JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2011-2012
Kobe Bryant y Metta World Peace llevan al triunfo a los Lakers ante Miami
Boston gana en la prórroga a los Knicks, Rondo roza el triple 20 y Pierce decide
Toronto gana con un mal Calderón y Phoenix derrota a Sacramento
La matinal del domingo ha dado para mucho en Estados Unidos. Dos grandes partidos en cartel: Lakers-Heat y Celtics-Knicks. No han defraudado en cuanto a competitividad y emoción. Tampoco lo han hecho las grandes estrellas. Rondo, Pierce, Kobe y LeBron han brillado.
En L.A, en un partido muy físico, demasiado tal vez, los Lakers han demostrado que siguen mejorando en defensa y que se han hecho fuertes en el Staples Center. Victoria ante Miami dejando al rival en 83 puntos. Bryant, otra vez enmascarado, y el mejor Metta World Peace han sido los mejores locales y LeBron James ha sido el mejor visitante. Bosh no jugó y Gasol se quedó en 11 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias. Los equipos jugaron como "Los Lakers" y "Los Heat" porque era la Noche Latina.
Mientras, Boston ganó en el Garden a los Knicks y lo hizo en la prórroga gracias al gran final de partido de Pierce, que además metió el increíble triple que llevó el partido al tiempo extra. Pero el gran protagonista fue Rajon Rondo, que hizo un partido memorable y se acercó ¡al triple 20!: 18 puntos, 17 rebotes y 20 asistencias. Es su cuarto triple-doble de la temporada.
Además, Toronto derrotó a Golden State de la mano de DeRozan y Barbosa y Phoenix se impuso a Sacramento. Tanto el español José Calderón como el dominicano Francisco García estuvieron mal.
L.A.Lakers 93 Miami 83
El partido fue bonito de ver por la entrega, la intensidad, el despliegue físico y la emoción, aunque a veces el músculo se llevó tan al extremo que pareció la pista más un ring de boxeo que un lugar para ejercer la elegancia de este deporte. En el término medio está la virtud y en el Staples no hubo términos medios. Fue la guerra, un partido de playoff en toda regla. Por ello, el espectáculo con mayúsculas brilló por su ausencia. Eso sí, testosterona y adrenalina hubo a raudales.
Victoria importante de los Lakers por tres motivos: porque afianza su evolución defensiva, que es firme y segura, porque consolida la fortaleza como local del equipo (17-2 en el Staples) y porque el rival era un rival de recorrido, un rival por el anillo. Un triunfo que sitúa ya a los Lakers con un 23-14 que les permite soñar con asaltar la segunda plaza del Oeste, toda vez que los Thunder son, hoy por hoy, inalcanzables.
En el equipo californiano hubo dos hombres decisivos: Kobe Bryant y Metta World Peace. Bryant jugó por tercera vez con máscara y con ella debería quedarse, porque promedia en esos 3 partidos 34 puntos (31, 38 y 33 fueron sus cifras). La estrella local empezó como un tiro al anotar 18 puntos en el primer cuarto y luego tuvo dos cuartos de serenidad para emerger de nuevo en el cuarto. Todo muy al estilo Kobe. Acabó con 33 puntos tras meter 14 de sus 23 tiros y fue el mejor con diferencia de los suyos. Su único pero, que dio 1 asistencia en toda la noche. Pero eso es lo de menos. En cuanto al antiguo Artest, ahora MWP, decir que hizo su mejor partido de la temporada. Defendió con gran intensidad, tocándole bailar con la más fea -LeBron- y aún tuvo fuerza para hacer 17 tantos, 7 rebotes, 4 robos y 3 asistencias. El partido en modo war le fue muy bien al señor peace.
Además, Bynum sumó 16 tantos, 13 rebotes y 4 tapones y Gasol 11 con 10 rebotes y 4 asistencias. Los 4 -Bryant, MWP, Bynum y Gasol- no bajaron de los 36 minutos de juego. Los suplentes apenas aportaron, aunque Goudelock, al menos, hizo sus cosillas en ataque. Eso sí, los Lakers dominaron el partido, estando casi siempre por delante en el marcador y llegando a tomar 16 puntos de ventaja. Miami, lo más que pudo hacer es ponerse 1 arriba. Normal, si se tiene en cuenta que los Heat se quedaron en un 37,5% de acierto ahogados por la defensa local.
Miami no contó con Bosh y ese fue un problema en la ofensiva, que no en la defensiva. En la ofensiva lo fue porque todos los hombres altos del equipo sólo sumaron 11 puntos. En la defensiva no hubo problemas porque LeBron James hizo magia física en la zona defendiendo a lo bestia a Gasol. Formidable despliegue del de Akron, aunque hay que reconocer que en su defensa de anticipación contó con cierta permisividad arbitral. La tensión James-Gasol se tradujo en doble técnica en la última jugada del tercer cuarto. James se metió con Murphy y Gasol defendió a su compañero, se formó una tángana y Metta World Peace puso paz. Ver para creer. James, además de defender estupendamente, aportó nada menos que 25 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 3 robos.
Muy distinta fue la lastimosa aportación de la otra estrella, Wade, que fue mal recibido al ser el que rompió la nariz a Kobe en el All-Star. El escolta hizo 16 puntos y se autoexpulsó del partido al cometer su sexta falta cuando restaban 5:14 para el final, es decir, cuando todo estaba por decidir. Mucho mejor estuvo Chalmers, autor de 15 puntos con 4 de 8 triples. Un Chalmers que puso un apretado 87-81 a 1:27 para el final. Sin embargo, poco duró el suspense. Porque llegó el hombre enmascarado y anotó la cesta de la tranquilidad.
Rondo, Pierce y la prórroga
Boston ganó a New York 115-111 tras llegar al tiempo reglamentario con empate a 103 y tener que jugarse la prórroga. Una victoria importante en la lucha por el séptimo y octavo puesto del Este que mantienen estos equipos. Ahora, Celtics tiene 19-17 y Knicks 18-19.
Dos nombres propios en el partido. Uno por encima de todos: Rajon Rondo. El base céltico se comió con patatas a Jeremy Lin, que ya empezó mal al cometer 2 faltas en los 3 primeros minutos del partido. Rondo, por el contrario, hizo historia al lograr una estadística sólo al alcance de los mejores: 17 puntos, 18 rebotes y 20 asistencias. Normal que a nadie le importara que ofreciera un 7 de 20 en el tiro ante la magnitud de su hazaña. Fue tal la magnitud de la misma que la hazaña del teórico héroe del partido, Paul Pierce, pasó desapercibida. Pierce hizo 34 puntos, 7 rebotes y 4 de 7 triples, pero es que, además, metió los 7 últimos puntos de los Celtics en el cuarto cuarto incluido un monumental triple para empatar a 103 a 4 segundos del final. Con esas credenciales, no se llevará ni un solo titular gracias a Rondo.
Además, Garnett sumó 18 puntos, 10 rebotes y 4 robos y Bass otros 18 con 4 tapones. Ray Allen pasó con más pena que gloria durante el partido hasta que en la prórroga encadenó 5 puntos que fueron medio partido.
Los Knicks perdieron 22 balones (llevaban ya 5 en los primeros 9 minutos) y vivieron un horrible tercer cuarto con parcial de 29-9 que maquillaron al final. Su inicial 'big three' funcionó: Anthony 25 puntos y 7 rebotes, Stoudemire se fue a 16 tantos y 13 capturas en los aros y Chandler sumó 14 rebotes. Además, Lin sumó 14 tantos y estuvo a punto de obrar un milagro de los suyos al final, si bien el milagro de verdad fue el de Pierce. También hicieron 14 tantos dos sobresalientes suplentes que rindieron a gran nivel: Novak y, sobre todo, un gran Shumpert.
Toronto 83 Golden State 75
El ataque de los Warriors tras el All-Star ha entrado en crisis aguda. Los de Oakland han jugado sus últimos 4 encuentros fuera de casa tras el parón de Orlando. Pues bien, parece milagroso que hayan ganado uno si nos atenemos a su ofensiva: 78, 85, 83 y 75 puntos para un media de 80,3 puntos. Es complicado ver un ataque más nefasto. Sorprende más aún si consideramos que los Warriors eran un equipo abonado a la celeridad, la canasta fácil y el espectáculo, aunque perdieran. El máximo exponente de ese desastre de cara al aro es el letón Biedrins, que se ha quedado sin anotar en estos últimos 4 encuentros.
El desastre de los californianos no ha de restar mérito a un buen trabajo defensivo de Toronto, que bien necesita alegrías. Los de Ontario jugaron un mal primer tiempo (38-47), pero en el segundo ayudaron al atasco monumental del rival, que sólo fue capaz de encestar en toda la segunda mitad 28 puntos. Así no se puede ir a ningún sitio.
DeRozan, con 25 puntos, y Barbosa, que jugó más minutos de los habituales y enchufó 18, fueron los mejores artilleros locales. El trabajo a destajo vino de la mano de los Johnson y de Ed Davis. James Johnson hizo un doble 12 en puntos y rebotes, Amir Johnson sumó 11 tantos, 13 rebotes y 3 tapones y el suplente Davis aportó 12 rebotes en 22 minutos. Por contra, no fue el partido de Calderón. El extremeño estuvo francamente mal, extrañamente difuso, y acabó con 2 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias en 26 minutos. El panameño Gary Forbes, ni jugó. Y lleva varios partidos así, sin rascar bola.
Golden State contó con los 22 puntos y 12 rebotes de David Lee y los 20 con 7 asistencias de Monta Ellis. Curry no jugó por lesión, Dorell Wright estuvo horrible en el tiro y el quinteto inicial acogió juntos a McGuire y Udoh, lo que no habla muy bien del equipo. BIedrins, perdida la titularidad, siguió a lo suyo: otro 0 anotador en su casillero ofensivo.
Phoenix 96 Sacramento 88
Los Suns no cejan en su empeño y, por lo tanto, no descartan equilibrar su balance de victorias y derrotas. Con el triunfo de anoche, se sitúan 17-20 y siguen soñando, un tipo de sueño que se aleja cada vez más de unos irregulares Kings.
Phoenix impuso la calidad de Nash -19 puntos y 7 pases finales- y Gortat -14 con 17 rebotes-. También el buen estado de forma de Jared Dudley, autor de otros 14 tantos. Channing Frye firmó un doble doble y Shannon Brown brilló desde la segunda unidad.
Sacramento, mientras (4-19 fuera de casa), se estrelló desde el triple (2 de 13) y perdió por el camino el buen hacer de algunos de sus jugadores. Desdibujados por completo Fredette, Salmons, Thomas y también García. El dominicano había hecho 18 puntos en el Staples, pero anoche volvió a las andadas: 2 puntos y 3 rebotes en 12 minutos. Discreción total. Sólo funcionaron Thornton, Evans y Cousins, al que le pitaron una flagrante. Eso sí, todos ellos anotaron errando muchos tiros. Thornton acabó con 21 puntos, Evans con 17 más 7 rebotes y 6 asistencias y Cousins hizo 16 tantos y 14 rebotes con un mal día en el tiro cifrado en 7 de 20.