El regreso de Andrew Bynum a Filadelfia se puebla de silbidos
Reprobación de los aficionados desde la grada el ex pívot de Sixers
No hay perdón para Andrew Bynum en Filadelfia. Es cierto que el recibimiento del pívot en el Wells Fargo Center no alcanzó la situación infernal que vivió LeBron James con la elástica de Miami al volver a Cleveland, pero está claro que Bynum no es bien recibido en la ciudad del amor fraternal.
Cabía esperar una situación semejante dado lo ocurrido la pasada temporada con el jugador, que fichó en verano de 2012 por Philadelphia 76ers y nunca llegó a vestirse con la camiseta del equipo en partido alguno debido a la delicada situación de sus rodillas, situación agravada con algún que otro desliz que la afición nunca le perdonó.
Lo cierto es que tras fichar por Cleveland Cavaliers y volver a jugar al baloncesto esta situación tenía que llegar. Y llegó anoche. Faltando 3:38 para terminar el primer cuarto el ex de Sixers saltó a la pista sustituyendo a Anderson Varejao. Lo hizo ante la desaprobación general de la grada, aunque sin un griterío infernal, eso sí. Después, cada vez que tocaba el balón se repetían los silbidos.
El mal recibimiento no impresionó mucho a Bynum, que al acabar el choque aseguró que el Sixers-Cavaliers "fue solo otro partido más para mí". Por si quedaba poco clara su absoluta indiferencia ante la situación, el pívot añadió la siguiente frase: "Pensé que era un poco débil. Pensé que iba a ser mucho peor". Esa fue su impresión sobre los silbidos.
Bynum jugó 18 minutos y acabó con 4 puntos y 5 rebotes en un partido que perdió su nuevo equipo, Cleveland, ante su viejo equipo, Philadelphia, un equipo del que cobró mucho dinero, pero para el que nunca jugó.