Los Lakers homenajean a Jerry Buss ganando a los Celtics en el Staples Center

¿Qué mejor manera de homenajear al fallecido Jerry Buss que con una victoria en Los Ángeles ante el eterno rival, Boston Celtics?. Ninguna, sin duda. A veces, el guión de la vida tiene estos sorprendentes giros. Este Lakers-Celtics ha sido un auténtico capricho del destino.

Todo giró en torno a la figura del patriarca desaparecido. Emotivos prolegómenos del partido. Y con ese ambiente, hubiera sido ya un auténtico tiro en el pie que los Lakers hubieran perdido. Victoria local con Dwight Howard como elemento clave. Justo horas después de que Mitch Kupchak le jurara amor eterno.

Otro que vivió una noche llena, a buen seguro, de sentimientos, fue Rudy Gay, que se enfrentó por primera vez a Memphis, su ex equipo. Toronto perdió y el alero tuvo una mala noche, como la tuvo un desafortunado Marc Gasol.

Mucho mejor estuvo José Manuel Calderón, que lideró en el cuarto cuarto el triunfo de Detroit en Charlotte en compañía de Greg Monroe. Ambos tomaron el relevo en ese cuarto final de Brandon Knight, lesionado en el tercero. Buenos minutos de Charlie Villanueva.

Un Lakers-Celtics para la historia

Histórico partido en el Staples Center. No por los contendientes, ya de por sí históricos, ni por el resultado. Histórico por cuanto se recordará. Porque éste fue el primer partido en más de 3 décadas de los Lakers sin su propietario, Jerry Buss, y el destino quiso cruzar a los dos grandes rivales de aquellos 80 en los que Buss y 'Magic' Johnson forjaron una formidable y legendaria trayectoria de enfrentamientos con los Celtics de Larry Bird.

Anoche, en el Staples, todo era Jerry Buss. Muy emotivos los prolegómenos del partido. Incluidos los ojos llorosos de Kobe Bryant cuando habló desde la pista de Buss, elogió su figura y se cargó de recuerdos. Pero luego de todo esto, tras tantos sentimientos, había que ganar el partido. Por Jerry Buss y por unos Lakers que están ya para perder poco.

Y vencieron los Lakers por 113-99, unos Lakers que salieron en el primer cuarto cargados de adrenalina, con un impulso extra originado por unas circunstancias tan especiales. En esos primeros 12 minutos, nada menos que 36 puntos. Porque el equipo angelino, anoche, atacó fluido y se resarció de la dolorosa derrota sufrida hace escasas fechas en Boston, cuando los californianos fueron apaleados deportivamente hablando.

También quiso el destino que en este marco ideal Steve Nash sobrepasara el número de asistencias históricas de 'Magic' Johnson para ponerse como cuarto pasador más prolífico de la historia. Y que lo hiciera vistiendo la elástica de los Lakers.

Circunstancias y más circunstancias para añadir a un triunfo balsámico, con el equipo de Mike D'Antoni dominando la pintura en el apartado anotador y reboteador gracias a una pareja espléndida formada por Dwight Howard (24 puntos, 12 rebotes y 10 de 13 en el tiro de campo) y Earl Clark (14 tantos y 16 rebotes).

Más allá de este dúo interior, Kobe Bryant -16 puntos y 7 asistencias- y Steve Nash -14 y 7- jugando para el equipo y Antawn Jamison brillando desde la segunda unidad. Un tributo coral a Buss con 7 jugadores en dobles dígitos anotadores, incluyendo todo el quinteto inicial.

En Boston, el mejor fue Paul Pierce, hombre que se pasó toda la noche en boca de todos por ser sujeto de todo tipo de rumores de traspaso. El alero nacido en California acabó con 26 puntos y 4 triples. Courtney Lee sumó 20 y Jeff Green volvió a brillar como sexto hombre. Apagado estuvo Kevin Garnett y debut de Terrence Williams, que jugó 13 minutos. ¡Vaya noche para debutar con los Celtics!.

Toronto 82 Memphis 88

El entorno sentimental le fue bastante peor a Rudy Gay que a los Lakers. Para el alero de los Raptors el extra emocional de su partido ante su ex equipo, Memphis Grizzlies, fue un cóctel explosivo que acabó mal. No fue el día de Gay, autor de 13 puntos y 9 rebotes, y además su nuevo equipo perdió frente a su viejo equipo.

Mejor le fue a Ed Davis en lo colectivo, un Davis que volvió a su antigua cancha, el Air Canada Centre, aunque hay que reconocer que en lo individual el joven ala-pívot ha perdido bastante desde que aterrizó en Memphis.

Fuera ya de emotivos reencuentros, los Grizzlies cortaron la buena racha de Toronto a base de defensa en un partido poco lucido para el espectador. Y es que ya el primer cuarto fue un compendio de racanería en cuanto a espectáculo. Los primeros puntos llegaron a los 3 minutos de juego, a los 5 el marcador era de 4-2 y el ritmo, infernalmente cansino, con un juego plagado, además, de errores. Aún así, el partido deparó emoción.

Iniciado el último cuarto el local Alan Anderson entró en una ebullición colosal que hizo saltar todo por los aires. El ex del Barcelona anotó 15 puntos consecutivos en menos de 4 minutos, salvajada de impresión que equilibró el partido mediado el último acto. Y una cesta de Amir Johnson a 4 minutos del final empató a 77.

No pasó nada, para Memphis. Porque el equipo de Lionel Hollins apretó aún más en defensa y resolvió en ataque de la mano de Mike Conley y Zach Randolph, muy bien en ataque ambos cuando su equipo lo requirió. Conley, en un gran momento, acabó con 17 puntos y Z-Bo con otros 17 más 18 rebotes a pesar de estar francamente desatinado con el tiro. Pero lo importante fue verle bien al final. Bien Tony Allen y Tayshaun Prince en defensa y mal partido general de Marc Gasol, que acabó con 5 puntos, 4 asistencias y 4 tapones tras hacer un 2 de 12 en el tiro.

Porque Memphis ganó el partido con su dúo estelar, Marc Gasol-Zach Randolph, ofreciendo una serie de 6 de 29 en el tiro de campo. Eso sí, en un partido sin brillantez en el que los 2 equipos se quedaron en el 36% de efectividad en el tiro.

Alan Anderson fue el mejor local con 19 puntos en 19 minutos tras esa brutal racha en el último cuarto. Y Amir Johnson sumó 16 tantos. Pero la clave de la derrota estuvo en los hombres importantes. Gris Rudy Gay, muy mal DeMar DeRozan con un 1 de 9 en el tiro y 0 puntos de Andrea Bargnani en 22 minutos.

Charlotte 99 Detroit 105

Parecía que los Bobcats podrían ganar 2 partidos en 24 horas, algo que se antoja espectacular teniendo en cuenta el régimen de triunfos del equipo de Michael Jordan... pero no sucedió.

Los Pistons tomaron aire. Venían de perder estrepitosamente en su primer encuentro tras el All-Star y necesitaban una victoria. A cambio sufrieron hasta el límite. Más aún cuando en la recta final del tercer cuarto, su mejor hombre del partido, Brandon Knight, les daba un susto de muerte. En una jugada fortuita, Kemba Walker cayó sobre la pierna derecha de Knight y la rodilla derecha de éste se dobló de forma aparatosa. El jugador estuvo varios minutos tirado en el suelo agarrándose la rodilla. Se temió lo peor. No volvió a jugar, pero al menos parece que todo podría quedar en una hiperextensión.

Lo cierto es que desaparecido Knight, que llevaba 21 puntos hasta la lesión, tuvieron que ser José Manuel Calderón y Greg Monroe los que tiraran del equipo. ¡Y vaya si lo hicieron!. Cuando llegó el momento de la verdad, solucionaron la papeleta a Lawrence Frank. Entre ambos metieron los últimos 15 puntos del equipo y Calderón resultó vital en los últimos segundos con su acierto desde el tiro libre.

Monroe acabó con 19 puntos -10 en el cuarto final- 7 rebotes, 7 asistencias y 3 tapones. Calde hizo 17 puntos con un 4 de 4 desde el triple. Sólo dio 2 asistencias, pero no perdió balón alguno. Con tanto base en el equipo, tiene que compartir más balón que en Toronto y eso se nota. Bien Charlie Villanueva, con 7 puntos, 9 rebotes y 2 tapones en 26 minutos y eliminación por personales en sólo 23 minutos de juego de Kyle Singler.

Por parte de Charlotte, 24 puntos y 4 triples de Kemba Walker y 18 con 8 asistencias de Ramon Sessions en otro partido irregular del novato Michael Kidd-Gilchrist, que al menos nos dejó un matazo en el último cuarto.