Los Lakers se agarrotan y no saben ganar; Kevin Durant decide

Volvió a ocurrir. Tal y como sucediera en el segundo partido de la serie, los Lakers tuvieron en su mano la victoria y la dejaron escapar. Otra vez, el protagonismo recayó en gran parte en Kobe Bryant y falló. Los demás le ayudaron bien poco y Pau Gasol cometió un error muy grave en la recta final.

El español, que hizo un mal partido, perdió un balón crucial con 33 segundos por jugar y Kevin Durant, en la jugada posterior, metió el triple de la victoria, toda vez que el triple de Kobe Bryant para el empate no entró.

Gasol se equivocó y además no aportó lo que tenía que aportar y Kobe, que hizo un partidazo, protagonizó un horrible último cuarto para hundir a los suyos. Kevin Durant fue el polo opuesto: metió la cesta que empató el partido a 96, cortó el mal pase de Gasol y anotó el triple del triunfo. Entre él y Russell Westbrook se fueron a 68 puntos. El mejor español en la pista fue Ibaka con 14 puntos y 5 tapones.

L.A.Lakers 100 Oklahoma City 103 (1-3)

Los Lakers están prácticamente fuera y los Thunder están prácticamente en la final de la Conferencia Oeste. Parece mentira, pero el triunfo en esta serie no va a depender tanto del mejor físico de OKC como de su mayor maestría para jugar los finales de partido. Ahí, donde la ventaja parecía angelina tanto por la experiencia de su plantilla como por los 2 anillos que acumula, aparecen los Thunder y demuestran que su juventud no está reñida con el aplomo en los minutos finales, ese aplomo que da títulos.

Como pasara en el segundo envite, los Lakers se vinieron abajo en los minutos finales, los decisivos. El equipo local había alcanzado el descanso con 56-46 bajo el influjo de Kobe Bryant (16 puntos, 5 rebotes y 3 pases de canasta) y un gran Andrew Bynum (14 tantos, 7 rebotes y 4 asistencias). En esa primera mitad, los californianos habían dominado el rebote y los visitantes habían aguantado a duras penas gracias a Westbrook (14 puntos), Durant (12) y Harden (10), que más tarde desapareció del partido como por arte de magia.

El tercer cuarto fue más de lo mismo. Kobe encendido, los Lakers aguantando con maestría el marcador y 80-71 al final con Bryant ya en 31 puntos. Y es que fueron minutos y minutos en los que el marcador apenas se balanceó. Minutos y más minutos con los Lakers viviendo en la brecha positiva de 10 puntos. Y así se llegó al último cuarto.

Ganaban los de Mike Brown por 13 puntos (91-78) a 8 minutos del final y ahí empezó el principio del fin. Los Thunder se pusieron a defender, el ataque poco trabajado de Mike Brown pasó a depender exclusivamente del acierto o desacierto de Bryant, y así le fue a los Lakers. El equipo local apenas circuló la bola, no hizo llegar el balón a los hombres de dentro, Bynum dejó de ser una amenaza y los Lakers sobrevivieron apenas gracias al apoyo de jugadores secundarios como Metta World Peace, gran partido el suyo, Steve Blake o Jordan Hill.

Llegaron ahí las rebajas y OKC demostró lo gran equipo que es. En 7 minutos, parcial de 5-20 y del 91-78 se pasó al 96-98. Kevin Durant empató a 96 y Kendrick Perkins adelantó al equipo de Scott Brooks con sus únicos 2 puntos del partido. Eso es atinar.

El final fue de Thunder. Con empate a 98 tras 2 libres anotados por Kobe, Russell Westbrook, partidazo el suyo, se escurrió y perdió un balón, pero acto seguido Pau Gasol regaló medio partido al rival al no ejecutar un lanzamiento cómodo y preferir sacar el balón a la línea de 3. El pase fue malo y Kevin Durant se cruzó en su trayectoria.

Atacaron con empate a 98 los Thunder y, con 5 segundos de posesión por jugar, Kevin Durant tiró de clase y espíritu ganador para marcarse un triplazo marca de la casa, frontal y en posición muy suya. No le sobraban opciones con tan poco tiempo en el reloj. Al que sí le sobraban opciones y tiempo fue a Kobe Bryant cuando buscó el empate con otro triple cuando quedaban 8 segundos para el final. Se precipitó, tiró demasiado rápido y encima falló para así completar su vía crucis particular del último cuarto.

Kobe hizo enormes números: 38 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias, pero se empecinó en ganar sólo el partido (tampoco le ayudaron mucho sus compañeros). Lanzó 45 veces a canasta entre tiros de campo y libres. Y, claro, llegó destrozado físicamente a la definición del partido. Bynum se quedó en 18 puntos y 9 rebotes tras protagonizar un excelso primer cuarto. En la segunda parte, sólo hizo 4 puntos. MWP fue de lo mejor entre los locales con 14 tantos y 4 triples, además de su labor defensiva, y Pau Gasol hizo un mal partido sin paliativos: 10 puntos, 5 rebotes, 3 tapones. Mucho trabajo sucio de bloqueos y poco coraje de cara al aro.

Mike Brown volvió a tirar de una escueta rotación de 8, algo poco comprensible visto el castigo físico de sus hombres importantes.

En OKC, brutales Russell Westbrook (37 puntos y una sola pérdida de balón) y Kevin Durant (31 tantos y 13 rebotes). Ambos, colosales, tiraron por encima del 50% para sumar 68 puntos con una serie de 25 de 44. Westbrook, al que esta vez no se le puede poner ningún pero, dio el susto del partido al resbalar justo al final del segundo cuarto y quedar tendido en el suelo. Se temió lo peor. La rodilla se le dobló malamente y se hizo daño en la cadera, pero se recuperó. Y es que el Staples fue anoche una pista de patinaje, tal vez por el hielo que se ubica debajo de la pista de baloncesto esperando el próximo partido de la NHL. Lo cierto es que no hubo problemas en el partido anterior, el de los Clippers. Pero tanto cambio de pista no pareció sentarle bien al Staples.

Destacar también los 14 puntos, 4 rebotes y 5 tapones de Ibaka y su gran labor defensiva junto a su compañero Perkins, que defendió bien, logró 9 rebotes y 3 tapones y fue una nulidad en ataque hasta que metió su única canasta del partido para adelantar a los suyos 96-98. Así se escribe la historia.