntos) notablemente mejorado tras protagonizar un enorme arranque de partido.

Heat defendió a gran nivel, especialmente las líneas de pase del rival, y llegó a dominar por 23 puntos en el cuarto final frente a unos Pacers decepcionantes en los que solo funcionaron a buen nivel Paul George, David West y Luis Scola en los pocos minutos que le dejó en pista un Frank Vogel que gestionó mal el banquillo nuevamente. Horrible partido de Roy Hibbert.

Miami 102 Indiana 90 (3-1)

Miami Heat ha llevado la voz cantante desde el primer cuarto, pero no se ha podido despegar con holgura en el marcador hasta el tercer período, momento en el que LeBron James ha marcado el tiempo del partido y ha dominado la pista a su antojo. La estrella local ha terminado con 32 puntos, ha ofrecido algunas jugadas espectaculares y, cuando en la recta final del partido Indiana se ha resistido por simple orgullo, ha rematado con un 2+1 cuando quedaba algo más de un minuto para el final.

Sin poder contar con el concurso de Chris Andersen, el equipo de Erik Spoelstra ha tirado de LeBron, un gran Chris Bosh, el apoyo de Dwyane Wade (el big three ha sumado 72 puntos) y un notable trabajo defensivo para ganar el encuentro a partir, además, de un balance de 6-5 en la relación robos-pérdidas por el 1-13 de Pacers.

Indiana, mal. Perdió 5 balones en el primer cuarto, llegó con solo 5 de desventaja (49-44) al descanso pese a que Roy Hibbert y Lance Stephenson se habían quedado sin anotar y empezó a ceder en el tercer cuarto con estos 2 jugadores sin producción y cargados de faltas y Frank Vogel ofreciendo una rotación absolutamente caótica e inexplicable.

En Pacers, solo han funcionado Paul George -23 puntos y 7 rebotes-, David West -20 tantos, 12 rebotes y 4 pases de canasta, George Hill por momentos -15 tantos y 4 triples- y Luis Scola mientras Vogel le dejó jugar, que no fue mucho. El argentino finalizó con 12 puntos en 14 minutos de juego. Roy Hibbert, mientras, hizo 0 puntos en 22 minutos en otra actuación desconcertante tanto en ataque como en defensa, donde fue superado claramente por Bosh.

Un Bosh que metió los 8 primeros puntos de Miami en el partido, que sumaba ya 10 al poco de empezar cuando no había llegado a esa cifra en ninguno de los 3 partidos anteriores y que a los poco minutos de iniciado el segundo cuarto ya tenía en su haber 17 tantos. Importante su transformación de cara la victoria de Heat en un partido que no ofreció un gran espectáculo al espectador.

La incomprensible gestión de su plantilla por parte de Frank Vogel no jugó a favor de un equipo en el que el entrenador castigó a Scola, que volvió a brillar en la primera parte para no tener oportunidades en la segunda, y a Evan Turner, que no jugó. Si a ello le añadimos la nulidad de Lance Stephenson en los 3 primeros cuartos y de Roy Hibbert durante todo el partido y los problemas de faltas de ambos... se puede comprender el bajón definitivo de los Pacers en una mala segunda parte.

Fundamental el arranque de la segunda mitad con un 7-0 que puso un claro 56-44 en el marcador, el crecimiento de LeBron, que con un triple y un mate al contraataque puso un ya más que claro 76-59 cuando aún se jugaba el tercer cuarto que acabó 80-64.

El cuarto cuarto no nos dejó más que el intento baldío de Indiana por mejorar una situación desesperada, a Vogel poniendo por fin en pista juntos a West y Scola cuando el equipo ya perdía por 20 y por los problemas de faltas de Hibbert y de Ian Mahinmi y a Pacers llegándose a poner a 9 puntos de Miami para ver cómo LeBron James cortaba por lo sano cualquier tipo de esperanza visitante. Parece claro que Miami jugará sus cuartas Finales consecutivas de la NBA. Todo un logro.