Lamar Odom arremete contra el general manager de los Lakers
Critica duramente a Mitch Kupchak a su llegada a Dallas
El debut mediático de Lamar Odom en Dallas no ha dejado a nadie indiferente. Y ha debido de ser un auténtico bofetón en el rostro de los Lakers, cuya imagen no ha quedado muy bien parada tras las palabras del jugador, cuyo blanco de las críticas ha sido Mitch Kupchak.
Duras palabras del jugador de Queens contra el general manager de los Lakers. Lo que queda claro tras sus declaraciones es que no está tan molesto por su marcha de los Lakers como por las formas adoptadas por el equipo y por, más concretamente, Kupchak.
Odom se queja de que nadie le informara de que iba a ser traspasado, aunque fuera aplicando la más mínima cortesía y agradecimiento por los 7 años dedicados al club angelino, algunos duros y otros exitosos.
De Kupchak dice la siguiente perla: "No tuvo ningún tipo de clase ni de personalidad para informarme de lo que pensaba hacer". Añade el ya ala-pívot de los Mavericks que él tuvo más clase y más personalidad al pedir de inmediato su traspaso y poder elegir el club de destino.
Reconoce Odom que Hornets no era su destino soñado, pero dice también que hubiera aceptado el traspaso porque no le quedaba otra, más aún si el club se hubiera comportado adecuadamente con él. Afirma Odom que se le ha faltado al respeto en lo profesional y en lo personal.
Es normal que el jugador se sienta herido y traicionado. No hay que olvidar que ha pasado 7 temporadas en los Lakers y que 11 de sus 12 años en la NBA han transcurrido en L.A, pues jugó 4 campañas en Clippers. Es decir, sólo no vivió en Los Ángeles el año que jugó en Miami. En esos 7 años en los Lakers, jugó 519 encuentros de temporada regular, no perdiéndose ni uno solo en las 2 últimas campañas. En la última, aportó 14,4 puntos, 8,7 rebotes y 3 asistencias y metió más del 38% de sus tiros triples.
Ahora, en Dallas le reciben con los brazos abiertos y en Los Ángeles se echan las manos a la cabeza por que su club, los Lakers, han regalado a una pieza importante a uno de sus grandes rivales.