JORNADA NBA / PLAYOFFS 2013 (1ª RONDA)
Andre Miller aniquila en el último cuarto a los Warriors, que pierden a David Lee
Chris Paul lidera una cómoda victoria de Clippers ante unos decepcionantes Grizzlies
A los 37 años, Andre Miller cumplió un sueño: anotar una canasta decisiva en un partido importante. No lo había hecho hasta la fecha. Pero en el arranque de los playoffs de 2013 se desató como nunca, anotó 18 puntos en el último cuarto y metió la cesta de la victoria.
El damnificado fue Golden State Warriors, que estuvo a punto de dar la sorpresa en el inexpugnable Pepsi Center, cancha en la que Denver firmó un 38-3 en la temporada con 22 victorias consecutivas al final del curso. Sin embargo, Miller evitó cualquier contratiempo, acabó con 28 puntos y encestó esa canasta vital, la ganadora, a 1,3 segundos del final en una fantástica jugada individual. Lo peor para Warriors, más allá de la derrota, es que perdió por lesión a uno de sus hombres clave: David Lee.
Mientras, los Clippers ganaron con comodidad, no tanta como la que reflejó el marcador, a unos Grizzlies decepcionantes. Chris Paul fue la gran estrella del partido. El español Marc Gasol logró 16 puntos y 7 asistencias, pero flaqueó, como todo su equipo, en el rebote.
Denver 97 Golden State 95 (1-0)
Un jugador de 37 años dominando la escena como nadie puede imaginar. Un equipo, Golden State, triturado por un base cargado de arrugas deportivas. Ése es el resumen de la recta final del Nuggets-Warriors, que acabó con los californianos perdiendo el partido en el último suspiro y, lo que es peor, perdiendo a David Lee por lesión.
Andre Miller fue ese jugador de 37 años que lo cambió todo. Anotó 18 puntos en el cuarto final para sumar 28 con 5 asistencias en 27 minutos de juego. Y con empate a 95 fabricó la canasta de la victoria en una fantástica jugada indididual que culminó con una entrada a cesta exitosa anotada con 1,3 segundos por jugar.
Antes habían sido protagonistas su compañero Ty Lawson y el visitante Stephen Curry. Lawson había robado una bola para encestar al contraataque el 95-92 a 35 segundos de la conclusión. Y el 'killer' Curry había asumido todo la carga para bien de su equipo al meter un triplazo desde un lateral para empatar a 95 a 14 segundos del bocinazo final. Entonces, llegó Miller, que andaba más que caliente por su formidable partido, agarró la bola, dijo es mía, asumió toda la responsabilidad y acabó abrazado por el resto de sus compañeros mientras el Pepsi Center se venía abajo.
Miller ya había protagonizado antes de su explosión final algunas jugadas de mérito, sobre todo una canasta en el poste bajo colmada de técnica individual. Su movimiento de pies fue francamente una bendición, una visión maravillosa. Fue en el tercer cuarto, el cuarto que cambió el rumbo de un partido que estaban dirigiendo los Warriors.
Porque Golden State se presentó en Colorado sin complejos. Sin tener en cuenta el carácter casi inexpugnable del Pepsi Center, ni el poderío anotador local. La primera parte visitante fue ejemplar. Los Warriors dejaron en 44 puntos al descanso (44-48) a un equipo que ha promediado 106 en la temporada. Denver se fue a vestuarios con 6 asistencias y 9 pérdidas, sin haber mostrado su proverbial manejo de la anotación cercana al aro y sin haber podido correr a su gusto. Sólo el buen ataque del francés Evan Fournier, en gran forma en el mes de abril, la brutal capacidad reboteadora de Wilson Chandler (12 rebotes en la primera parte) y el espectáculo de JaVale McGee (vaya tapón a Lee) salvaban al equipo. Klay Thompson y David Lee, con ayuda de Jarrett Jack eran los dueños del partido. Con Curry dirigiendo muy bien (8 asistencias), pero sin suerte en el tiro (1 de 10).
Pero llegó ese tercer cuarto y Denver cambió el rumbo no anotando más, no haciendo fluir la bola, no corriendo desesperadamente, sino haciendo algo que sabe hacer mejor de los que muchos piensan: defender. El equipo local empezó a presionar mucho mejor la subida de balón de Curry, mejoró en su sistema de ayudas y fue poco a poco poniendo de su lado el partido hasta terminar el tercer cuarto 7 arriba (71-64) tras 2 canastas consecutivas de un Corey Brewer que por fin despertaba. Ya en esa recta final de tercer cuarto, Andre Miller había tomado el timón. Un timón que ya no abandonaría.
Al inicio del cuarto final llegó la lesión de David Lee cuando chocó con JaVale McGee en una entrada y no apoyó bien la pierna. Parecía que ahí se iban a acabar los Warriors, pero no fue así. Carl Landry suplió excelentemente al lesionado y salió al rescate de los suyos junto a Jarrett Jack (81-81 a 7 minutos del final). A partir de ahí fue un tira y afloja de los 2 equipos con Andre Miller en plan magistral.
Además de Miller, Chandler acabó con 11 puntos y 13 rebotes, Andre Iguodala hizo un partido determinante en la sombra, Ty Lawson y Corey Brewer crecieron en la segunda parte y McGee y Fournier contribuyeron en la primera. En Golden State, 22 puntos y 3 tapones de Klay Thompson, muy buena su primera mitad, y 19 con 9 asistencias de un Curry que dirigió mucho y anotó poco en la primera parte y anotó más pero dirigió mucho menos en la segunda. Gran papel defensivo de Andrew Bogut (9 puntos, 14 rebotes y 4 tapones), que formó buena pareja reboteadora con el lesionado Lee, que hizo 10 tantos y 14 capturas. Y doble doble de Jack, que repartió 10 asistencias.
L.A.Clippers 112 Memphis 91 (1-0)
Se esperaban máximas pasiones en el Staples Center y el espectáculo quedó reducido a una victoria cómoda de Clippers. Eso sí, no tan fácil como refleja un marcador hinchado debido a que Memphis bajó los brazos en la recta final del encuentro.
El encuentro fue de Clippers. Durante todo el tercer cuarto, los angelinos dominaron con diferencias, eso sí, peligrosas que rozaban la decena de puntos. No terminaban de escaparse en el marcador y los Grizzlies no terminaban de acercarse lo suficiente. Y el partido andaba dormido, siempre, hay que decirlo, bajo la vigilancia de un Chris Paul que fue el verdadero dominador de la situación.
Memphis cargaba el juego sobre Marc Gasol y Zach Randolph mientras Mike Conley sufría el yugo de Paul, pero el equipo no funcionaba bien, ni lo hizo nunca, porque le fallaron 2 aspectos básicos de su juego, fundamentales: la defensa y el rebote, aspecto éste en el que Gasol y Z-Bo fueron un desastre.
En el tercer cuarto, los locales llegaron a adquirir 11 puntos de ventaja, pero Memphis controló la situación en un partido que discurría con altos porcentajes y sin demasiados sobresaltos. Entonces, llegó la cuarta falta de un apagado Blake Griffin, mediado el tercer cuarto, y poco después la cuarta de Randolph. Los 2 a la banda. Con Jerryd Bayless como mejor referencia ofensiva en cuanto a acierto, Memphis llegó vivo al final del tercer cuarto: 75-69.
El cuarto período fue otra cosa. Todo se vino abajo en las huestes de Lionel Hollins. Una de las mejores defensas de la NBA encajó 37 puntos en el cuarto final y 112 al final del partido cuando había recibido 89 de media en toda la temporada. El 37-22 de los últimos 12 minutos lo dice todo. Memphis fue un desastre, una sonora decepción. Y Clippers mostró su consolidación como equipo a tener en cuenta de cara a los grandes objetivos.
A 5:02 del final, Randolph y Griffin hacían una doble falta en la lucha por un rebote y cometían cada uno su quinta personal (Griffin acabaría eliminado a 3:02 de la conclusión). Pero para entonces, a 5 minutos del final, el partido empezaba a definirse. Memphis hizo un Hack-a-DeAndre (Jordan) y Vinny Del Negro, que no estaba para bromas, borró a su jugador de la pista de un plumazo. Clippers tomó una ventaja ya considerable y un triple frontal de Paul selló la victoria local con 2:19 por jugar (102-87). El partido estaba finito.
Los Clippers ganaban fácil arrasando en el rebote (¡47 a 23!) y metiendo el 55% de sus tiros (la defensa visitante en evidencia). Acababa el equipo local con 7 jugadores en dobles dígitos anotadores con Paul en gran figura con 23 puntos, 7 asistencias y 1 sola pérdida. Eric Bledsoe finalizaba con 15 tantos, 6 rebotes y 4 asistencias en 18 minutos, ¡y 7 tiros sin fallo!, y un decisivo Chauncey Billups anotaba 14 en 21 minutos. Muy bien igualmente un Caron Butler al que ser vio recuperado físicamente.
Memphis recibió al final un correctivo demasiado severo. Lo mejor del equipo, su control del balón -sólo perdieron 7-. Lo peor, su defensa en el cuarto final y su lamentable espíritu en el rebote, llevándose la palma aquí Gasol y Randolph, que totalizaron entre ambos 6 rechaces. Bayless fue el máximo anotador visitante con 19 puntos y Marc Gasol estuvo bien en anotación, 16 puntos, y excelente en la distribución, 7 asistencias. Eso sí, terminó con un 4 de 12 en el tiro y capturando sólo esos 2 rebotes en 41 minutos de juego.