JORNADA NBA / playoffs 2012 (finales este)
Boston gana en la prorróga a Miami y sitúa el 2-2 en las Finales del Este
James, primero, y Wade, después, no supieron decidir el partido
Los Celtics sufrieron tras llegar a acumular 18 puntos de ventaja
Sufrimiento, mucho sufrimiento en Boston en un partido que los locales pudieron haber decidido a bastantes minutos del final y terminaron ganando en la prórroga y de milagro. Un triunfo de Celtics sobre el filo que permite a los célticos empatar las Finales del Este a 2.
Boston tuvo grandes ventajas en el marcador en el primer, segundo y tercer cuarto, pero no supo materializarlas en ventajas definitivas. Miami, por el contrario, tuvo los 2 tiros ganadores del partido. Porque los de Spoelstra tuvieron posesión para ganar el encuentro en el último cuarto, pero James, y el ataque en general del equipo, se atascó en la jugada crucial. Y luego dispusieron del tiro para ganar la prórroga, pero el lanzamiento de Wade, que organizó muy bien la jugada, no entró.
Ni James ni Wade supieron decidir y al final ganó Boston con buenos desempeños de sus 4 hombres más importantes: Pierce, Garnett, Rondo y un mejorado Allen. Además, Mickael Pietrus protagonizó 3 acciones muy importantes en la prórroga.
En Miami, Haslem hizo un gran partido en tableros y James fue su máximo anotador con 29, pero falló en los momentos cruciales. Además, fue eliminado en la prórroga y tuvo que asistir desde la banca a los últimos 2 minutos de partido.
Ya van 8 partidos de las Finales de Este y Oeste y la máxima no falla: 8 victorias locales. Extrema igualdad en ambos frentes.
Boston 93 Miami 91 (tras prórroga) (2-2)
La vida es así. Ni James supo qué hacer con el balón en la última jugada del cuarto período, ni Wade tuvo suerte con el tiro final de la prórroga, que se había fabricado fantásticamente.
Por el contrario, el francés Pietrus, sin tirar un sólo tiro decisivo a cesta, resultó vital en la prórroga con 3 acciones de mérito. La primera fue sacarle la sexta falta a LeBron James cuando restaba 1:51 para concluir el tiempo extra. Y la segunda y la tercera consistieron en 2 rebotes ofensivos con apenas unos segundos de diferencia, en la misma jugada, 2 capturas que le dieron la vida a su equipo en los instantes finales.
Los Celtics no tenían que haber sufrido tanto. Porque empezaron el partido como un tiro, endosando un 21-6 de inicio a unos Heat perdidos, porque en el segundo cuarto llegaron a atesorar 18 puntos de ventaja (58-40 y 61-43) para irse 14 arriba al descanso. Y porque en el tercer acto seguían dominando con comodidad por 16 tantos (65-49) en lo que parecía un plácido encuentro. Fue a partir de ese momento cuando todo cambió.
Los 8 minutos finales del tercer cuarto y los primeros del cuarto supusieron un parcial de 9-27 para Miami que permitió a los de Spoelstra llegarse a situar 2 arriba (74-76) tras una canasta de Norris Cole. Faltaban 8:22 para el final. Todo desde entonces estuvo teñido por la igualdad.
El problema del conjunto local es que gastó todos sus cartuchos ofensivos en un fantástico primer tiempo. Los Celtics se fueron al descanso habiendo anotado 61 puntos, pero en las segunda mitad apenas metieron 28. Un abismo separó su ataque antes y después del descanso, como un abismo separó el desempeño defensivo del rival.
Fue así, debido a un atasco monumental en la ofensiva local, como llegaron los Heat a dominar el marcador. Menos mal para los de Rivers que en ese momento tan delicado surgieron Ray Allen con un triple y Kevin Garnett con un palmeo para devolver el marcador a Boston en un encuentro que según avanzaban los minutos comprometía más a los árbitros.
Porque hubo mucho emparejamiento sucio, de agarrones y simulaciones. Más de un piscinazo. Más de una exageración. Se pitaron muchas faltas (58) y más de un hombre importante se quedó por el camino. Fueron los casos del local Paul Pierce, eliminado en el inicio de la prórroga, y del visitante LeBron James, que cometió su sexta falta a 1:51 del final del tiempo extra. Ambos vieron el desenlace del encuentro desde la banda.
Al final, 93-91 para Boston y jugada postrera para Miami en una prórroga que se saldó con el ridículo resultado de 4-2. Marquis Daniels hizo falta sin estar Boston en bonus y la jugada final quedó reducida a 14 segundos. Tiempo muerto y el balón que acabó en Wade, defendido por Daniels. Gran exhibición de fundamentos del escolta visitante, amago perfecto y fabricación de tiro cómodo desde el triple, distancia con la que siempre estuvo reñido Wade. Ese triple ganador, con el defensor fuera de marca, no entró.
Ganaban los Celtics un partido marcado por la superioridad del equipo local en los primeros 3 cuartos y por los nervios finales, un encuentro en el que ambos contendientes finalizaron con datos muy similares en casi todas las facetas del juego, en el que hubo equilibrio en el tiro, en el rebote, en el trato del balón, en las faltas cometidas...
Boston ganó de milagro, pero ganó. Lo hizo con 23 puntos de Paul Pierce, 17 con 14 rebotes y 5 tapones de ese chaval llamado Kevin Garnett, 16 de Ray Allen, que recuperó un poco de protagonismo y metió 4 triples, y 15 con 15 asistencias de Rondo, que jugó otra minutada (47 minutos en pista). Además, Keyon Dooling logró 10 puntos en 16 minutos con 3 triples y Pietrus (0 puntos en 24 minutos) protagonizó 3 acciones cruciales en la prórroga.
En Miami, 29 puntos de LeBron James, que volvió a espesarse en una jugada crucial, 20 con 7 rebotes, 6 asistencias y 3 robos de Wade, que se fue a un pobre 7 de 22 en el tiro, y partidazo de Udonis Haslem en los tableros, 12 tantos y 17 rebotes, que tuvo que comerse el balón envenenado que le soltó James en la última jugada del cuarto cuarto. Joel Anthony ocupó la titularidad en lugar de Ronny Turiaf, Battier trabajó bien en defensa y Chalmers acabó con 12 puntos.