JORNADA NBA / PLAYOFFS 2014
Memphis gana en Oklahoma en la prórroga tras un memorable partido y empata 1-1
Un 3+1 imposible de Durant y una cesta sobre la bocina de Perkins provocan la prórroga
Tremenda dureza mental de los Grizzlies en el tiempo extra; Gasol termina eliminado con 16 puntos
Increíble partido el disputado esta noche entre OKC y Memphis y memorable cuarto cuarto, uno de los últimos cuartos más impresionantes que se recuerdan últimamente.
Thunder forzó la prórroga de forma imposible, mediante un doble milagro: un 3+1 alucinante de Kevin Durant y una canasta sobre la bocina del anodino en el resto del partido Kendick Perkins.
Memphis ganaba 93-98 a 18 segundos del final y vio cómo se le escapaba un partido que merecía ganar. Sin embargo, ofreció en la prórroga una imagen grande, de fantástica dureza mental, de una entereza a prueba de bomba para superar a OKC y evitar un segundo milagro del equipo local. La serie está 1-1.
Por cierto, excelente trabajo desde el banquillo de Dave Joerger, que está debutando en unos playoffs.
Oklahoma City 105 Memphis 111 (tras prórroga)
Es una pena que uno de estos dos equipos vaya a caer eliminado en la primera ronda de playoffs. Porque son dos equipos ganadores. Dos equipos que ofrecen el partido que han ofrecido esta noche no merecerían perder nunca.
Es cierto que Memphis mereció vivamente la victoria porque siempre comandó el juego y el marcador, aunque por exiguas ventajas. Los Grizzlies supieron cambiar radicalmente las claves del juego y el partido nada tuvo que ver con el apabullante éxito de OKC en la primera parte del primer partido. Esta vez, hasta la recta final, se jugó más lento, más físico, con dificultad para Thunder a la hora de alcanzar el campo abierto y correr, y con control sobre Durant hasta que explotó en el momento de la verdad. En fin, que Memphis hizo muy bien su trabajo. Y lo hizo de forma colectiva frente a los impulsos individuales locales, pero llegado el final... surgió el milagro, la belleza del baloncesto.
Un abismo separó el 16-24 de un primer cuarto en el que Memphis sentó cátedra respecto a cómo afrontar el juego de OKC y el 34-31 del último período que fue un regalo para los ojos, una excitación contínua y un peligro constante para el corazón de cualquier aficionado. En ese primer cuarto, Thunder metió 16 puntos con un 26% en el tiro, sin triples, sin puntos al contraataque, dando 1 asistencia, robando 0 balones... la debacle. El cuarto período fue otra historia.
Porque el último cuarto fue puro espectáculo, adrenalina de la buena, canela en rama. Los Grizzlies supieron llevarlo muy bien e incluso ponerse con 9 de ventaja en pleno éxtasis del esloveno Beno Udrih, pero en el final del cuarto por fin corrió OKC y el partido derivó hacia lo delirante, con locura en la pista y en la grada. Una fiesta imprevisible.
Con OKC recuperada del susto por el calambre sufrido por Serge Ibaka en el tercer cuarto y Memphis habiendo recuperado el tobillo de Courtney Lee, todo derivó en una acumulación de estímulos gratos para la vista. Los locales se adelantaron por fin 93-92 a 1:14 del final tras dos jugadas eléctricas, dos mates al contraataque, uno de Russell Westbrook tras tapón de Ibaka a Marc Gasol y otro de Kevin Durant. ¡Pero de ese 93-92 se pasó a un 93-98 con solo 18 segundos por jugar con un triple por medio de Mike Miller y una defensa gigantesca de Tony Allen sobre Kevin Durant cuando éste se levantó para tirar!. Entonces, llegó el milagro local que dejó a todos boquiabiertos.
Con 13 segundos por jugar, ¡Durant se inventa un maravilloso 3+1 desde la esquina sin posición, cayéndose de espaldas hacia los aficionados, con Marc Gasol delante...!. Lo imposible convertido en posible. Y 97-98 en el luminoso. Mike Conley falla inmediatamente después 1 de sus 2 tiros libres para poner el 97-99 y en la última jugada empata OKC y fuerza la prórroga. No empata Durant, no empata Westbrook, que falla el tiro decisivo... ¡empata Kendrick Perkins que atrapa el rebote ofensivo y coloca el 99-99 sobre la bocina!. Ver para creer.
Esa forma de terminar el cuarto hacía presagiar a todos que hasta allí había llegado el camino de los Grizzlies, un gran camino cortado por la aparición de lo improbable, pero la dureza mental de Memphis es un bien a prueba de bombas. Paciencia, serenidad y, sobre todo, una entereza admirable amparada en la fortaleza colectiva adornaron el triunfo visitante. OKC tardó más de 2 minutos en anotar en la prórroga y Marc Gasol cayó eliminado por faltas a 35 segundos del final con 104-105 en el marcador. Desde la banda, el español vio cómo sus compañeros ejercían de finalistas de conferencia a lo grande y esta vez no hubo segundo milagro local. Una gran asistencia de Tony Allen para Zach Randolph y los tiros libres de Lee y el propio Z-Bo sellaron un triunfo maravilloso de los Grizzlies.
Memphis ganó a base de juego colectivo, dureza mental y 3 suplentes que aportaron mucho. Tony Allen durante todo el partido. Intenso, físico, contagioso. Esencial en el triunfo. Beno Udrih en el cuarto cuarto para terminar con 14 puntos en 14 minutos. Y Mike Miller con triples en momentos fundamentales.
Fuera de esa suplencia contributiva, Randolph sumó 25 puntos, Mike Conley estuvo muy bien para hacer 19 con 12 asistencias y 7 rebotes, Marc Gasol firmó 16 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en 46 minutos para morderse las uñas al final y Courtney Lee añadió otros 16.
En OKC, tremendo Durant tras el tercer cuarto. Hasta entonces, muy limitado por la defensa rival, en el último cuarto y la prórroga, 20 puntos para totalizar 36 con 11 rebotes y 5 triples. Russell Westbrook mantuvo al equipo durante buena parte del encuentro y sumó 29 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias pese a no estar fino desde el triple y un gran Serge Ibaka aportó 15 tantos, 11 rebotes y 5 tapones. En el lado negativo, el horrible partido de Reggie Jackson.