JORNADA NBA / TEMPORADA REGULAR 2011-2012
Love y Nowitzki anotan 42 y 40 puntos para ganar con Minnesota y Dallas
Ricky Rubio da 12 asistencias y J.J.Barea regresa al juego tras otro parón
Milwaukee pierde en Orlando y Carlos Delfino mete 10 puntos
Dos figuras se elevaron por encima del resto en la jornada sabatina: Kevin Love y Dirk Nowitzki. Love regresó a una tierra muy querida por él, Portland, para meter 42 puntos y darle la victoria a Minnesota; ¡Nowitzki hizo 40 puntos en 29 minutos a Utah!. La victoria fue para los Mavs.
Unos Mavs que recuperaron a Lamar Odom. Un Odom, por cierto, que firmó muy buenos minutos ante los Jazz.
En Oregón, Barea volvió al juego aunque jugó poco y Ricky Rubio estuvo otra vez desafortunado en el tiro, pero dirigió con alegría, proporcionando 12 asistencias a sus compañeros. Estratosférico su primer cuarto: ¡10 asistencias del español y 40 puntos para el equipo!. Está claro que cuando él funciona el equipo se dispara.
Delfino, mientras, anotó 10 tantos en la derrota de Milwaukee en Orlando. El poderío de Howard y el bombardeo de triples de los Magic fue demasiado para los Bucks.
Portland 110 Minnesota 122
Los hijos pródigos no siempre vuelven para dar felicidad a sus padres. Eso mismo deben estar pensando hoy en Portland tras recibir la sacudida de dos regresos: los de Kevin Love y Martell Webster. Love, nacido en California pero criado en el estado de Oregón, volvió a la cancha del equipo que seguía de crío, pero no tuvo compasión alguna. El efecto Love fue un arma de destrucción masiva que se tradujo en 42 puntos, 10 rebotes y 5 de 8 en el triple. Bárbaro el universitario de UCLA. Pero, por si fuera poco, el segundo brazo ejecutor de Minny fue un ex Blazer, Martell Webster, que hizo lo que no pudo hacer Rudy Fernández: demostrar su valía en el Rose Garden. Esa valía adquirió buenos números: 21 puntos y 8 rebotes saliendo del banquillo.
Volvió Barea al juego tras un pequeño paréntesis motivado otra vez por su precario estado físico. Jugó 13 minutos y le dio para 6 puntos y 1 rebote. Y dirigió Ricky Rubio. El catalán anduvo otra vez peleado con el acierto en el tiro (1 de 8). Esa fue su cruz. Por lo demás, dirigió con alegría la ofensiva visitante, que fue pródiga en puntos y espectáculo. Los Wolves fueron capaces de hacerle 40 puntos a Portland en el primer cuarto y fueron capaces, y esto es todavía más gordo, de cerrar el encuentro anotando 38 tantos en el cuarto final. En esa explosión ofensiva tuvo mucho que ver la dirección de Rubio, que acabó con 6 puntos, 4 rebotes, 12 asistencias y 2 robos en 38 minutos.
La victoria de los de Adelman sobre los de McMillan no fue baladí. Gracias a ella, Minnesota (19-19) sobrepasa en la clasificación del Oeste a Portland (18-19), algo impensable si se ve cómo empezaron unos y otros la temporada. Parece claro que Minnesota se ha estabilizado en sus buenas maneras y Porltand va a menos, especialmente en defensa, donde volvió a fallar estrepitosamente para desesperación de su entrenador.
Esa discreta defensa hizo que los visitantes estuvieran por encima del 50% ya tiraran de 2 o de 3, un acierto que los Wolves prolongaron desde los tiros libres. Recibir 122 puntos en el Rose Garden no es una buena señal. Y llueve sobre mojado. Los Blazers terminaron sucumbiendo pese a contar con una terna de lujo: Nico Batum (29 puntos), Jamal Crawford (23), pero sobre todo un gran Gerald Wallace (25 puntos, 14 rebotes y 5 recuperaciones). El que no recordará con agrado el encuentro es LaMarcus Aldridge, que se quedó en 14 puntos y fue arrasado por el efecto Love.
Orlando 114 Milwaukee 98
El Orlando no existe el efecto Love, pero hay otro efecto igualmente devastador con forma más hercúlea y furibunda. Es el efecto Howard. Un efecto que lleva emparejado una sangría para el rival en la pintura, pero también una enorme sangría desde el triple, dado que las defensas se cierran sobre la fortaleza del pívot. Volvió a suceder anoche.
Howard fue el martillo pilón local con 28 puntos, 14 rebotes y 4 robos. Eso sí, para no perder la costumbre erró 8 de sus 14 tiros libres. Fue la pieza clave de un dominio incontestable en el rebote. Pero es que los de Van Gundy arrasaron desde el perímetro con 14 triples de 27 intentos. Hasta 5 compañeros de Howard encestaron 12 o más puntos. Jason Richardson hizo 18 y Ryan Anderson y Hedo Turkoglu, 16, éste con 9 asistencias, lo que no le sirvió para ser el mejor pasador de su equipo porque Nelson dio 10. Además, buen papel de suplentes como Redick o, lo que es más sorprendente, Duhon.
Milwaukee tuvo sus minutos de gloria en el segundo cuarto, período en el que endosó 39 puntos a los Magic, pero ahí se agotó toda su pólvora ofensiva porque hizo menos puntos en toda la segunda mitad (38) que en ese segundo cuarto.
Con la pólvora mojada y un 53-38 de parcial en la segunda parte a los Bucks se le acabaron los argumentos. Esos argumentos estuvieron principalmente en manos de un gran Brandon Jennings -27 puntos- y un también brillante Ilyasova -18 y 7 rebotes-, dos hombres en gran forma. Regresó Mike Dunleavy al juego y el argentino Carlos Delfino no lo hizo nada mal: 10 puntos, 4 asistencias y 2 rebotes en 29 minutos con 2 de 5 en el triple. Pero a buen seguro que el santafesino hubiera preferido hacerlo peor y ganar.
Exhibición de Nowitzki y vuelta de Odom
Volvió a la acción Lamar Odom rodeado de la polémica, pero el protagonismo se lo quedó la estrella del equipo local, Dirk Nowitzki, que ofreció un espectáculo maravilloso para liderar el triunfo de Dallas ante Utah por 102-96.
El alemán metió 40 puntos en 29 minutos, que se dice pronto. Anotó 14 de sus 21 tiros a canasta y atrapó 6 rebotes. Estuvo imparable. Le acompañó un gran Jason Terry, que hizo 22 puntos y se mostró decisivo en el momento cumbre del partido. Ese momento llegó en el minuto final. Dallas se había paseado hasta entonces. Llegó a dominar a los Jazz por 23 puntos y finalizó el tercer cuarto con una holgada ventaja (74-55). Pero en el cuarto final la relajación llevó a los Mavs a encajar 41 puntos y pasar ciertos apuros finales.
Esos 23 de diferencia se quedaron en 5 a 1:40 del final (93-88). Entonces, llegó Terry para poner orden con una canasta. Luego, él y Nowitzki cerraron el choque desde los libres en una noche en la que Odom empezó a hacerse perdonar ciertos desaires. 9 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones fueron sus buenos números en sólo 18 minutos. En Utah, Paul Millsap recuperó su buen juego con 24 puntos y 4 recuperaciones de balón y Derrick Favors y C.J.Miles aportaron buenas cosas desde la suplencia.