JORNADA NBA / PLAYOFFS 2013 (1ª ronda)
Manu Ginóbili desmonta a los Lakers en 90 segundos
Triple-doble de Paul George en un triunfo cómodo de Indiana sobre Atlanta
Superioridad manifiesta de San Antonio Spurs e Indiana Pacers sobre Lakers y Hawks. Triunfos en casa con el 'big three' texano a gran nivel y Manu Ginóbili en plan 'killer' y con el joven Paul George firmando un triple-doble despampanante.
Dwight Howard y Pau Gasol (16 puntos, 16 rebotes y 6 asistencias) fueron los mejores de Lakers, pero no contaron con gran apoyo de los jugadores exteriores, salvo el orgullo de un Steve Nash que volvió de su lesión. En San Antonio, el equipo funcionó al unísono. Magistral trabajo defensivo y el trío Manu Ginóbili-Tim Duncan-Tony Parker como si los años pasaran por los otros. El argentino metió 18 puntos en 19 minutos y fundió al rival en 90 segundos, el último minuto y medio del tercer cuarto.
El partido no fue bonito de ver. Resultó tosco por momentos, con más desaciertos que aciertos y con un ritmo más bien quebrado.
Indiana derrotó a Atlanta sin demasiados problemas defendiendo también mucho. Al Horford hizo un brillante segundo cuarto, pero luego se apagó. El apagón del dominicano y de Josh Smith en la segunda mitad resultó clave en la derrota del equipo de Larry Drew.
San Antonio 91 L.A.Lakers 79 (1-0)
Un extraordinario trabajo defensivo de San Antonio de principio a fin y un momento de feliz genialidad de Manu Ginóbili en el final del tercer cuarto bastaron para desnudar todas las limitaciones de estos Lakers sin Kobe Bryant, de estos Lakers sin proyecto definido.
Desde el salto inicial, el equipo de Gregg Popovich se fundió físicamente en un frenesí defensivo pleno de cuerpo, pero también de mente, alimentado de contactos, pero también de conjunción. Y los Lakers sufrieron y sufrieron. Porque los angelinos fueron siempre a remolque, desde el primer cuarto, como el ciclista que va a cola de grupo desde las faldas del puerto y se sabe que en un momento u otro se va a quedar, va haciendo la goma y al final termina reventado. Eso le sucedió a los Lakers.
Pau Gasol y Dwight Howard se pegaron una paliza baldía. Porque el juego exterior no correspondió a su esfuerzo y dedicación. La aportación de los exteriores fue casi nula. Steve Blake se incorporó tarde a la fiesta, ya cuando no había remedio, y el único que tuvo bemoles fue Steve Nash, que jugó, sí, el canadiense jugó y sacó fuerzas de un físico renqueante para dar todo cuanto tuvo. Porque Nash, Gasol y Howard hicieron todo lo que pudieron. Otros, sin embargo, no aportaron gran cosa.
En frente, un equipo. Sí, un equipo con mayúsculas. Porque San Antonio sabe de memoria a lo que juega, mientras que Lakers es a estas alturas del campeonato un equipo sin definir. Y un abismo en los banquillos, porque Popovich jugó a lo que quería jugar y Mike D'Antoni, atrapado por las circunstancias, se vio obligado a jugar a lo que nunca quiso jugar.
Y a pesar de todo, los Lakers resistieron hasta la recta final del tercer cuarto como el boxeador que se tambalea y se tambalea, pero que no termina de caer. Hasta que llegó Manu, claro, y le dio un par de manotazos letales. Porque el argentino, que viene de recuperarse de una lesión muscular, sintió el aroma de los playoffs y se transformó en la bestia, como un hombre-lobo, olió sangre y mordió. Fueron 90 segundos. Con 90 segundos le sobró al argentino. Dwight Howard acababa de cometer su cuarta falta y restaba minuto y medio para acabar el tercer cuarto. Entonces, Ginóbili emergió en la pelea física y firmó un monumento.
Fueron 8 puntos en 90 segundos, 6 de ellos desde el triple, 8 puntos que dejaron el marcador al final del cuarto en un 70-57 que prácticamente sentenció el partido. Manu sumaba entonces 18 puntos en 16 minutos de juego. Enorme.
El último cuarto fue una continuación del quiero y no puedo de los angelinos, que se habían acercado a 4 puntos en el tercer cuarto antes de que explotara Manu. La recta final siguió por los mismos derroteros: control local del juego y esfuerzo máximo de Lakers para nada. Eso sí, nadie podrá reprochar a los visitantes el que no se vaciaran en la cancha. Y con un juego deslavazado por ambas partes en el cuarto final llegó lo que tenía que llegar: el tiro de gracia. Éste lo proporcionó Matt Bonner, gran partido el suyo, con un triple que puso el 84-68 a 4:04 del final. Se abrió la brecha definitiva y Popovich dio descanso a sus estrellas, mientras que D'Antoni, incomprensiblemente, dejó que sus 2 hombres más castigados físicamente, Gasol y Howard, siguieran castigándose hasta el final con el partido ya decidido.
Al final, triunfo local por 12 puntos, dejando en 79 a Lakers. Un triunfo cómodo a pesar de anotar sólo el 37,6% de sus tiros. El trío estelar pisando el acelerador. Manu haciendo 18 puntos, 3 asistencias y 3 de 5 en el triple en sólo 19 minutos, Parker añadiendo 18 tantos, 8 asistencias y 3 robos y Tim Duncan terminando con 17 puntos, 10 rebotes y otros 3 robos. Además, impagables partidos de Kawhi Leonard y de Matt Bonner, que equilibraron las irregulares actuaciones de Danny Green y Tiago Splitter. Mientras, Tracy McGrady viendo el partido vestido de calle, contemplando la exhibíción defensiva de los suyos.
Lakers no defendió mal, aunque sufrió cuando San Antonio circuló el balón bien, algo que no abundó como otras veces. Los visitantes perdieron 12 balones en la primera parte, un infierno. En lo individual, Howard y Gasol formaron un gran tándem. El primero hizo 20 puntos y 15 rebotes y el segundo, 16 tantos, 16 rebotes y 6 asistencias en 43 minutos (10 rebotes y 6 asistencias al descanso). Nash terminó también con 16, obligado a jugar 29 minutos pese a que no estaba para ello. Y la suplencia fue un desastre. Anotó 10 puntos por 40 de la de Spurs, un equipo que ganó a un no equipo.
Indiana 107 Atlanta 90 (1-0)
Otro partido con dos signos de identidad claros y muy similares a los del Spurs-Lakers: gran defensa local y superioridad manifiesta. El equipo de Frank Vogel respondió perfectamente en este primer envite mostrándose como es, sacando a relucir sus más importantes virtudes. Y Atlanta fue también el equipo que ha sido en parte de la temporada. Un equipo sin definir que ha sobrevivido gracias al temporadón de Al Horford y la capacidad para hacer muchas cosas de Josh Smith. También al crecimiento como base de Jeff Teague.
Y eso pasó en Indiana. Atlanta sobrevivió mientras su 'big three' funcionó. Algo que ocurrió hasta el ecuador del partido. Los visitantes habían ido al remolque en el primer cuarto y aguantaron el tirón en el segundo gracias a un segundo período enorme de Horford, que estaba haciendo mucho daño en la pintura, y el buen trabajo de Josh Smith, Jeff Teague e Ivan Johnson. Pero fue llegar al tercer cuarto, anular la defensa local a Horford (2 puntos en toda la segunda parte) y Smith (4 puntos) y hundirse el equipo de Larry Drew.
Los locales llegaron a adquirir una ventaja de 17 puntos (84-67) en el transcurso del tercer cuarto, que terminó con un cómodo 84-69 y con el gran jugador del partido, Paul George, rozando ya el triple-doble. El dominio apabullante del rebote por parte de los locales y su buena defensa ya habían hecho mella en los Hawks, que andaban a merced de su rival.
El último período no aportó gran cosa. Lo más que hizo Atlanta fue acercarse a 8 puntos, pero con un tono no demasiado amenazante.
Ganaron los locales con un quinteto inicial a gran nivel. George acabó con un gran triple-doble tras producir 23 puntos, 11 rebotes y 12 asistencias, y anotar 17 tiros libres de 18 intentados. George Hill sumó 18 tantos, 13 de ellos en un espléndido primer cuarto, y Roy Hibbert acabó con 16 y 8 rebotes. En Atlanta, 21 puntos y 7 asistencias de Jeff Teague, 15 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias y 14 tantos, 6 rebotes y 3 pases de canasta de Josh Smith y Al Horford tras sus apagones del segundo tiempo y buenos minutos de Ivan Johnson, que suple sus carencias técnicas con físico y corazón.