Minnesota sorprende a Clippers en L.A y Hornets apura a Bulls en Chicago

Minnesota y New Orleans acudieron con ganas de dar la sorpresa a Los Ángeles y Chicago. Los primeros lo consiguieron ante los Clippers con espectaculares actuaciones de Derrick Williams y Michael Beasley; los segundos se quedaron a las puertas, que cerró Derrick Rose.

Rose terminó por romper el sueño de los Hornets, donde brillaron Kaman y un gran Ariza que acabó con 16 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias. Vásquez empezó como un tiro, pero fue apagándose y Ayón metió la última canasta de su equipo, a partir de la cual los Hornets se hundieron.

En el Staples Center, golpe de autoridad en el cuarto final de los Wolves. Griffin y Paul superaron claramante a Love y Rubio. Pero con lo que no contaban los Clippers era con la irrupción de Derrick Williams y Michael Beasley, autores de 27 puntos cada uno partiendo del banquillo. Los suplentes de Minnesota metieron 72 puntos. En esa segunda unidad tan brillante estuvo un buen José Juan Barea.

Además, Indiana apabulló a Golden State tras completar a un grandísimo nivel los tres primeros cuartos del encuentro.

L.A. Clippers 97 Minnesota 109

El partido empezó con un primer cuarto de claro tinte local (31-22) que hacía presagiar pocas sorpresas en el Staples. Desde el principio se vio que en los dos duelos esenciales (Griffin-Love y Paul-Rubio) no iba a haber color. Y no lo hubo. Pero poco importó tan tremenda superioridad. Griffin hizo 30 puntos y 7 rebotes y Paul 27 con 6 asistencias. Es decir, 57 puntos que contraponer a los 12 que anotó el dúo Love-Rubio a partir de los 10 y 7 rebotes del ala-pívot californiano y los 2 tantos con 1 de 8 en el tiro del base catalán, que al menos brilló en otros aspectos: 7 rebotes y 9 asistencias. Estaba claro que el partido habría de ser de los Clippers. Pero a veces las apariencias engañan.

Porque el encuentro no lo decidieron las estrellas, sino los suplentes. Los aparentemente secundarios. Algunos de lujo salieron a flote por fin. Y es que dos números dos del draft, Michael Beasley y Derrick Williams, se salieron desde la segunda unidad. Hicieron un partido prácticamente gemelo. Ambos metieron 27 puntos, ambos capturaron 5 rebotes, ambos llevaron al equipo a un +26 cuando estuvieron en cancha y ambos se mostraron infalibles en el triple: 7 de 7 tras meter 4 el novato y 3 Beasley. Fueron un auténtico martillo pilón contra Clippers que permitió que los menos afortunados Love y Pekovic jugaran menos minutos de los habituales.

Fue ahí donde estuvo el partido. En los 72 puntos que anotaron los suplentes visitantes (récord en la NBA esta temporada) frente a los 11 que aportaron los suplentes locales. Un abismo entre unos y otros que derivó en un último cuarto sorprendente en el que Minnesota rompió el partido con un parcial de 21-36. De esos 36 tantos finales, 26 llevaron la firma de Williams y Beasley que siguieron comportándose como auténticos siameses: 13 puntos cada uno. En esa vorágine ofrecida por la suplencia de los Wolves cabe citar al puertorriqueño Barea: 6 puntos, 7 asistencias y 3 rebotes en 22 minutos.

La nueva noche de camisetas retro vio cómo la indumentaria de los viejos Muskies imponía su ley de forma extraña, con un poderío llegado de jugadorazos que vivían hasta ahora en estado latente y sólo esporádicamente salían de su mala rutina. Minnesota cuidó el balón mejor que de costumbre -9 pérdidas, aunque los Clippers hicieron 8- y marcó la diferencia desde el triple. En los Clippers, debutó el hijo pródigo Bobby Simmons y sólo DeAndre Jordan (14 puntos, 14 rebotes y 4 tapones) acompañó a Paul y Griffin. El que no tuvo su noche fue Butler, que acabó con 1 de 10 en el tiro.

Chicago 99 New Orleans 95

Donde también pudo saltar la sorpresa fue en el casi inexpugnable United Center, donde los Bulls acumulan 14 victorias en 16 partidos. En este caso, más que sorpresa hubiera sido sorpresón, ya que el rival era un equipo todavía débil, New Orleans Hornets. Todavía porque el conjunto de Monty Williams está mejorando notablemente sus prestaciones últimamente, tal y como quedó acreditado anoche en Chicago.

Los Bulls parecían tener el partido bastante encarrilado a falta de 5 minutos (91-82), aunque el recorrido hasta ese momento no hubiera sido nada fácil. Sin embargo, en ese momento estallaron los mejores Hornets para endosar a su poderoso rival un parcial de 0-13 culminado con una meritoria canasta de 3 metros del mexicano Gustavo Ayón. La cesta del ex de Fuenlabrada hacía temblar los cimientos del United Center, ya que colocaba 4 arriba a los visitantes (91-95) a falta de 1:25 para el final. Pero muy al contrario, esa cesta fue el canto del cisne de los de Nueva Orleans, que no volvieron a anotar en esos 85 segundos finales y terminaron cediendo ante el poderío de Derrick Rose. El parcial de 8-0 en esos 85 segundos lo dice todo.

Fue Rose (32 puntos, 9 asistencias y 3 robos) el que soportó a los Bulls durante buena parte del encuentro y el que tomó las riendas en el último minuto para apuntillar al rival con una canasta a 19 segundos del final y 2 tiros libres a 10 segundos de la conclusión. Además de Rose, volvió Hamilton y ningún hombre importante local falló. Noah hizo 15 puntos, 16 rebotes y 5 asistencias y Deng se fue a 14 con 11 rebotes. Eso sí, la pesadilla de los de Thibodeau radicó en su falta de puntería desde el triple: 3 de 18.

En New Orleans, Jack fue el base elegido por el entrenador para jugar los minutos finales, algo que no habrá gustado a más de uno. No estuvo fino, además, el jugador en esos momentos trascendentales. Los mejores Hornets fueron Kaman (17 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias) y Ariza, que anduvo completísimo con 16 tantos, 8 rebotes, 4 pases de canasta, 3 robos y 2 triples sin fallo. Greivis Vásquez hizo un modélico primer cuarto, pero luego no tuvo continuidad. Acabó con 12 tantos y 3 asistencias, Ayón sumó 5 puntos, 4 rebotes, 3 tapones y 2 robos en 27 minutos y Jarrett Jack, Solomon Jones y Xavier Henry colaboraron bien desde la segunda unidad.

Indiana destroza a Golden State

En partido sin hispanos, los Pacers se cargaron a los Warriors de forme inmisericorde (102-78). No es fácil dejar a Golden State en una puntuación tan baja, pero es que a la baja por lesión de Curry se sumaron los partidos mediocres de David Lee y Monta Ellis. Ellis anotó 14 y fue el máximo anotador visitante junto a Brandon Rush, pero para anotar esos 14 puntos tuvo que errar 12 de los 19 tiros que hizo a canasta.

Los Warriors se estrellaron desde el triple -3 de 22- y nunca estuvieron en el partido. Se fueron al descanso 14 abajo (52-38) y fueron borrados del mapa en la reanudación, iniciándose el último cuarto con un apabullante 85-54 en el luminoso. Granger fue el mejor local con 25 puntos y Tyler Hansbrough se lución al lograr 15 tantos y 9 rebotes en sólo 16 minutos. Muy completo también el partido de Paul George, autor de 11 tantos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 robos en 26 minutos.