El mexicano Gustavo Ayón sigue esperando su visa de trabajo
El retraso en los trámites burocráticos le impide por ahora debutar en la NBA
Hace días que Gustavo Ayón está en Nueva Orleans pero, pese a haber sido presentado oficialmente por la franquicia, aún no ha podido debutar, ni siquiera entrenar con el equipo. El problema, como el de muchos otros inmigrantes, es la falta de permiso de trabajo.
La condición de jugador de la NBA no exime a Ayón de pasar por los mismos trámites burocráticos que cualquier otra persona inmigrante, si bien es cierto que los facilita. De ahí que Ayón necesite tener su visa o permiso de trabajo en regla para poder jugar con los Hornets.
Sin embargo, la coincidencia de su llegada con las fechas de las festividades navideñas está retrasando los trámites burocráticos, según ha reconocido el general manager de los Hornets Dell Demps, que espera que en los próximos días el mexicano tenga el visto bueno para incorporarse a su labor en la franquicia.
Aprendiendo desde la grada
Mientras tanto, Ayón, que fue presentado la semana pasada, se tiene que conformar con ver los partidos desde la grada y los entrenamientos desde la banda, ya que su irregular situación legal le impide hacer las prácticas con el resto del equipo.
Aun así, lo que sí está haciendo Ayón es ejercitarse en las instalaciones de los Hornets y estudiar los distintos sistemas del equipo que dirige Monty Williams. Una tarea en la que está contando con la inestimable ayuda de James Borrego, asistente de Williams de habla hispana, algo que facilita la labor a un Ayón que aún está en proceso de adquirir las habilidades necesarias para manejarse con el inglés.
Precisamente, Monty Williams ha vuelto a insistir en la barrera que supone la falta de dominio del inglés por parte de Ayón, algo que puede retrasar su entrada en la rotación del equipo. Williams ha asegurado que su posición está bien cubierta en la plantilla y que mientras Okafor, Landry, Kaman y Jason Smith estén en condiciones pueden permitirse no presionar al mexicano y dejarle tiempo para que se adapte aunque, con una temporada tan comprimida, tarde o temprano tendrá que saltar a la pista.