JORNADA NBA / playoffs 2013 (1ª ronda)
San Antonio y Miami superan la primera ronda; los Lakers, eliminados tras perder 4-0
El equipo de Pau Gasol se despide perdiendo 2 partidos en el Staples por 31 y 21 puntos
LeBron James lidera otro sencillo triunfo de Heat ante los Bucks en Milwaukee
Los Lakers finalizaron la temporada del mismo modo que la iniciaron, encadenando derrotas. Tumultuosa campaña que basculó desde la ilusión inicial a la sangrante decepción final. Los Spurs arrasaron al trote a un equipo completamente desarticulado por las lesiones.
Habría que remontarse décadas para recordar una eliminación de Lakers en primera ronda, y más de este pelaje. San Antonio volvió a ganar sin despeinarse con un gran Tony Parker al frente. En Lakers, la dignidad en la derrota de Pau Gasol contrastó con la insufrible forma de despedirse de la temporada de Dwight Howard, que fue expulsado en el tercer cuarto cuando su equipo ya perdía claramante y necesitaba de su presencia.
Mientras, Miami volvió a hacer lo que quiso con Milwaukee al ritmo que LeBron James elevaba o no a su antojo su juego. Gran partido de LeBron, triunfo sencillo de Heat y 4-0 para cumplir los pronósticos. En Bucks, horrible desempeño de Brandon Jennings, el mismo que dijo que ganarían a Miami, y participación testimonial del mexicano Gustavo Ayón.
L.A.Lakers 82 San Antonio 103 (0-4)
Se acabó lo que se daba. Los Lakers se despiden de mala manera de una temporada aciaga, de la campaña en la que juntaron una plantilla plagada de estrellas que se estrellaron por un mal concepto colectivo surgido ya en los despachos. Mientras, los Spurs, un equipo cabal y brillante, contruido a fuerza de sensatez en los despachos pasan holgadamente la primera ronda, tan holgadamente que Manu Ginóbili y los suyos gozarán de un merecido descanso entre rondas y Tiago Splitter podrá ir recuperando su tobillo lesionado.
El partido final de la serie fue otra pantomima. Otra vez los Lakers sin equipo intentando evitar el 4-0. Un equipo local en el que la baja de Metta World Peace se unió a las de Kobe Bryant, Steve Nash, Jodie Meeks y Steve Blake. Es decir, todo el perímetro desaparecido en combate hasta tal punto que Chris Duhon disputó 43 minutos. Y, por si fuera poco, Dwight Howard autoexpulsado en el tercer cuarto para dejar aún más en cuadro a los suyos cuando ya perdían claramente. Otro gesto claro de inmadurez. Una falta de saber estar preocupante para un adulto.
Los Spurs, mientras, a lo suyo. Ganando de calle sin arriegar lo más mínimo. Cerraron los texanos la serie con victorias en L.A. por 31 y 21 puntos. Sendos paseos triunfales. Bajo la batuta de Parker, los de Gregg Popovich sintieron que tampoco hacía falta humillar a un rival descompuesto.
En realidad, como en el tercer envite, nunca hubo partido en este cuarto. El 4-13 inicial, fraguado en los primeros 5 minutos, ya fue harto significativo. Y el segundo cuarto marcó la pauta. Lakers sólo anotó 14 tantos en ese segundo cuarto y los equipos se fueron al descanso con un concluyente 34-52. Al inicio del tercer cuarto, Howard fue expulsado por doble técnica y el equipo local empezó a sufrir la misma pasión y dolor que en el partido anterior. Resignación en una grada que empezó a despoblarse bien pronto y máxima ventaja visitante de 25 puntos al inicio del último cuarto con un triple de Ginóbili.
Minutos y minutos sobrantes, convertidos en un vía crucis para el equipo local y aplausos para Pau Gasol, el mejor anoche de Lakers, al irse del terreno de juego, en señal de aprobación ante su dignidad en la derrota.
Spurs hizo debutar a Tracy McGrady, que jugó 5 minutos, y tuvo a Parker en 23 puntos en 26 minutos de juego. Ni siquiera precisó esta vez de un Tim Duncan súper o de un Manu Ginóbili en plan microondas. El de Bahía Blanca finalizó con 8 puntos y 6 asistencias en 20 minutos. Bien, pero sin forzar la máquina.
Los Lakers perdieron 22 balones y sólo Gasol presentó números mínimamente relevantes: 16 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias con un 8 de 12 en el tiro. Andrew Goudelock fue el que más tiró (14 puntos tras hacer 17 lanzamientos), Howard estuvo francamente mal y Kobe Bryant presenció en vivo el desastre, colofón de una temporada infernal.
Milwaukee 77 Miami 88 (0-4)
En este caso, el 4-0 estaba cantado antes de empezar la serie, por mucho que Brandon Jennings, medio en broma medio en serio, pronosticara la eliminación de los campeones por un 4-2. Resultaba indiscutible a priori la superioridad de Miami y los pronósticos se cumplieron al pie de la letra, con tozuda precisión, tediosa incluso.
Otro partido igual que los anteriores, con un guión con final predecible, en el que da igual cómo discurra el encuentro porque se adivina sin esfuerzo cuál será el desenlace. El BMO Harris Bradley Center, contento por ver a los suyos en playoffs, objetivo logrado, feliz por poder recibir a LeBron James y los suyos, alegría grande, y resignado a la derrota. Una eliminatoria, en definitiva, sin alma alguna.
Volvió a suceder. Heat no forzó para nada la máquina hasta cuando necesitó hacerlo. Al inicio del último cuarto, equilibrio en el marcador con un 67-69 para los de Florida. Pues bien, parcial de 5-19 para irse de 16 y acabar con el partido. Un parcial iniciado con triples de Ray Allen y Mario Chalmers y liderado por un sobrado LeBron James.
James hizo lo que quiso en un encuentro sin historia. Se fue a 30 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y un 65% en el tiro de campo. Y lo hizo de forma rutinaria, como sin esforzarse. Gran primera parte de Ray Allen, que acabó el partido con 16 tantos, 7 rebotes y 4 triples y Heat ganando fácil sin la presencia de Dwyane Wade.
Milwaukee, mientras, vivió en permanente crisis ofensiva, una crisis que empezó en Brandon Jennings, que se despidió de la campaña de forma horripilante con 3 puntos y un 1 de 7 en el tiro. Incapacidad local absoluta para romper el muro defensivo del rival y sólo Monta Ellis (21 puntos y 8 asistencias) y Mike Dunleavy (17 tantos) poniendo algo de sentido común al ataque. Mientras, Gustavo Ayón saltó a la cancha de manera testimonial, ya que apenas tuvo presencia.