El puesto de Mike Woodson en el banquillo de los Knicks no parece peligrar
Carmelo Anthony dice que el equipo "no juega una mierda" y J.R. Smith podría volver a la suplencia
Bajan revueltas, muy revueltas, las aguas en los Knicks. El comienzo de temporada está siendo un desastre que está cobrando su mayor virulencia en los compromisos que el equipo está afrontando ante su afición en el Madison Square Garden.
El equipo acumula un balance de 3-6 para situarse en posiciones traseras del Este y en el Madison suma un 1-5 tras encadenar 5 derrotas consecutivas. La última, anoche ante Atlanta Hawks por 90 a 110.
Ante tamaña cadena de mal juego y horribles resultados, nada expresa mejor el presente de los Knicks que las palabras de Carmelo Anthony: "No jugamos una mierda... tenemos que jugar más duro".
La estrella del equipo ha dejado claro que hay que unirse para salir del pozo. "No hacemos nada bien. No es culpa del entrenador. No tiene que ver con que X o Y estén en la pista", ha afirmado. Es decir, antes que buscar culpables, hay que buscar soluciones colectivas.
El puesto de Woodson no peligra
A pesar de todo, el puesto de Mike Woodson como entrenador jefe de los Knicks no parece peligrar. Al menos, eso es lo que afirma Marc Stein, de ESPN.
La franquicia prefiere esperar acontecimientos aguardando una mejora del equipo que, en buena lógica, ha de llegar. Más aún cuando estamos hablando de una escuadra que la pasada temporada quedó segunda en el Este con 54 victorias y 28 derrotas.
La baja de Tyson Chandler ha sido la puntilla y está claro que Woodson tendrá que mover piezas en busca de soluciones. Uno de los más probables cambios de los que se habla sería la devolución de J.R. Smith a la suplencia.
J.R. firmó anoche ante Hawks una serie en el tiro de 3 de 18 y acabó reconociendo que su juego había sido horrible.