La policía investiga un turbio suceso en casa de Zach Randolph
Registrada la vivienda del jugador en Portland tras la agresión a un traficante de drogas
Las peligrosas amistades de Zach Randolph le han vuelto a involucrar en un asunto turbio que ha obligado a intervenir a la policía, que registró la casa del jugador en Portland (Oregón) tras ser denunciada una agresión. Todo indica que Randolph no está involucrado.
Los hechos que han motivado la intervención policial ocurrieron el pasado fin de semana en la mansión que el jugador de los Memphis Grizzlies posee en Portland. James Beasley, un traficante de drogas de poca monta, denunció haber sido agredido por varios de los asistentes a una fiesta que se celebraba en el lugar a altas horas de la madrugada.
Al parecer, Beasley acudió al domicilio de Randolph a las 4 de la mañana del sábado tras ser reclamado por algunos de los asistentes a la fiesta que pretendían comprarle marihuana, pero algo se torció en el momento de hacer la transacción. Beasley fue agredido por un grupo de entre 4 y 7 personas que le golpearon salvajemente con palos de billar tras una discusión por el precio de la droga.
Tras ser atendido en un hospital y denunciar los hechos a la policía, los agentes solicitaron una orden para registrar la vivienda del jugador de los Grizzlies. En el registro no se hallaron drogas, pero sí restos de sangre y unos palos de billar que apoyarían la versión ofrecida por el traficante agredido.
Según el propio Beasley, Randolph se encontraba en la mansión cuando sucedieron los hechos pero no intervino en ellos, por lo que la policía, que por el momento no ha detenido a nadie, no le considera sospechoso.
No es la primera vez que Randolph, que parece reformado en lo personal desde su llegada a Memphis, se ve inmerso en problemas con la ley por culpa de su entorno. El verano pasado, la policía de Indianápolis arrestó a un conocido criminal cuando conducía un Cadillac Escalade de 2008 registrado a nombre del jugador.
Otros 3 vehículos del ala-pívot de los Grizzlies fueron requisados más tarde por la policía de Indianápolis como parte de la investigación por tráfico de drogas a consecuencia de la cual se detuvo al sospechoso. Eso sí, al igual que ahora, los investigadores exculparon entonces plenamente a Randolph, que tampoco fue sancionado por la NBA.