Spurs gana a Clippers en la prórroga, pero se queda sin Ginóbili y Splitter

Sufrieron cada uno a su modo, pero ganaron. San Antonio ganó en L.A a los Clippers tras un increíble final. Fue en la prórroga. Mientras que Memphis derrotó a los Warriors con un palmeo de Allen. Muy distinto el signo para Marc Gasol y Manu Ginóbili.

El español representó la cara triunfante en su aspecto más completo, ya que no sólo ganó su equipo, que tuvo que soportar 69 puntos de Curry y Ellis, sino que él se fue de la pista con 17 puntos y 13 rebotes. El argentino sufrió una jornada más bien agridulce. Satisfacción por el triunfo, el décimo consecutivo de su equipo, y tristeza por una nueva lesión, esta vez muscular. Porque a San Antonio le pudo costar cara la victoria al sufrir las lesiones de Ginóbili y Splitter. El calendario empieza a pasar factura a veteranos y jóvenes.

Además, en partidos sin hispanos, monumental sorpresa en Chicago, donde los Bulls perdieron con los Nets, y victoria por 20 puntos de Portland, que recuperó a Aldridge, ante Atlanta.

L.A.Clippers 100 San Antonio 103 (tras prórroga)

Increíble como los Clippers dejaron escapar una victoria que tenían en sus manos. Y, claro, dejar escapar vivos a los Spurs supone demasiado riesgo, tanto que los de Popovich se fueron del Staples Center con su décimo triunfo al hilo. Está en racha de la mano, sobre todo, de Tony Parker (30 puntos y 10 asistencias) y el trabajo de un líder carismático como Tim Duncan (11 puntos y 17 rebotes). A ellos, se unió en la matina californiana el hombre decisivo del encuentro, Gary Neal, autor de 17 puntos con 5 de 8 en el triple. También ayudó Matt Bonner.

A cambio, San Antonio se quedó a las primeras de cambio sin Splltter, que se lesionó en el primer cuarto cuando sólo había jugado 2 minutos, y a las últimas sin Ginóbili, que ya se fue cojeando al vestuario en el descanso y que terminó por abandonar la pista en el cuarto período. El argentino metió 2 puntos, dio 3 asistencias, puso 1 tapón y jugó 18 minutos. Ahora, habrá que ver qué pasa con ambos. Se trata de lesiones musculares.

Pero vayamos con el final de un partido que resultó apasionante en su desarrollo y completamente sorprendente en su definición, ya que los Clippers regalaron el tiempo extra a los Spurs de la forma más grotesca. Chris Paul había sido la auténtica joya de la remontada local con 17 puntos en el último cuarto y un aplomo incontestable desde el tiro libre en los últimos segundos, pero su seguridad se trastocó en duda y error en la jugada decisiva, la que envió el partido a la prórroga. Ganaban los locales 95-92, restaban 9 segundos y sacaban de banda. Sin embargo, el saque fue defectuoso y acabó en manos de un Paul que corriendo hacia su campo terminó por entregar hacia atrás una fantástica asistencia a un rival, Gary Neal, que con 3 segundo para acabar encestó un triple frontal (95-95) que llevó el partido a la prórroga. El héroe Paul se había convertido en villano y el villano Neal, que acababa de perder segundos antes un balón decisivo, trocaba su condición de villano por la de héroe. Esta es la belleza del baloncesto.

En la prórroga, el propio Neal basculó nuevamente entre el héroe (metió un triple muy importante) y el villano (erró 2 tiros libres cruciales), pero San Antonio acabó ganando por 3 una vez Paul errara el triple final del empate. Así conseguían los texanos su décimo triunfo consecutivo, dejando helado al Staples Center y sin premio a los 22 puntos y 20 rebotes de Griffin, que fue eliminado en la parte final de la prórroga, los 21 de Chris Paul -17 en el cuarto cuarto- y los 21 de un encendido Randy Foye.

Memphis 104 Golden State 103

Tampoco faltó la emoción el sábado en Memphis, donde los aficionados que se dieron cita en el FedExForum vieron cómo su equipo ganaba su segundo partido consecutivo de idéntico modo: un palmeo ganador en los últimos segundos. Los Grizzlies van de palmeo en palmeo. Si en el anterior triunfo, Dante Cunningham resolvía con un rebote corto a 1 segundo del final, esta vez el turno le tocó a Tony Allen, autor de un palmeo atípico a 5 segundos del final que dio la victoria a los suyos. En ambos casos, el tiro fallado que dio lugar al palmeo fue de Rudy Gay.

Nada hacía presagiar una emoción así tras un primer cuarto en el que los de Hollins se impusieron 34-19. Poco duró la tranquilidad, ya que los Warriors respondieron con un parcial de 20-37 en el segundo cuarto. Unos Warriors que tuvieron en estado de gracia a Stephen Curry y Monta Ellis, que venían de hacer un partido horrible. En Memphis, todo fue distinto. La parejita de pequeños endosó 69 puntos a los locales tras anotar 10 de 17 triples. Curry acabó con 36 puntos, 6 asistencias y 6 de 9 desde más allá del arco y Monta Ellis con 33 tantos, 6 pases de canasta y una serie triple de 4 de 8. Sólo David Lee apoyó algo, aunque estuvo bajo control.

Precisamente Lee tuvo la bola final para ganar el partido, pero atosigado por Marc Gasol acabó haciendo una falta en ataque.

El triunfo de Memphis fue un triunfo de equipo, un éxito de lo coral frente a la improvisación exitosa del dúo Curry-Ellis. Hasta 6 jugadores locales metieron 10 o más puntos, incluidos todos los titulares. De todos ellos, 5 anotaron 15 o más. Eso se llama aportación masiva al colectivo. Marc Gasol fue de lo mejor con 17 puntos, 13 rebotes y 3 asistencias en 38 minutos. Su primera parte fue increíble (11 tantos y 9 rebotes) y no falló durante el partido ninguno de sus 7 intentos libres. Pero es que, además, Rudy Gay hizo 19, el suplente O.J.Mayo se fue a 18, un Marreese Speights en forma aportó 16 con 8 rebotes y Mike Conley sumó 15 tantos. Con este trabajado triunfo, Memphis se coloca con 18 victorias y 14 derrotas mientras Zach Randolph sigue recuperándose de su lesión.

Segunda derrota en casa

Chicago sufrió en su fortín casero su segunda derrota de la temporada. El hasta ahora casi inexpugnable United Center fue el centro de operaciones de una sorprendente victoria de los Nets (85-97), que llegaron a dominar po 22 de diferencia. No estaba Rose, pero no por ello el resultado deja de ser una monumental sorpresa, más aún viendo el nivel de resultados que estaba amasando Chicago sin su estrella en pista, lo que venía a demostrar la madurez de este joven equipo.

La aciaga jornada sabatina de los Bulls se resume en dos cifras: los 34 puntos que el equipo recibió en el cuarto de apertura y los 11 que anotó en el tercer acto. Es decir, las lagunas locales cubrieron todos los aspectos del juego. Su único suplente que desarrolló un juego correcto fue Boozer con 16 tantos y 9 rebotes. Noah, por ejemplo, se quedó en 0 en anotación tras 21 minutos de juego. De hecho, los mejores locales fueron dos suplentes, lo que habla bien a las claras de la situación anómala que vivió el equipo. Mike James fue uno de ellos con 16 puntos y 7 asistencias en 23 minutos y Taj Gibson fue el otro con 14 y 9 rebotes en 19 minutos.

En los Nets, el mejor fue Kris Humphries con 24 puntos, 18 rebotes y 5 asistencias. Deron Williams fue el máximo anotador visitante al acabar con 29 tantos, a los que añadió 8 asistencias, 2 tapones y 5 de 9 triples. Eso sí, el base titular de los Nets se tiró hasta las zapatilla (9 de 26), lo mismo que hizo el novato MarShon Brooks, autor de 19 tantos con 7 de 19 en el tiro. Shelden Williams firmó 14 rebotes y 3 robos.

Fácil para Portland

Los Blazers regresaron a su esencia que es la crudeza en el juego, no exenta de calidad, y la entrega sin concesiones, lo que derivó en un gran trabajo defensivo (ganaron 97-77 a Atlanta) y en un abrumador dominio del rebote (50 capturas por 27 del rival).

Regresó Aldridge para firmar 19 tantos, 10 rebotes y 4 asistencias, aunque el mejor anotador local fue Nico Batum con 22 puntos y 8 rebotes y el jugador que salió más reforzado del Rose Garden fue Felton, que hizo 14 tantos y 8 asistencias, y cerró algunas bocas que le estaban poniendo en cuestión. En los Hawks, que decepcionaron por completo, 19 puntos de Joe Johnson, 17 en 23 minutos de Willie Green y Josh Smith rozando el triple-doble con 14 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias.