El mexicano Eduardo Nájera asegura que su intención es seguir en la NBA
El jugador de los Bobcats se recupera tras ser operado de una grave fractura craneal
El veterano alero mexicano de los Charlotte Bobcats Eduardo Nájera ha asegurado que su intención es recuperarse lo antes posible de la grave fractura craneal que acabó con su temporada antes de tiempo para poder seguir jugando en la NBA.
Por la cabeza del jugador de Chihuahua no pasa, pese a sus 35 años, la retirada ni aun después del tremendo susto que ha supuesto su última lesión, una fractura resultado de una jugada tonta que podría haber tenido mucho peores consecuencias.
Para dar una idea de lo delicado de la fractura que Nájera sufrió en su hueso frontal basta citar la malla metálica y los 12 tornillos que los cirujanos han tenido que anclar a su frente para poder reconstruir el hueso fracturado y fijarlo de forma que pueda soldar sin problemas con el resto del cráneo.
Ahora, apenas queda rastro sobre su rostro que recuerde la intervención quirúrgica, una operación en la que los cirujanos tuvieron, literalmente, que separar su rostro de su cráneo para poder acceder al hueso dañado y repararlo. Una imagen que da escalofríos pero que el chihuahuense recuerda ahora entre bromas como una anécdota. "El doctor hizo un trabajo increíble, ni siquiera me tocó un pelo", dice.
Un susto tremendo
Nájera asegura que “pasó miedo” en el momento de la lesión y que, tras recibir el accidental codazo de Jon Brockman, supo enseguida que "algo iba mal”, pero ni siquiera él mismo pensó que fuera tan grave, como no lo pensaron sus compañeros, ya que sobre la pista no pareció un golpe fuera de lo normal.
Fue el preparador físico de los Bobcats, Steve Stricker, quien nada más ver su frente hundida se dio cuenta de la gravedad del asunto. "Yo quería ducharme y él me dijo 'No, te vas a ir directo al hospital'", relata Nájera, que cuenta también que Stricker no quiso que se mirase la frente para evitar que se asustase ante el tamaño de la fractura.
La gran suerte, según le dijeron los propios médicos, es que, gracias a que la capa interna del hueso no se fracturó, no se produjeron daños cerebrales, algo habitual en este tipo de lesiones y que habría supuesto un elevado riesgo de sufrir graves secuelas.
Afortunadamente, nada de eso sucedió y el aguerrido jugador mexicano podrá volver a ejercitarse en unas 4 semanas, aunque tendrá que seguir protegiendo su cabeza de cualquier contacto durante algunos meses.
La temporada actual ha acabado para él, pero Nájera está muy lejos de dar por acabada su carrera en la NBA. Acaba contrato en junio, pero tiene claro que su prioridad, una vez recuperado, va a ser prepararse a fondo este verano para buscar un nuevo equipo con el que afrontar la próxima temporada.