JORNADA NBA / FINAL DE LA NBA 2011
Dallas Mavericks sorprende en Miami tras una memorable remontada
Los texanos perdían por 15 a falta de 7 minutos; Nowitzki decidió
Inútil partidazo de Wade (36 puntos), fracaso de James y discreto Barea
Estos playoffs van camino de la locura y por eso están siendo tan atractivos. Esta noche, en Miami, enésima sinrazón en forma de remontada imposible, enésima oda al baloncesto. Y las audiencias lo agradecen agrandándose. Otra vez, Dallas protagonizó una recta final perfecta para ganar.
Arrebató Dallas a Miami el factor cancha del modo más inesperado: remontando 15 puntos de desventaja en los últimos 7 minutos. Una circunstancia que no se daba en unas finales de la NBA desde hace prácticamente 20 años. Y es que las estadísticas están para romperlas.
Wade, la superestrella del partido, se apagó en esos 7 minutos finales ante la sombra defensiva de Kidd, Dallas apretó en defensa y Miami sin Wade no supo sobrevivir. Fue así como se llegó al final con toda la emoción del mundo. Entonces, apareció Nowitzki, un extraterrestre teutón que anotó los últimos 9 puntos de los Mavs (7 en el último minuto), incluida la canasta de la victoria a 3,6 segundos del final. Esto promete.
Miami 93 Dallas 95 (1-1)
Otra vez estos playoffs locos con sus finales de partido insólitos, con sus vuelcos inesperados. Otra vez, Dallas fascinando en los últimos minutos de un encuentro con su juego perfecto en los momentos más intensos, en esos momentos en los que a otros equipos les cuesta pensar.
Así discurre esta postemporada y así son estos Mavericks, capaces de rizar el rizo hasta marcarse tirabuzones imposibles, tal y como sucedió esta noche en el AmericanAirlines Arena que, teñido de blanco, aún está digiriendo lo que parecía un festín y terminó por convertirse en una severa indigestión.
De un plumazo, adiós al partidazo de un Wade estelar y bienvenida al señor Nowitzki, resucitado a última hora para matar la alegría local y dejar la serie final más abierta que nunca.
La primera parte había sido de una extrema igualdad: empate a 51 al descanso con los dos parciales empatados a 28 y 23. Y todo discurría en la segunda por los cauces normales. Mejor juego local y dominio en el marcador, pero sin despegarse en el luminoso y satisfacción en la inmaculada afición de los Heat, satisfacción moderada, eso sí, que sólo subía de tono con la exhibición de Wade, el despertar de James y la eclosión desde el triple de Bibby.
Pero llegó el arranque del último cuarto, con Haywood ya en los vestuarios por un problema físico, y la locura se instaló en el bando local. Un triple de Wade completó un pacial de 13-0 para Miami que se colocó con la máxima ventaja del partido: 88-73 a 7:14 del final. La suerte parecía echada.
Por entonces, D-Wade sumaba ya 36 puntos dejando como tontos a aquellos que preguntaron si estaba lesionado y Dallas se venía abajo por momentos, apareciendo como un equipo desnortado al que le fallaba todo y en el que hasta Kidd parecía jugando un juvenil, con pérdidas de balón de chavalín poco acordes con su nutrida experiencia. La cosa pintaba mal, muy mal para los texanos.
Sin embargo, ante estos Mavericks no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Si no, que se lo digan a los Thunder. Dicho y hecho. A partir de ese momento de máxima bajeza (el 88-73) surgieron en la pista otros Mavericks, un nuevo equipo que apretó en defensa de modo inmisericorde y que cortó por lo sano la aventura célica de Wade, que a partir de ahí desapareció.
Grande la labor de Kidd como sombra defensiva de Wade en esos últimos 7 minutos en los que el jugador de Miami se quedó en blanco. Con su apagón, se apagó su equipo. Ya me dirán quién era el jugador importante, porque James fracasó de verdad en esos minutos finales al tomar el mando en la plaza y no ser capaz de acertar con la canasta.
Por si fuera poco, Dallas emergió también en ataque hasta endosar a su rival un parcial de ¡2 a 20!. Terry, gris hasta entonces, inició ese parcial al poner su firma a los primeros 6 puntos. Y a Terry le siguió Marion, excelente toda la noche, un triple de Kidd y el éxtasis final de un imprescindible Nowitzki. Porque al final de todo siempre está el alemán, que metió los últimos 9 puntos de los Mavericks.
Hizo el alemán, con una bandeja fácil con la zurda, el empate a 90 a 57 segundos del final y luego un triple para adelantar a los suyos 90-93 a 26 segundos de la conclusión tras completar en más de 6 minutos un parcial de 2-20. Para entonces, el atasco ofensivo local era ya monumental.
Sin embargo, surgió en esos momentos Mario Chalmers que, rememorando esa capacidad de decisión que le dio un título universitario, se enchufó un triple para dar aliento a los suyos y empatar el choque a 93.
Pero Nowizki no había dicho su última palabra. Suya fue la canasta del triunfo. Fue otra vez junto al aro, una bandeja crucial a 3,6 segundos del final. Porque la jugada a la desesperada, la carrera ulterior en el vacío de Miami no llegó a buen puerto y el triple imposible de Wade fue repelido por el aro.
Así se escribió la increíble historia de este segundo partido de las finales de la NBA. Con Dallas ganando el partido a pesar de perder 18 balones. Con Dallas imponiéndose gracias a su capacidad de decisión final, merced a su experiencia y sabiduría en el juego. Con Dallas presumiendo de poder en los tableros. Y de jugador franquicia. Porque Nowitzki acabó con 24 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias.
Pero también acordándose de un gran Marion -20 puntos y 8 rebotes-, un notable Terry al final del partido -16 tantos- y un solvente Chandler.
Mal Kidd y Barea. Y es que los bases locales fueron mejores que los visitantes. Pero al menos Kidd se redimió con su defensa final ante Wade y su buena dirección de juego en la recta final del choque. No así Barea, que terminó otra vez con muchos errores en el tiro: 5 puntos y 3 rebotes en 14 minutos con 2 de 7 en el lanzamiento. No está fino en esta final el puertorriqueño.
Miami se atragantó con el rebote y los tiros libres y fracasó en esos 7 minutos finales. Wade estuvo inconmensurable hasta ese final y concluyó con 36 puntos y 6 asistencias (el equipo sólo sumó 13, como de costumbre). James hizo 20 puntos, 8 rebotes y 4 robos y Bibby se fue a 14 puntos y 4 recuperaciones tras meter 4 de 7 en el triple. Bosh, mientras, estuvo otra vez fallón, muy fallón, al acabar con 12 puntos tras una serie de 4 de 16. Y esta vez, además, perdió el partido. Una derrota que complica al equipo de Spoelstra su programada consecución del anillo.
MIAMI: Bibby (14), Wade (36), James (20), Bosh (12), Anthony -cinco inicial- Chalmers (9), Haslem (2) y Miller. |
DALLAS: Kidd (6), Stevenson (9), Marion (20), Nowitzki (24), Chandler (13) -cinco inicial- Terry (16), Barea (5), Haywood (2), Stojakovic y Cardinal. |
Parciales: 28-28, 23-23, 24-20 y 18-24. |