Carlos Delfino cumple 1 año lesionado sin tener claro cuándo podrá volver
El jugador argentino de Milwaukee Bucks reconoce haber pensado en la retirada
El próximo 1 de mayo Carlos Delfino cumplirá 1 año exacto sin jugar al baloncesto. Aquel fatídico 1 de mayo de 2013, el alero argentino de Milwaukee Bucks jugaba un partido de playoff ante OKC cuando hizo, según sus propias palabras, una de las mejores jugadas de su vida: ¡metió una volcada delante del mismísimo Kevin Durant!. No hubo más postemporada para él.
Transcurridos 12 meses y con 2 operaciones a cuestas en el pie derecho fracturado, Delfino empieza a ver la luz al final del túnel. O al menos, eso es lo que ha asegurado en una entrevista concedida al diario Olé de su país de origen.
Desde su casa de Santa Fe, donde ha pasado meses sin salir y sin apenas poder moverse, Delfino relata el calvario que supuso estar 3 meses sin poder poner el pie en el piso y otros cuantos meses sin apenas tener movilidad más que para trasladarse del sillón a la cama en camino de ida y vuelta.
"Ha sido muy doloroso reponerme de toda esta situación", dice uno de los más insignes integrantes de la Generación Dorada, un Delfino que reconoce que llegó a pensar en la retirada del baloncesto, más aún cuando esta grave lesión en el pie venía después de haber pasado otro peregrinaje extraño por dos conmociones cerebrales y haber sufrido problemas serios en los aductores.
Sin plazo para el regreso
El jugador ha pasado ya la fase más terrible de su lesión, la de la inmovilidad completa o parcial. Ahora, ya corre y eso le llena de ilusión, aunque los pasos a dar para un posible regreso aún sean muchos.
En este sentido, reconoce que "aún no tengo la certeza de que podré volver como yo aspiro". Pero no se resigna a volver a disfrutar con el baloncesto, siendo participe de él de modo activo.
Poco antes de hablar con Olé, hacía unas declaraciones al periódico La Nación en las que decía que estaba "ansioso" por volver a jugar. Pero el tiempo le ha cargado de paciencia.
El jugador argentino está muy agradecido a su equipo, Milwaukee Bucks, por el hecho de que le dejara operarse en Argentina y llevar a cabo toda la rehabilitación en su país natal, con su gente. Y ahora que está más cerca del final del túnel, con la ilusión de poder correr, asegura: "la etapa de tristeza terminó cuando me levanté de la cama. Ahora camino, corro, es otra cosa".