Minnesota se deshace de Brandon Roy tras solo jugar 5 partidos en la temporada
Tras quedarse sin equipo, Roy podría retirarse definitivamente del baloncesto a los 28 años
Brandon Roy se queda sin equipo, tal y como cabía esperar. Minnesota Timberwolves ha anunciado que prescinde del que fuera 3 veces All-Star tras una temporada en la que intentó volver al baloncesto y sólo pudo jugar 5 partidos.
Los Wolves y Roy tenían un año más de contrato, pero ese contrato tenía una clásula que ha hecho efectiva el equipo de Mineápolis para deshacerse del jugador. La cláusula no era otra que la posibilidad de romper el contrato si Roy no estaba activo en al menos 65 partidos. Está claro que el jugador ha quedado lejísimos de ese objetivo, un objetivo que buscaba garantizar la continuidad de Roy siempre que estuviera en condiciones físicas adecuadas.
Roy firmó el pasado verano un contrato de 2 años con Minnesota 7 meses después de anunciar su retirada y una vez que su antiguo equipo, Portland Trail Blazers, hubiera aministiado su multimillonario contrato.
De hecho, el escolta formado en la Universidad de Washington ha cobrado esta temporada 21,5 millones de dólares pese a sólo jugar 5 partidos, de los que 5,1 millones han procedido de las arcas de los Timberwolves. Y la próxima campaña cobrará 17,9 millones pase lo que pase, pero con esta rescisión Minnesota se ahorra abonarle 5,1 millones que es lo que le correspondía al equipo de Ricky Rubio.
El ex de Portland debería estar ahora mismo en su plenitud baloncestística, pues tiene 28 años, pero muy al contrario parece acabado definitivamente, ya que todo apunta a que este despido es el preludio de su retirada debido al proceso degenerativo que sufren sus dos meniscos, que están reducidos a la mínima expresión.
En los 5 partidos que jugó con la elástica de Minnesota a las órdenes de Rick Adelman, Roy promedió 5,8 puntos y 4,6 asistencias en 24,4 minutos. Estaba claro que volver a ser el de antes era imposible, pero al menos Roy esperaba poder jugar minutos limitados para no perder el contacto con la competición. Ahora, ese sueño también parece imposible.