JORNADA NBA / FINAL DE LA NBA 2011
Otro final de infarto... y Dallas empata a 2 la serie final con Miami
Barea fue titular y su juego mejoró; Nowitzki, 21 puntos pese a la fiebre
Wade anota 32, Bosh 24 y James fracasa al quedarse solo en 8 tantos
Máxima igualdad en estas finales de 2011 en la NBA. Esta vez, el final de infarto se decantó del lado texano y el empate a 2 se instala en la serie. Nowitzki, Terry y Chandler impulsaron la victoria de Dallas Mavericks. Y J.J.Barea fue titular, mejorando su rendimiento de partidos anteriores.
El puertorriqueño finalizó con 8 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en 22 minutos y fue más incisivo en la ofensiva, si bien sigue sin atinar bien sus tiros (3 de 9 esta vez). Fue su mejor partido y el cambio de Carlisle resultó positivo, porque Stevenson, pese a irse a la suplencia, también cuajó un buen partido, empleándose con prestancia en los dos lados de la cancha.
Nowitzki lideró a los suyos pese a presentarse en el partido enfermo. Hizo 21 puntos y 11 rebotes. Brilló Terry en la ofensiva, también Marion en los tres primeros cuartos, y Chandler en el rebote.
Miami volvió a desinflarse en el último cuarto, atascándose en ataque. Wade metió 32, Bosh hizo 24, pero el tercer hombre, la máxima estrella visitante, LeBron James, fracasó sin paliativos y no llegó ni a los 10 puntos, una situación que no sucedía desde hacía más de 4 años.
Dallas 86 Miami 83 (2-2)
La serie entre los de Texas y los de Florida no puede presentarse más igualada. De los 4 partidos disputados, 3 se han resuelto por 3, 2 y 2 puntos. El otro se saldó con victoria de uno de los contendientes por 8. Ningún equipo ha llegado todavía a los 100 puntos. Es decir, defensa, mucha defensa, e igualdad, extremado equilibrio. Remontadas y finales de infarto. Los marcapasos siguen ganando adeptos entre los aficionados al basket.
Porque otra vez se llegó a un final de infarto, aunque el paso previo, todo hay que decirlo, se asemejara más a una feria del desatino, a una casa de los horrores. Porque hubo minutos en el cuarto final en los que el encuentro se convirtió en un despropósito plagado de idas y venidas sin rumbo, errores constantes en el lanzamiento a canasta, balones que parecían tener vida y no saber de propietarios... y en ese festival del horror, Miami fue el que más protagonismo alcanzó. Y es que los Heat volvieron a dejarnos unos minutos finales llenos de inconsistencia ofensiva.
Miami había alcanzado su máxima ventaja en el marcador a 10:12 del final cuando Haslem colocó a los de Spoelstra 9 puntos arriba (65-74). A partir de ahí, el equipo entró en crisis hasta caer en barrena expelido por su incapacidad para anotar.
Estando 9 abajo, 4 puntos de Terry y otros 4 de Nowitzki equilibraron la situación. Y es que Dallas endosó al rival, a partir de ese 65-74 en contra, un parcial de 17-4 en 8 minutos, lo que da la idea del atasco ofensivo de los Heat, que anotaron 14 puntos en todo el último cuarto. Fueron los minutos de la desaparición definitiva de un horrible James, excelentemente defendido en esta recta final por Stevenson, y del dominio insultante de los tableros por parte de Tyson Chandler, que hizo un enorme partido.
Llegaron a ponerse los Mavs 82-78 a 2:16 del final. Y a partir de ahí llegó la definición de un juego que de haberse decantado del lado de los de Florida hubiera puesto casi el cierre a esta final.
Con 29 segundos por jugar, Wade erró un tiro libre y el marcador se situó 82-81. Fue ahí donde surgió Nowitzki, que con fiebre o sin fiebre, enfermo o sano, toma el toro por los cuernos. El alemán colocó el 84-81 con 14 segundos por jugar tras culminar un gran uno contra uno. Canasta decisiva del teutón.
Sin embargo, la siguiente defensa de Dallas resultó muy deficiente. Quisieron tapar el triple y dejaron una autopista para que Wade anotara de forma celérica en penetración fácil (84-83 a 9 segundos del final). Sacaron los Mavs tras tiempo muerto y Terry se fue a tiros libres. Y como la experiencia es un grado, Terry no falló (86-83 a 6,7 segundos de la bocina final).
Llegó entonces la jugada para ir a la prórroga o a los vestuarios... y el partido se fue a los vestuarios. El saque de banda no fue bien recepcionado por Wade y Miami perdió unos segundos preciosos y la precisión de la jugada, el balón terminó en manos de Miller, pero su triple imposible casi sobre la bocina no tocó ni el aro. Así acabó la noche.
Para llegar a ese final, Dallas tuvo que mejorar en algunos aspectos con respecto al tercer partido. Básicamente, lo hizo en dos: penetró mucho mejor en la defensa rival anotando más puntos en la pintura (38 por 22 en el anterior choque) y equilibró el rebote gracias a la extraordinaria labor de Chandler (16 capturas) y Nowitzki -11-.
Carlisle ofreció una buena variedad de novedades. Para empezar, arrancó el partido con Barea como titular y Stevenson en el banquillo. Y ambos jugadores rindieron a buen nivel con ese cambio de roles. El armador boricua terminó con 8 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en 22 minutos y Stevenson hizo 11 tantos y defendió a gran nivel.
Pero es que Carlisle fue capaz también de adoptar una decisión drástica que le salió muy bien: desapuntar a Marion del partido en el cuarto período. Hasta entonces, Marion había sido con diferencia el mejor jugador en ataque de Dallas. Había anotado 16 puntos en los 3 primeros cuartos. Pero el técnico local optó en ese cuarto final por un quinteto integrado por 3 bajitos (Kidd, Terry y Stevenson) y 2 altos (Nowitzki y Chandler). Marion, de hecho, sólo jugó 11 de los últimos 14 segundos del partido. Fue como especialista defensivo en las jugadas decisivas, mientras Nowitzki veía esas defensas desde la banda.
Dallas ganó a pesar de anotar solo el 39,7% de sus tiros y sumar simplemente 13 asistencias en un partido en el que ambos equipos fracasaron desde el triple: 6 de 33 (4 de 19 los locales por 2 de 14 los visitantes). Y sobrevivió al lamentable partido de Jason Kidd (0 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias y 3 robos), a la inexistencia de Peja Stojakovic (¡jugó 2 segundos!) y al regreso inconsistente de Brendan Haywood, que apenas disputó 3 minutos.
En el lado de la aportación importante, Nowitzki, Terry y Chandler, amén del citado Marion en los 3 primeros cuartos. El alemán fue capaz de resurgir de sus cenizas en el último cuarto para acabar con 21 puntos y 11 rebotes. Eso sí, hizo 6 de 19 en el tiro tras llegar a encadenar 10 errores de 11 intentos en un momento dado del partido.
En cuanto a Terry, subió su nivel con respecto a anteriores choques y concluyó con 17 puntos y 3 robos. Chandler, por su parte, hizo un partidazo: 13 tantos y 16 rebotes en 43 minutos.
En Miami, muy bien Wade en la ofensiva (32 puntos con 13 de 20 en el tiro), también brillante Bosh con 24 puntos y desconocido James, que hizo 9 rebotes y 7 asistencias, pero solamente anotó 8 puntos (3 de 11 en el tiro). El resto, pasaba por allí en cuestiones ofensivas, pues no aportaron nada. Acaso, Chalmers de forma puntual. Haslem se centró en su trabajo defensivo, y lo hizo bien, Anthony ayudó en el rebote y Bibby volvió a protagonizar un partido lamentable.
DALLAS: Kidd, Barea (8), Marion (16), Nowitzki (21), Chandler (13) -cinco inicial- Terry (17), Stevenson (11), Cardinal, Haywood y Stojakovic. |
MIAMI: Bibby, Wade (32), James (8), Bosh (24), Anthony (4) -cinco inicial- Miller (6), Chalmers (5), Haslem (4) y Howard. |
Parciales: 21-21, 24-26, 20-22 y 21-14. |