Fin de semana de reuniones para tratar de salvar la temporada
David Stern advierte del riesgo de cancelación si no hay progresos en las conversaciones
La NBA se enfrenta este fin de semana a unos días decisivos para el futuro de la próxima temporada, cuya celebración está en el aire ante la falta de progreso en las negociaciones que mantienen propietarios y jugadores sobre el nuevo convenio salarial de la liga.
“Hay enormes consecuencias en juego sobre la base de este fin de semana”, advertía ayer el comisionado de la NBA, David Stern, quien cree que de no haber progresos en las reuniones que ambas partes pretenden mantener el viernes, sábado y domingo, no sólo el inicio de la campaña estará en peligro sino la temporada completa.
Las declaraciones de Stern parecen dirigidas a presionar a los representantes de los jugadores y aunque hablar en estos momentos de cancelación de la temporada parece prematuro, lo que sí es cierto es que de no producirse un claro acercamiento entre las partes, la próxima semana podría anunciarse ya la suspensión de los primeros partidos de la temporada regular que debería empezar el 1 de noviembre.
Para tratar de avanzar en las conversaciones y con la esperanza de llegar a acuerdos importantes en estos 3 días, al menos 15 propietarios estarán presentes en las conversaciones del fin de semana y varias estrellas de la liga tienen previsto unirse al equipo negociador habitual del sindicato de jugadores, con Billy Hunter y Derek Fisher a la cabeza. Dwyane Wade es uno de los que ha confirmado su presencia.
Se mantienen las diferencias
En los últimos encuentros, la liga parece haber cedido en su pretensión de establecer un tope salarial rígido y estaría dispuesta a establecer uno más flexible pero con una mayor penalización para aquellos equipos que superen el límite establecido. En cualquier caso, la principal diferencia entre ambas partes sigue estando en el porcentaje de ganancias que los equipos están dispuestos a compartir con sus jugadores, una asunto en el que la posibilidad de acuerdo sigue pareciendo lejana.
Los propietarios cuentan con la ventaja de que, aun cuando se suspendan partidos, seguirán cobrando sus contratos televisivos, aunque si se suspende la temporada al completo, podrían verse obligados a devolver el dinero con intereses, por lo que es un arma que podría llegar a volverse en su contra.
Por su parte, los jugadores confían en que la posición de la liga se debilite a medida que el tiempo acentúe la división entre las franquicias que no están dispuestas a echar por tierra la temporada, entre ellas buena parte de las más importantes de la liga, y las partidarias de una posición negociadora más dura. Entre tanto, los aficionados siguen esperando una solución.