Kaleb Canales: un entrenador para la historia
Primer entrenador hispano al frente de un banquillo NBA
Aunque la interinidad de Kaleb Canales no vaya más allá de la presente temporada, habrá hecho historia. De hecho, Canales es el protagonista de una ruptura que ha llegado demasiado tarde. Porque es el primer técnico hispano que está al frente de un equipo NBA. La siguiente frontera puede ser ver a un entrenador extranjero entrenando en la liga estadounidense. Porque sí, bien avanzado el siglo XXI todavía hay barreras por derribar. Y no son pocas.
Canales nació como hito según moría el plazo de fichajes de la presente temporada. El 'deadline' fue para Canales el 'aliveline'. Ese día, el 15 de marzo, su jefe, Nate McMillan, era despedido y para sorpresa de muchos este joven mexicano-estadounidense le suplía como entrenador interino. Porque ése es otro elemento que dota de frescura a su figura: Canales es el entrenador más joven de la NBA. Sólo tiene 33 años. Es un talento precoz.
Nada hacía presagiar lo ocurrido el 15 de marzo de 2012 cuando un 7 de julio de 1978 Kaleb Canales nacía en Laredo, una ciudad texana que está próxima a la frontera de México y que supera los 200.000 habitantes. Ese día, Víctor y Alicia, los dos mexicanos, sentían la felicidad de traer a este mundo a su hijo, el mismo hijo que una década más tarde tuvo que vivir la separación de sus padres.
Porque las raíces hispanas y más concretamente mexicanas del actual entrenador de los Blazers resultan incuestionables. En el seno de una familia humilde y en el marco de una comunidad muchas veces maltratada, el joven Kaleb aprendió a valorar aspectos como el trabajo duro, la humildad, la humanidad, el tesón, la pasión y el componente religioso. Porque no hay duda de que estamos ante un joven al que le ha ayudado mucho ser un adicto al trabajo y un trabajador con fe.
Llegada a Portland
Canales llegó a Portland en 2004 con apenas 26 años, empezó a trabajar en el equipo de análisis de vídeos en 2005 y más tarde fue nombrado coordinador de vídeos del equipo. Fue así como se hizo un especialista en sistemas de juego y fue ahí donde se convirtió en un erudito sobre jugadores y equipos contrarios. Para ello, se pasó horas y horas delante de la pantalla, casi de forma enfermiza, tanto que el propio Canales ha llegado a afirmar que calcula que ha dormido 144 noches en las instalaciones del club.
Fue en 2009, cuando Canales fue ascendido a técnico asistente de McMillan y fue el 15 de marzo de 2012 cuando fue nombrado entrenador jefe poniendo como hispano una pica en Flandes en el cerrado universo NBA, tan esquivo a los hispanos por lo que respecta a cargos de alta consideración.
Su debut como entrenador de la NBA no pudo ser más impactante. Llegó el 16 de marzo, un día después de tomar posesión del cargo. Fue un día increíble, inesperadamente feliz. Porque Portland ganó fuera de casa a Chicago Bulls por 89-100. El fortín llamado United Center no se le resistió al joven Canales a pesar de que poco antes del deadline el equipo traspasó a Gerald Wallace y Marcus Camby.
Desde ese exitoso debut, ha dirigido ya 20 encuentros y su balance es de 7 victorias y 13 derrotas. Y es que es precisamente ahora cuando el técnico laredense está viviendo sus horas más bajas al haber perdido de forma consecutiva los últimos 4 partidos disputados.
El joven y los jóvenes
Sin embargo, y a pesar de los malos resultados, el joven técnico hispano está aprovechando estos últimos partidos de temporada para dar cancha a jóvenes jugadores que no tuvieron muchas oportunidades con McMillan, por no decir ninguna. Jugadores como Luke Babbitt, Nolan Smith, Jonny Flynn e incluso Hasheem Thabeet están jugando sus minutos.
En la banda, se sigue viendo a Canales mostrando su pasión por su trabajo, que antes de todo es placer. “El fútbol es una cosa que a mi padre le gustaba. Yo jugué mucho al fúbol de chiquito, pero siempre amé el básquetbol”, dijo poco después de tomar posesión de su cargo. Y ese amor se nota y se contagia.
Puede que Kaleb Canales tenga una vída efímera como entrenador interino de los Blazers, más aún cuando el equipo no va a jugar los playoffs. Pero tiene dos elementos que juegan a su favor. Uno ya ha ocurrido y no es otro que haberse convertido en el primer entrenador hispano de la NBA; el otro es un factor que le dota de un indudable futuro y no es otro que su enorme juventud.
Con 33 años el futuro es suyo. “Trabajo a diario para sacar los partidos adelante”, aseguraba hace poco dando muestras de tener los pies en el suelo, de ser consciente de su carácter interino y de conocer cómo se las gasta la NBA. Pero también sabe Canales que 33 años es una edad con la que prácticamente ningún técnico se ha sentado en un banquillo medianamente importante. Él sí lo ha hecho. Y nada menos que en un banquillo de la NBA.