Dwight Howard se equipara a mitos y Brandon Jennings se queda en blanco
El base de Milwaukee termina el partido contra Sixers muy molesto con su entrenador
El pívot de los Lakers Dwight Howard y el base de los Bucks Brandon Jennings fueron en la jornada de ayer cara y cruz de la moneda. Mientras que Howard hizo estadísticas al nivel de grandes mitos, Jennings se quedó sin anotar por primera vez desde que está en la NBA.
Lo de Jennings fue catastrófico. No hizo ni un solo punto en los 17 minutos que estuvo en juego, minutos en los que dirigió de pena al equipo. Ante la situación, su entrenador, Jim Boylan, decidió dejarle sentado todo el cuarto final. Optó por Monta Ellis como armador. Aunque fue casi peor el remedio que la enfermedad, ya que Milwaukee terminó perdiendo en Filadelfia.
El cabreo de Jennings al final del partido era de aúpa. El base expresó su malestar por la decisión de Boylan y vino a decir que era el chivo expiatorio elegido para la ocasión y que no era la primera vez que ocurría.
Lo cierto es que Jennings lleva unos partidos bastante malos. Sin ir más lejos, el pasado viernes ante Indiana hizo sólo 4 puntos con un 1 de 15 en el tiro. Anoche, al menos, sólo tiro 3 veces para errar las 3. En los casi 300 partidos de fase regular que había disputado el base en la NBA jamás se había quedado en blanco.
Howard, como los más grandes
El caso contrario vino de la mano de Dwight Howard, que empezó muy mal el partido ante Minnesota al no poder detener a Nikola Pekovic y cargarse pronto de faltas. Sin embargo, se rehizo, fue a más y firmó unos números finales espectaculares en la victoria de su equipo: 25 puntos, 16 rebotes, 5 tapones y 5 robos de balón.
En los últimos 25 años, sólo 3 jugadores habían logrado en un partido 25 puntos o más, 15 rebotes o más, 5 tapones o más y 5 robos o más.
Los nombres de esos jugadores no nos pueden dejar indiferentes. Fueron Hakeem Olajuwon, que lo hizo en 2 ocasiones, David Robinson y Shaquille O'Neal. Casi nada.