El ex NBA Rolando Blackman se hace cargo de la selección de Panamá
Asume esta semana la dirección técnica con el objetivo de reactivar el baloncesto panameño
El 4 veces All-Star y legendario jugador de los Dallas Mavericks Rolando Blackman ha decidido acudir al rescate del baloncesto de su país y se ha hecho cargo de la dirección técnica de la selección de Panamá con el objetivo de devolver al equipo a lo más alto del baloncesto hispanoamericano.
Blackman, de 55 años, es toda una institución no sólo en Panamá sino también en Dallas, donde dejó amplia huella tras jugar durante 11 temporadas en el equipo. No en vano fue durante muchos años el máximo anotador de la historia de la franquicia, hasta que Dirk Nowitzki le superó en marzo de 2008, y es, junto a Brad Davis, uno de los dos únicos jugadores que hasta el momento pueden presumir de lucir su camiseta, con el número 22, en lo alto del American Airlines Center.
El gran canastero panameño decidió aceptar en su día el ofrecimiento de la Federación Panameña de Baloncesto (FEPABA) para ponerse al frente del equipo nacional en un momento complicado para el baloncesto del país del canal, con problemas organizativos y de financiación que han alejado a los panameños de los puestos punteros en el baloncesto centroamericano que ocuparan en otro tiempo.
Deseoso de empezar a trabajar
Blackman llegó el pasado martes a Panamá para reunirse con los directivos de la FEPABA con el fin de trazar un plan estratégico con el que aunar fuerzas y reactivar el baloncesto nacional en los próximos años, una labor en la ha de ser clave la respetada figura del ex jugador, que se mostraba encantado de afrontar la complicada misión que tiene por delante.
“Este era mi sueño desde hace mucho tiempo, dirigir a Panamá, pues hay mucho talento y hay que volver a levantar el baloncesto panameño”, aseguró Blackman tras su llegada al país, “Tenemos que trabajar todos de la mano para levantar este deporte que tanto ha dado a Panamá y confío obtener ese apoyo de todos”.
Prueba del compromiso de Blackman es que desempeñará sus nuevas funciones ‘ad honorem’, es decir, si percibir retribución alguna, unas funciones que compatibilizará con su trabajo como Director de Desarrollo de Jugadores en los Dallas Mavericks.